Bolivia suma más golpes de Estado que el resto de América Latina

Bolivia, con más golpes de Estado en América Latina

La renuncia forzada del exmandatario Evo Morales es el intento 24 de desbancar a un gobierno en la nación andina. El país suma más golpes de Estado que el resto de América Latina porque su ejército no obedece otros poderes y está fragmentado

Bolivia es el país con más gobiernos impuestos mediante golpes de Estado en América Latina en los últimos setenta años. La renuncia del expresidente Evo Morales se suma a más de 20 casos en los que un jefe de Estado dejó el poder forzado por esta práctica antidemocrática.

El país sudamericano experimentó 23 golpes de Estado entre 1945 y 2015, de acuerdo con las bases de datos del politólogo Edward Luttwak y los investigadores Jonathan Powell y Clayton Thyne analizadas por el internacionalista Ethan Ayala Hernández en su tesis Causas y evolución de los golpes de Estado en América Latina (1945-2015): de la Guerra Fría a la actualidad.

En su base de datos, Powell y Thyne definen los golpes de Estado como “intentos ilegales y abiertos de los militares u otras élites dentro del aparato estatal para desbancar al ejecutivo en funciones”.

Del total de casos en Bolivia, 11 fueron exitosos y 12 fallidos. La suma de estas cifras supera los 20 golpes de Estado en Argentina, los 16 en Haití, los 13 en Ecuador y los casos del resto de países latinoamericanos en el mismo periodo.

El doctor en ciencia política Rodrigo Salazar Elena explica que Bolivia es el país con más golpes de Estado en la región porque sus instituciones son débiles y esa fragilidad provoca que el ejército sea autónomo, es decir, los militares solo responden a sus propios mandos y no a ninguna autoridad civil.

En diferentes momentos de la historia de la nación andina, integrantes del ejército se organizaron para derrocar un gobierno como hizo el presidente y militar Hugo Banzer Suárez, quien coordinó un golpe de Estado para sustituir al mandatario Juan José Torres González el 21 de agosto de 1971.

El también profesor e investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) México asegura que otra de las razones por las que Bolivia tuvo tantos golpes de Estado es porque su ejército está muy dividido.

“Hay que añadir algo que no estaba presente en el resto de países: el ejército de Bolivia estaba muy fraccionado. La mayoría de golpes de Estado son protagonizados por un general que derrocó a otro que a su vez llegó al poder con un golpe de Estado”, explica el docente

El especialista añade que la renuncia de Morales también es un golpe de Estado porque él no hubiera presentado su dimisión sin la sugerencia de las Fuerzas Armadas.

El político de ascendencia aymara dejó la presidencia el domingo pasado horas después de que el jefe de las Fuerzas Armadas, Williams Kaliman, le pidiera que renunciara a su cargo para frenar las protestas en su contra por un presunto fraude en las elecciones del 20 de octubre.

“Fue un golpe de Estado en la medida de que se considera que Morales no habría renunciado sin la invitación que le hizo el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas”, explica Salazar Elena.

El politólogo detalla que fue un golpe de Estado atípico porque una junta militar no formó un nuevo gobierno.

Powell, uno de los autores de la base de datos citada, añade a la discusión que es más importante cómo las personas de Bolivia interpretan la renuncia de Morales que las opiniones de la academia o los principios semánticos.

“Independientemente de los debates académicos y la semántica, hay que considerar cómo la gente interpreta la legitimidad del régimen interino y las próximas elecciones para percibir el evento como un golpe militar”, dice en su cuenta de Twitter el profesor asociado de la Escuela de Política, Seguridad y Asuntos Internacionales de la University of Central Florida.

Región antidemocrática de golpes de Estado

Además, Bolivia se encuentra en la segunda región con más golpes de Estado entre 1950 y 2018. En América Latina sucedieron 146 casos, lo que representa el 31.9 por ciento de acontecimientos a nivel mundial en ese periodo, de acuerdo con el conteo de Powell y Thyne hasta julio del año pasado. Del total, el 48.3 por ciento fueron exitosos.

La región solo es superada por África, continente que sumó 176 golpes. En un distante tercer lugar se encuentra Medio Oriente con 77 casos, seguido de Asia con 62 y Europa con 13.

El profesor Salazar Elena comenta que América Latina es una región que desde la década de los cincuenta hasta los ochenta se caracterizó por gobiernos militares que asumieron el poder de manera violenta.

El investigador de la Flacso añade que los golpes de Estado fueron ejecutados por ejércitos formados por la doctrina de seguridad nacional, entrenados por personal estadounidense y con fuerte tendencia anticomunista, en específico en Sudamérica.

“Son ejércitos que dan golpes de Estado contra gobiernos de izquierda, sin embargo, también hubo dictadores militares de izquierda que asumieron el poder con golpes en la región andina, pero son excepcionales”, puntualiza el politólogo.

El especialista agrega que el golpe de Estado contra Morales forma parte de un fenómeno distinto a lo que sucedió en el siglo pasado. El político boliviano es integrante de un grupo de jefes de Estado que asumen el poder de manera democrática, pero después quieren perpetuar sus gobiernos por varios periodos hasta provocar el hartazgo de la oposición o la sociedad.

Son presidentes que asumen sus cargos de manera democrática y en algunas circunstancias comienzan a manipular las instituciones para perpetuarse, entonces no son dictaduras militares, sino plebiscitarias”, explica Salazar Elena.

Esta situación se dio en Venezuela con Hugo Chávez y después con Nicolás Maduro, en Nicaragua con Daniel Ortega y en Honduras con Juan Orlando Hernández.

“En ese camino estaba Evo Morales. El hecho de que fuera expulsado del poder con un golpe de Estado no excluye que se estaba convirtiendo en un dictador. Esa es la nueva tendencia autoritaria de América Latina”, concluye el especialista.