A pesar del desconocimiento del Papa emérito Benedicto XVI a cuatro casos de abuso sexual, se prevé que sus disculpas no sean suficientes

Benedicto XVI, en la mira por falta de acción ante abusos sexuales durante su gestión como arzobispo

A pesar del desconocimiento que el Papa emérito Benedicto XVI le ha dado a cuatro casos de abuso sexual registrados durante su cargo como arzobispo en Múnich, se prevé que sus disculpas no sean suficientes, por lo que será el pontífice Francisco quien deba tomar acciones contundentes, o de lo contrario esperar nuevos informes contra la Iglesia

En los últimos años, la Iglesia católica ha sido objeto de críticas, luego de darse a conocer múltiples casos a nivel mundial de personas abusadas sexualmente por clérigos, quienes incluso han salido protegidos. El Papa emérito Benedicto XVI, por ejemplo, presuntamente encubrió cuatro casos de abuso cuando era arzobispo de Múnich entre 1977 y 1982, haciendo caso omiso a los hechos, y hoy en día declarando que desconocía la situación.

Fue a través de un informe de más de mil páginas elaborado por el bufete de abogados Westpfahl Spilker Wastl, a petición de la Archidiócesis de Alemania, en el que se divulgó la posición del Papa emérito, así como de cinco de sus sucesivos arzobispos.

Según el documento, en un periodo de 74 años, de 1945 a 2019, se detectaron más de 400 víctimas, de las cuales 247 eran hombres y 182 mujeres, 60 por ciento con una edad de entre 8 y 14 años.

Los autores de los abusos fueron 235, de ellos 173 sacerdotes, nueve diáconos, cinco agentes de pastoral y 48 personas dedicadas al ámbito escolar. Respecto a los responsables en el período del papa emérito, todos siguen en sus cargos.

Ante los resultados arrojados, mientras que Matteo Bruni, director de la oficina de prensa de la Santa Sede, destacó que el Vaticano prestará mayor atención a la información y le dará todo su apoyo a las víctimas, George Gänswein, secretario particular del Papa emérito, añadió que de igual manera Joseph Aloisius Ratzinger examinará la situación, expresando su cercanía personal con todos aquellos que fueron afectados.

“El Papa emérito, como ya ha repetido varias veces durante los años de su pontificado, manifiesta su conmoción y vergüenza por los abusos a menores cometidos por clérigos, y expresa su cercanía personal y su oración por todas las víctimas”, dijo Gänswein.

Para el doctor Felipe Gaytán Alcalá, profesor e investigador de la Universidad La Salle, es poco probable que la postura de Ratzinger vaya más allá de pedir perdón y de reafirmar que desconocía lo sucedido; sin embargo, dice, eso no bastará para las víctimas.

“El pedir perdón es lo que a las víctimas les causa mucho ruido, porque no basta con eso, sino también con la justicia”, opina.

De igual manera, sostiene que las disculpas no serán suficientes para “los tiburones” que están alrededor de la Iglesia católica y que son quienes principalmente lideran este tipo de informes, pues de no ver resultados contundentes de parte del Vaticano, es posible que sigan divulgando más casos de abusos protagonizados por líderes religiosos.

“Recordemos que aunque Benedicto XVI es emérito, sigue siendo Papa y eso obliga a la Santa Sede a actuar inmediatamente, porque ya no sólo se acusa a sacerdotes u otros clérigos, sino a alguien que fue la cabeza de la Iglesia; entonces, esto es una forma de generar presión para que el Vaticano tome cartas en el asunto y no lo deje pasar como en otras ocasiones”, apunta.

Hasta el momento, la única respuesta que ha dado la Iglesia a abusos sexuales registrados con anterioridad, como en Estados Unidos, Chile, México e Irlanda, entre otras naciones, ha sido reiterar sus disculpas y brindar apoyos económicos a los agraviados, poniendo en duda la situación final de los acusados.

El papel de Francisco en el caso de Benedicto XVI

Al analizar la situación actual en el que se hizo ver la inacción de parte del Papa emérito Benedicto XVI en los casos de agresión sexual registrados durante su gestión como arzobispo, será el Pontífice Francisco quien deberá tomar las riendas del asunto, a fin de no perjudicar más a su comunidad.

En ese sentido, mientras se espera que se le dé menor visibilidad a Ratzinger aun cuando ha sido uno de los más grandes aliados del argentino, el Vaticano deberá responder con una acción contundente a los acusados, y por otro lado vigilar que no se tome más ventaja de esta situación.

Además, el doctor Gaytán Alcalá comparte que el Papa también tendrá que seguir los casos de otras denuncias hacia sacerdotes o religiosos en cada una de las diócesis en las que se han encontrado víctimas.

Sin embargo, eso podría resultar complicado si es que no se quiere compartir la información necesaria como sucedió en España hace tres años, luego de que, aunque el Ministerio de Justicia le pidió a la Conferencia Episcopal que le proporcionara todos sus documentos internos a fin de investigar sobre agresiones sexuales, ésta se negó, impidiendo el desarrollo de las acciones correspondientes.

“Esto en parte es con lo que tendrá que lidiar el pontífice, de lo contrario, no cabe duda que seguirán golpeando su papado”, dice el académico.

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