Bachelet, la mujer latinoamericana que defiende los derechos humanos

Bachelet fue elegida como la próxima alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos. La decisión del secretario general de la ONU  António Guterres se debe, entre otros factores, a que la expresidente chilena tiene un largo historial de defensa a las garantías fundamentales.



Los 193 Estados miembros de la ONU aprobaron este viernes oficialmente el nombramiento de la expresidenta chilena Michelle Bachelet como nueva alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

La Asamblea General respaldó a Bachelet, quien había sido nominada esta semana por el dirigente de la organización António Guterres tras consultas con los grupos regionales.

“Cumpliré con toda mi fuerza, toda mi energía y mis convicciones con esa gran tarea que busca dar dignidad y bienestar a todas las personas”, aseguró la próxima alta comisionada en un video que publicó en su cuenta de Twitter.




La política chilena obtuvo este nombramiento después de una larga trayectoria de defensa a los derechos humanos.

La expresidente siempre luchó por los derechos de los otros porque, entre otras razones, su vida estuvo marcada por su padre, el general de brigada aérea Alberto Bachelet, un militar de ideas liberales que tras el golpe de estado de Augusto Pinochet fue detenido y torturado hasta la muerte.

Después del fallecimiento de su padre, ella y su madre, Ángela Jeria, fueron arrestadas. Dos agentes de la DINA, la policía política de Pinochet, las llevaron a Villa Grimaldi, el lugar donde miles de chilenos fueron torturados durante la dictadura.

Bachelet recuperó su libertad y estuvo exiliada un tiempo con su familia en Alemania, donde continuó sus estudios en medicina que había comenzado en Chile.

A su regreso a su país natal volvió a las aulas de la Escuela de Medicina de Santiago.

Se graduó como médica cirujana en 1982, pero su solicitud para cubrir plaza en el sistema público de salud fue denegada por razones políticas. Además, obtuvo una beca para especializarse en pediatría y salud pública.


Nunca abandonó su activismo político y trabajó en una organización de protección a la infancia que ejercía labores específicas con los hijos de detenidos y desaparecidos en Santiago y Chillán.


A la par de sus labores como doctora, Bachelet poco a poco ascendió en las filas del Partido Socialista y con ello aumentaron sus labores en defensa de los derechos humanos.

La expresidenta asumió responsabilidades de primer orden al frente de la campaña electoral de Ricardo Lagos, quien convertido en presidente de Chile la nombró ministra de Salud. La reforma del sistema de salud y la mejora de la atención primaria concentraron los principales esfuerzos durante su gestión.


Tras la reforma de gabinete que emprendió Lagos en 2002, Bachelet fue designada titular del Ministerio de Defensa; un cargo que ninguna otra mujer había ejercido con anterioridad en toda América Latina.


Durante su mandato en este ministerio, la política chilena introdujo medidas para la igualdad de género en las fuerzas de seguridad y reformó el servicio militar obligatorio.


Después, la política chilena se convirtió en la primera mujer que alcanzó la presidencia de su país. En su primer periodo como jefa de Estado, entre 2006 y 2010, logró avances en la investigación sobre las violaciones a los derechos humanos cometidas durante la dictadura militar.


Tras culminar su mandato en marzo de 2010, Bachelet ejerció diversos cargos en foros y organismos internacionales. Entre septiembre de ese año y marzo de 2013 fue directora ejecutiva de ONU Mujeres.


Luego, Bachelet resultó electa para un segundo mandato presidencial, cuyo período finalizó en marzo del presente año.


En su segundo mandato como presidenta, logró aprobar la despenalización del aborto en tres causales pese a la presión de una parte de la clase política y de la iglesia.


Otra de las reformas consideradas transformadoras de la expresidenta fue la aprobación de la unión civil para personas del mismo sexo en un país donde ser homosexual fue ilegal hasta 1999.


Tras esta trayectoria en pro de los derechos humanos, la expresidenta chilena asumirá el cargo como alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos el próximo 1 de septiembre por un periodo de cuatro años.

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