Así comienza Dinamarca su nueva era tras dejar atrás las restricciones sanitarias

Con el freno de la mayoría de sus restricciones sanitarias, el país europeo le dio fin a la pandemia, una decisión que puede causar controversia por la evolución del virus y las olas de contagios en otras naciones. Sin embargo, aún se espera conocer sus resultados para que otros Estados puedan seguir o no sus mismos pasos
Fernanda Muñoz Fernanda Muñoz Publicado el
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Hace dos años, la población a nivel mundial entró en una etapa histórica: el inicio de la pandemia tras la detección del COVID-19, una situación que puso en alerta a la mayoría de los gobiernos implementando medidas preventivas urgentes.

El cierre de negocios, el uso obligatorio de las mascarillas, y la distancia y el aislamiento social, se convirtieron en actividades cotidianas, pero que hoy en día se han ido modificando en ciertas naciones, gracias al desarrollo de las vacunas contra el nuevo virus.

A partir de ayer, por ejemplo, en Dinamarca dejaron de solicitar todas esas medidas sanitarias, decretando el fin de la pandemia en el país.

“Dinamarca estará abierta de nuevo. Marca una transición hacia una nueva era para todos nosotros (…) Estamos listos para salir de la sombra del coronavirus. Le decimos adiós a las restricciones y bienvenida a la vida que conocíamos antes del COVID”, declaró Mette Frederiksen, primera ministra danesa.

La decisión del gobierno danés se dio tras registrar un descenso en el número muertos diarios por coronavirus, de 491 el mes pasado, a 17 el 31 de enero.

Además, respecto a su registro de nuevos contagios, al inicio de enero se dieron 940 mil 927, mientras que este lunes 29 mil 655, de acuerdo con datos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Hopkins.

Por otro lado, actualmente tienen 81.28 por ciento de su población completamente vacunada.

“Durante la pandemia, nuestra paciencia, perseverancia y unidad como daneses fue probada, y hoy podemos decir que pasamos la prueba”, añadió la funcionaria ante la prensa local, en compañía de algunos de los miembros de su gabinete.

De ese modo, a partir de ayer, en transportes públicos, espacios deportivos, restaurantes, cafés, bares, clubes nocturnos, tiendas de abarrotes y eventos religiosos, dejó de haber restricciones sobre el número de asistentes y otras medidas preventivas. Sin embargo, existirán recomendaciones generales de parte de los respectivos organizadores de cada establecimiento, como la decisión de pedir o no las cartillas de vacunación o el uso de las máscaras.

Daniel Muñoz, académico de Relaciones Internacionales de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, opina que este hecho sin duda generará mucha controversia, sobre todo porque mientras la nación danesa dio este paso, en el resto de Europa apenas están saliendo de la sexta ola de casos por coronavirus, originada tras la época decembrina.

Además, concuerda con que abre un debate tras las últimas declaraciones dadas a conocer por Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), quien aseguró que era “prematuro que cualquier país se rinda o declare victoria” ante la pandemia, pues se trata de un virus peligroso que continúa evolucionando “ante nuestros propios ojos”.

“Este virus seguirá evolucionando, por lo que hacemos un llamado a los países para que continúen con las pruebas, la vigilancia y la secuenciación. No podemos combatir este virus si no sabemos lo que está haciendo”, dijo Ghebreyesus.

El efecto internacional de la decisión en Dinamarca

Al decidir frenar la mayoría de las restricciones sanitarias a partir del día de ayer, además de que el gobierno danés les dio más libertad a sus ciudadanos, podría abrirle el paso a los grupos antivacunas de su nación, expandiendo el movimiento.

En entrevista, el internacionalista Daniel Muñoz considera que ello también podría hacer efecto en otras partes del mundo, dándole argumentos a este tipo de creyentes para seguir insistiendo a sus líderes políticos en detener las reglas sanitarias.

En Francia, Canadá, Italia, y Alemania, entre otras naciones, se han registrado diferentes protestas desde meses atrás, expresando los desacuerdos con las fuertes restricciones para prevenir el COVID-19 y sus variantes; sin embargo, previo a la decisión de Dinamarca, no habían causado ningún efecto.

Y aunque es poco probable que la mayoría de los gobiernos sigan los pasos de la primera ministra danesa debido a las diferencias demográficas que tienen, y por lo tanto los contagios y fallecimientos registrados, Muñoz sostiene que no se ve lejana la idea de que algunos sí tomen esa decisión por la presión generada por Dinamarca.

“El problema es que otros países podrían estar presionados con lo que Dinamarca está haciendo para finalmente hacer lo mismo (…) Por ejemplo, próximamente podríamos ver a Suecia o a algún otro país escandinavo aplicar esta clase de medidas. Incluso Israel, por el hecho de que ha controlado muy bien la pandemia, pero en otros Estados es mucho más difícil que se levanten las restricciones porque no están en las mismas condiciones”, agrega.

Bajo ese panorama, aún se espera conocer cuáles serán los resultados que arroje la decisión emitida en Dinamarca en torno al aumento o estabilización de los casos, pues de eso podría depender que otros gobiernos sigan sus pasos a mediano o largo plazo.

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