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Arranca el cónclave

Como está previsto, 115 cardenales emitirán cuatro sufragios (dos por la mañana y dos por la tarde) hasta lograr designar al nuevo Pastor Supremo de la Iglesia católica.

La votación tendrá lugar en la Capilla Sixtina. Comenzará después de que el cardenal Angelo Sodano lea la fórmula de juramento tras la cual cada purpurado dirá su nombre y dirá con una mano sobre los Evangelios: “Prometo, me obligo y juro”.

El cónclave se inscribe en un contexto en el que el Vaticano se ha visto trastocado por diversos escándalos de corrupción, tráfico de influencias y debilidades sexuales.

Como está previsto, 115 cardenales emitirán cuatro sufragios (dos por la mañana y dos por la tarde) hasta lograr designar al nuevo Pastor Supremo de la Iglesia católica.

La votación tendrá lugar en la Capilla Sixtina. Comenzará después de que el cardenal Angelo Sodano lea la fórmula de juramento tras la cual cada purpurado dirá su nombre y dirá con una mano sobre los Evangelios: “Prometo, me obligo y juro”.

El cónclave se inscribe en un contexto en el que el Vaticano se ha visto trastocado por diversos escándalos de corrupción, tráfico de influencias y debilidades sexuales.

La semana pasada, cuando tuvieron lugar las congregaciones generales del Colegio Cardenalicio, salieron a relucir las divisiones entre los purpurados de la Curia.

De un lado, están los que forman parte del círculo compacto de la Santa Sede y del otro, los del resto del mundo que piensan hay un sucesor electo con antelación.

De acuerdo con el rotativo italiano Il Corriere della Sera, la Curia Romana estaría apoyando al brasileño Odilo Pedro Scherer, de 63 años. 

El arzobispo de San Paulo “contaría con el apoyo de un secretario de Estado ‘sólido’ como el italiano Mauro Piacenza o el argentino Leonardo Sandri”.

Frente a la crisis de credibilidad y la pérdida de adeptos que enfrenta la Iglesia, expertos en religión han señalado la necesidad de contar un liderazgo que renueve esta institución, acercándola más a los fieles y a otros credos. 

Así lo ha indicado José Manuel Vidal, director de Religión Digital: “Necesitamos como el agua de mayo a un Juan XXIII. Sea de donde sea”.

‘Pro eligiendo Papa’

El cónclave de este martes inicia con una misa matutina, “pro eligiendo Papa”, que se oficia en la basílica de San Pedro. Así comienza el proceso electoral formalmente. 

Los cardenales electores (que tienen cómo máximo 80 años de edad) se congregan en la Capilla Paulina desde donde sale una procesión solemne rumbo a la Capilla Sixtina. Es ahí donde acontece el “cum clavis” (bajo llave), término latín de cónclave.

Habrá Papa cuando alguno de los candidatos sume dos tercios más uno de los votos. Así lo dispone el Motu propio que Benedicto XVI emitió el 25 de febrero pasado.

Desde el siglo XIX, no se registran cónclaves que hayan durado más de cuatro días.

La elección de Juan Pablo II, por ejemplo, se hizo en dos días en 1978. La de Benedicto XVI, en un día y medio. 

Esta vez se ha hecho pública la intención de que antes de los festejos de la Semana Santa se cuente con un jefe del Estado Vaticano. 

¿Cómo es el proceso?

— El “cum clavis”, o cónclave, alude a las condiciones de reclusión y aislamiento absoluto para llevar a cabo la elección del Papa: se evitan a toda costa intromisiones del mundo exterior.

— Desde el Sínodo Laterano de 1139 la elección papal es competencia exclusiva de los cardenales; este criterio sólo se cuestionó en el Cisma de Occidente (1378-1418).

— El Colegio Cardenalicio distintas dimensiones a través del tiempo. En el siglo XIII contó con siete miembros y en la actualidad cuenta 270. Con Juan XXIII, se incrementó el número de purpurados a fin de lograr la mayor representatividad geográfica y nacional.

— Pablo VI fue quien en 1970 condicionó que los electores sean los menores de 80 años, disposición vigente hasta ahora.

— Puede ser candidato cualquier varón bautizado y ordenado como obispo con al menos cinco años de presbítero. Debe ser mayor de 35 años.

— La nacionalidad no tiene candado, pese a que la tradición milenaria ha impuesto la costumbre de elegir papas italianos. Pero el polaco Juan Pablo II y el alemán Benedicto XVI son los papas de la historia reciente nacidos fuera de Italia. 

— Joseph Ratinzger impuso la mayoría tradicional (dos tercios de la votación) para elegir al Sumo Pontífice.

Es decir, se debe contar con 77 votos de los 115 cardenales electores para que la “fumata bianca” salga en el Vaticano.

— Luego de cada dos votaciones, las papeletas y notas de los escrutadores son incineradas en una estufa: el tradicional humo que se ve salir por una chimenea dispuesta en el tejado de la Capilla Sixtina. 

— Si el resultado de las votaciones es negativo, los papeles se queman junto con una paja húmeda que producen un humo negro. 

Si con los papeles se quema una paja seca, sale un humo de color blanco, el anuncio al mundo de que un nuevo Papa ha sido electo.

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