Armados, ricos e influyentes
Si pierdes una batalla, lo más común es que cambies de estrategia.
Y así lo hizo la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés), después de que en la década de 1990 perdiera varios casos judiciales, luego de desafiar los leyes de control de armas.
La NRA es el principal promotor y defensor de los derechos de la Segunda Enmienda, la portación, compra y manipulación de armamento en Estados Unidos como derecho básico para todos los ciudadanos.
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De los 23 fiscales que escribieron a Obama en 2009 para oponerse a la renovación de la prohibición de armas de asalto, 14 habían recibido dinero de la NRA
La NRA, además de financiar a la LEAA, ha donado millones de dólares directamente a los candidatos en las contiendas estatales y a procuradores generales
Si pierdes una batalla, lo más común es que cambies de estrategia.
Y así lo hizo la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés), después de que en la década de 1990 perdiera varios casos judiciales, luego de desafiar los leyes de control de armas.
La NRA es el principal promotor y defensor de los derechos de la Segunda Enmienda, la portación, compra y manipulación de armamento en Estados Unidos como derecho básico para todos los ciudadanos.
Su estrategia ha sido elegir los jueces –simpatizantes de su agenda a favor de los fusiles– gracias a que envía dinero a la Alianza por la Aplicación de la Ley de EU (LEAA, por sus siglas en inglés).
La LEAA, de acuerdo a su sitio en Internet, trabaja a favor de oficiales y víctimas del delito.
Dicha alianza está ganando reconocimiento en el país en el momento en el que el gobierno de Washington está teniendo un férreo debate sobre el control de armas, revivido con fuerza después de la masacre en la primaria Sandy Hook, en Newtown, Connecticut.
Los defensores de las restricciones temen que la LEAA, con presencia indirecta de la NRA, entre al debate, creando la impresión de que la aplicación de la ley es una cuestión que divide a la comunidad.
NRA: Armados y ricos
Que la NRA promueva candidatos judiciales no solo no es nada nuevo, sino además es completamente legal en la política estadounidense.
Sin embargo, lo menos conocido de esta asociación es el alcance del apoyo financiero que recibe.
La LEAA recibió al menos 2 millones de dólares por parte de la NRA entre 2004 y 2010, de acuerdo a un informe basado en los registros de impuestos que se dio a conocer el jueves por el Centro para el Progreso Norteamericano (CAP, por sus siglas en inglés).
Durante ese periodo, las donaciones del grupo pro armas representan alrededor de un cuarto de los fondos de la Alianza, llegando en 2009 a ser un tercio del total.
La mayoría de las autoridades nacionales y cuerpos policiales se están alineando con el presidente Barack Obama en su empuje hacia unas leyes de armas más estrictas estimuladas por los últimos hechos violentos donde se han visto involucrados fusiles obtenidos de manera legal.
¿Es importante la LEAA?
La LEAA, organizada como un grupo sin fines de lucro, no ha detallado sus fuentes de financiamiento y por ley no se requiere que lo haga.
La Alianza se opone a muchos de los puntos de la agenda del mandatario demócrata sobre las restricciones de armas, básicamente iniciando disputas contra la revisión de antecedentes por parte de las autoridades federales, algo que Obama quiere expandir.
Otra de sus actividades ha sido tratado de anular y de volver inconstitucional la legislación que busca prohibirlos rifles de asalto aprobada en algunas ciudades y estados.
El presidente quiere restablecer una prohibición federal similar que expiró en 2004.
“La LEAA es un ‘grupo vanguardia’ para la NRA”, dijo Joshua Horwitz, director ejecutivo de la Coalición para Detener la Violencia con Armas, que respalda las nuevas restricciones de fusiles.
“La historia es acerca de la NRA y lo lejos que estos tipos van a llegar para hacer aliados”, dijo.
Los apoyos de Obama
Obama y sus aliados en el Congreso se apoyan en grupos que representan a la policía para ayudar a que el presidente gane su batalla para lograr las restricciones propuestas en enero pasado.
El primer viaje del jefe de Estado a principios de este mes para promover su agenda para el control de las armas de fuego fue al centro especial de operaciones del Departamento de Policía de Minneapolis.
La Asociación para la Aplicación de la Ley Nacional para Prevenir la Violencia Armada, entre cuyos miembros hay jefes de policía, es uno de los principales grupos que apoyan el aumento a la regulación de las armas.
La Orden Fraternal de la Policía, que representa a 335 mil agentes del orden, apoya la expansión de la verificación de antecedentes y las nuevas leyes de tráfico de armas.
Aunque la LEAA no ha sido parte del debate sobre las armas desde que 20 niños y seis adultos fueron asesinados en la Primaria Sandy Hook, eso podría cambiar a medida que las nuevas propuestas se presenten en el Congreso, dijo Billy Corriher, autor del informe del Centro para el Progreso Estadounidense.
(Con información de Bloomberg News)
La fuerza de la NRA
La NRA, que cuenta con más de 4 millones de miembros.
En 2011 tuvo ingresos por 219 millones de dólares, de acuerdo con las declaraciones de impuestos del grupo.
Más de 100 millones de dólares correspondieron a cuotas de membresía, mientras que 59 millones procedían de la industria de las armas y otros donantes.
Spitzer dijo que la NRA ha sido “el motor” de la promulgación de leyes proarmas en las legislaturas estatales, incluyendo “el porte oculto”, que permite a los individuos portar pistolas escondidas, especialmente cortas.
En 1981, dos estados tenían leyes de ese carácter, mientras que 39 estados las tienen hoy, dijo.
En 2009, 23 fiscales generales escribieron a Obama para oponerse a la renovación de la Ley federal de prohibición de armas de asalto.
De los 21 abogados generales electos que firmaron la carta, 14 habían recibido dinero de la NRA, según el informe de la CAP.
La NRA ha sido fundamental para pasar la llamada ley “Stand Your Ground” (“Defiende tu tierra”) en 25 estados en los últimos siete años, dijo Spitzer.
Estas leyes establecen que una persona puede usar la fuerza letal sin la obligación de retirarse si perciben una amenaza ilegal.