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Africanas, líderes del emprendimiento

Dos países africanos tienen los porcentajes más altos de mujeres emprendedoras. No obstante, la falta de conocimiento empresarial y las ideas conservadoras no permiten que sus negocios generen grandes ingresos

A pesar de las dificultades que existen para el desarrollo empresarial de las mujeres en todo el mundo y en especial los conflictos que enfrentan las africanas, dos países de África se han convertido en un referente del emprendimiento femenino. Uganda y Botsuana son las dos naciones en las que las mujeres representan más del 30 por ciento de emprendedores de su país, de acuerdo a un informe del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés).

Uganda es el país con el porcentaje más alto de emprendedoras en el mundo. El 34.8 por ciento de quienes inician un negocio en esta nación de África son mujeres, cifra que supera los porcentajes de Estados Unidos, Rusia y Nueva Zelanda.

34.8%
De emprendedores en Uganda son mujeres

Uganda tiene un porcentaje tan alto porque en los últimos años el crecimiento de los negocios dirigidos por mujeres ha sido del 236 por ciento, frente al 153 por ciento de los encabezados por hombres, de acuerdo al informe del WEF.

Como parte del Foro Económico Mundial sobre África 2017, una mujer empresaria de Uganda y cinco de otros regiones del continente fueron reconocidas por su desarrollo como emprendedoras. Las seleccionaron por tener un negocio por al menos tres años y una tecnología o modelo comercial innovador.

La mujer ugandesa reconocida fue Esther Karwera, quien dirige Akorion, una empresa que ha desarrollado un software que conecta a los pequeños agricultores con las cadenas de venta. Desde su lanzamiento en 2015, la empresaria ha tejido una red que incluye 42 mil agricultores.

Otro caso de éxito empresarial es el de Elizabeth Nyeko, cofundadora y directora ejecutiva de Mandulis Energy, una empresa con sede en Kampala, Uganda. Mandulis es un desarrollador de proyectos innovadores de energía renovable que fue creado en 2012. Su enfoque es la entrega de energía productiva para impulsar el desarrollo económico en las comunidades agrícolas rurales. Como resultado, en 2016 el Foro Económico Mundial reconoció a Nyeko como una de las diez mejores innovadoras femeninas en África.

Sin embargo, el caso de Karwera y Nyeko son una excepción. El empresariado femenino ugandés crea sus compañías no por la abundancia de oportunidades, sino obligado por la necesidad de sobrevivir. Muchas mujeres se convierten en empresarias porque es su única alternativa para cubrir los gastos de su familia, de acuerdo a medios de Uganda. En algunos circunstancias las mujeres que emprenden sólo logran pagar un techo y alimentos.

La mayoría de ugandesas crea pequeños proyectos individuales que representan el 86 por ciento del total de emprendimientos femeninos. Estas iniciativas no tienen capacidades de contratación para apoyar otros sectores de la sociedad ugandesa con empleos.

86%
Del total de emprendimientos femeninos en Uganda son pequeños proyectos individuales

Hay una serie de factores que no permiten el crecimiento de las emprendedoras. Las deficiencias formativas en las mujeres son uno de los elementos que no permite que despeguen sus proyectos. La falta de conocimientos de gestión lleva a estrategias que no rinden frutos, tales como la acumulación de diferentes líneas de negocio, sin haber consolidado antes las que resultan rentables, de acuerdo a casos descritos por medios ugandeses.

Además, los emprendimientos de mujeres se encuentran en la mayoría de ocasiones en los sectores del comercio, alojamiento y alimentación, no obstante, apenas tienen participación en industrias más rentables como agricultura, pesca, transporte o comunicación, de acuerdo al estudio “Desarrollo de la iniciativa empresarial de las mujeres en Uganda”.

Por otra parte, las ugandesas emprendedoras se enfrentan a tradiciones contrarios a su independencia económica, tales como la obligatoriedad de dedicarse a las tareas domésticas y el cuidado de los hijos.

También se suman restricciones legales para las mujeres, como la norma de que ciertos activos financieros, como las tierras, se transmitan en herencia sólo a hombres. A su vez, la mayor parte de mujeres no tiene cuentas bancarias ni historial crediticio a su nombre, lo que dificulta la obtención de apoyos financieros.

A pesar de esas circunstancias, las mujeres ugandesas ocupan el 52 por de los puestos de trabajo.

Sin embargo, sólo el 13.8 por ciento de las mujeres del país tienen un empleo en el sector formal, frente al 27.9 por ciento de los hombres, según el estudio sobre desarrollo empresarial en Uganda.

Ante esto, los agentes económicos nacionales incentivan a las mujeres con apoyos financiera para ensanchar la actividad de un país pobre y con grandes tasas de desempleo.

Un ejemplo de esto es el lanzamiento en 2016 del programa Uganda Women’s Entrepreneurship Programme (UWEP), que ofrece créditos sin interés y asesoramiento a proyectos empresariales creados por mujeres.

PrestAD es otra iniciativa que surge desde la organización no gubernamental África Directo y que también ayuda a las mujeres africanas para desarrollar proyectos empresariales. Muchos de los emprendimientos que apoya esta asociación son de comercio minorista con alimentos, ropa o productos básicos para el hogar.

El segundo también es africano

Botsuana es el segundo país con más emprendedoras en el mundo. Las mujeres botsuanas representan el 34.6 por ciento del total de personas con negocios, según el informe de WEF.

34.6%
De emprendedores en Botsuana son mujeres

El país africano logra esta cifra gracias a factores como la alta participación de mujeres en el mercado laboral y su creciente presencia en puestos profesionales altos: un 31 por ciento de los altos mandos corporativos están en manos de mujeres, frente al 25 por ciento de media mundial.

31%
De los altos cargos en las empresas es ocupado por mujeres en Botsuana, frente al 25% de la media mundial

Como en Uganda, otro de los elementos favorables se cuenta también la existencia de programas gubernamentales de ayuda a las emprendedoras. Su alcance es limitado, pero los pequeños préstamos, de unos 25 mil dólares como máximo por proyecto, han logrado impulsar muchos emprendimientos.

La normativa de Botsuana no obstaculiza el derecho a la propiedad y la herencia por parte de las mujeres, al contrario del caso ugandés. Sin embargo, la mayoría de los activos financieros están en manos de hombres, lo que implica que muchas mujeres no pueden obtener créditos para lanzar sus proyectos.

En otras regiones de África

Las otras mujeres que fueron reconocidas en el Foro Económico Mundial sobre África 2017 son emprendedoras que están innovando en diferentes áreas.

Ese es el caso de Oluwayimika Angel Adelaja, directora de Fresh Direct, una empresa nigeriana pionera en agricultura urbana. La compañía dice que sus granjas urbanas orgánicas usan menos agua y tierra que la agricultura convencional, mientras que producen un rendimiento 15 veces mayor.

Temie Giwa-Tubos también ha sido reconocida por su iniciativa LifeBank. Se trata de una empresa nigeriana fundada en 2016 que entrega sangre y productos médicos de alto valor a centros de salud. Usar modelos predictivos para garantizar que los trabajadores de la salud obtengan los insumos que necesitan para salvar vidas.

En Sudáfrica está el caso de Aisha Pandor, fundadora de SweepSouth, una empresa que ha generado empleos para 3 mil personas que hacen limpieza doméstica.