No hay imagen disponible

Volatilidad china

La Bolsa de Valores de Shanghái, la más grande de China continental, se ha comportado como una montaña rusa en las últimas semanas, y en la opinión de los expertos aún falta turbulencia por venir y esto no debería de sorprender a nadie.

El principal índice accionario de Shanghái alcanzó un pico histórico de más de 5 mil 166 puntos el 12 de junio de este año, colocándose casi 150 por ciento por encima del nivel que registró un año antes.

Pero un mes después, para el 08 de julio, el índice había caído más de 32 por ciento desde su pico. 

La Bolsa de Valores de Shanghái, la más grande de China continental, se ha comportado como una montaña rusa en las últimas semanas, y en la opinión de los expertos aún falta turbulencia por venir y esto no debería de sorprender a nadie.

El principal índice accionario de Shanghái alcanzó un pico histórico de más de 5 mil 166 puntos el 12 de junio de este año, colocándose casi 150 por ciento por encima del nivel que registró un año antes.

Pero un mes después, para el 08 de julio, el índice había caído más de 32 por ciento desde su pico. 

A partir de este nadir, una intervención gubernamental sin precedentes logró impulsar en más de 17 por ciento el índice en las semanas posteriores.

Pero este entusiasmo sólo fue momentáneo, pues a partir del 23 de julio el índice ha registrado caídas continuas que ya suman un desplome de más de 11 por ciento. Esto incluye una caída de 8.5 por ciento durante el lunes – su segunda peor jornada en la historia y la más grande desde febrero del 2007, en medio de la crisis financiera global.

En la opinión de Linda Yueh, investigadora de la Universidad de Oxford y profesora de la Escuela de Negocios de Londres, esta volatilidad está lejos de terminarse, y tiene que ver tanto con la estructura de los mercados chinos como con el perfil de los inversionistas que participan en éstos.

El próximo crash 

Yueh señala que en parte la volatilidad se debe a la composición de la actividad en los mercados accionarios chinos, donde el 85 por ciento de las transacciones son realizadas por inversionistas minoristas (es decir, aquellos que invierten por su cuenta sin usar a una casa de bolsa o banco).

Estos pequeños inversionistas, a diferencia de sus contrapartes institucionales, carecen de información y de conocimientos suficientes para manejar su dinero sin dejarse llevar por el rumor y las emociones. En contraste con el caso de China, en la mayoría de los grandes mercados son los inversionistas institucionales quienes son los mayores participantes del mercado.

Yueh agrega que la falta de liquidez y de integración al sistema financiero global vuelve a los mercados chinos aún más vulnerables a la volatilidad, ya que cuando se meten en problemas no tienen acceso a fuentes alternativas de dinero.

La experta concluye que “hasta que el mercado accionario de China se abra y su cimiento institucional se vuelva más predecible, la volatilidad será la única regla que lo guíe”.

Te puede interesar