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Falacias trumpianas

Si la elección presidencial de 2016, una de las más disruptivas en la historia política de Estados Unidos,  ha dejado alguna lección, ésta es que todo puede suceder. Entre los analistas políticos crecía el consenso de que la jornada electoral del 8 de noviembre sería un mero trámite para la candidata demócrata, Hillary Clinton.

 

2.9%
creció la economía de Estados Unidos en términos anualizados en el tercer trimestre del 2016
Uno de los puntos más consistentes en la campaña de Trump es su crítica a la relación comercial entre México y Estados Unidos, cimentada en el TLCAN 

Si la elección presidencial de 2016, una de las más disruptivas en la historia política de Estados Unidos,  ha dejado alguna lección, ésta es que todo puede suceder. Entre los analistas políticos crecía el consenso de que la jornada electoral del 8 de noviembre sería un mero trámite para la candidata demócrata, Hillary Clinton.

 

Sin embargo, el viernes, el director del Buró Federal de  Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) anunció que reabriría una investigación contra Clinton en relación al uso de un servidor privado para correos electrónicos  durante su gestión como secretaria de Estado.

 

Esto abrió una ventana de oportunidad para Donald Trump, el candidato republicano, quién ha presentado un avance meteórico en las encuestas en los últimos días. Ayer, el promedio nacional de encuestas nacionales, recabado por el sitio Real Clear Politics, cerró la brecha entre las preferencias electorales de Clinton y Trump a 2.5 puntos porcentuales, dentro del margen de error.

 

Los mercados reaccionaron de inmediato. El índice de volatilidad VIX, referido como “el termómetro del miedo” se disparó diez por ciento al darse a conocer la noticia.  El tipo de cambio escaló por encima de los 19 pesos por dólar, acabando con una breve racha de recuperación de la moneda mexicana.

 

La trayectoria del peso se ha convertido en el indicador preferido del mercado para medir el riesgo de que Trump gane las elecciones. Desde el viernes, la divisa mexicana ha perdido el 2.1 por ciento de su valor frente al dólar. Esto ha puesto de manifiesto que, con el regreso del candidato republicano a una posición de competitividad electoral, también ha vuelto la posibilidad de que se implemente su plataforma de política económica.

 

Uno de los puntos más consistentes en la campaña de Trump es su crítica a la relación comercial entre México y Estados Unidos, cimentada en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

 

El gran acierto de Trump, en términos políticos, ha sido el de acaparar el enojo de los “perdedores de la globalización”. La clase trabajadora de Estados Unidos, particularmente la del sector manufacturero, es uno de los grupos cuyo ingreso ha mostrado el menor avance en los últimos treinta años, de acuerdo al economista serbio americano Branko Milanovic.

 

Diagnóstico equivocado

 

Trump se ha encargado de dibujar la imagen de una economía estadounidense en franco deterioro, atribuyéndolo en gran medida al “abuso” de los principales socios comerciales de Estados Unidos.

 

No obstante, este diagnóstico desentona con la realidad.  La economía estadounidense se acerca al pleno empleo y al nivel objetivo de inflación de 2 por ciento del banco central. En el tercer trimestre del año, el producto interno bruto se expandió 2.9 por ciento en términos anualizados.

 

La recuperación económica se ha vuelto patente incluso en los sectores más sensibles al proceso de globalización. De acuerdo a Bloomberg, en junio del 2009, en plena recesión, existían 623 mil trabajadores en la industria automotriz. La cifra actual escala a 924 mil trabajadores, un aumento de alrededor de 50 por ciento en relación al punto mínimo de hace siete años.

 

El argumento de Trump de que el TLCAN ha sido un mal acuerdo para Estados Unidos encuentra poco sustento. Un estudio del Servicio de Investigación del Congreso de Estados Unidos, firmado por los especialistas en comercio Ángeles Villarreal e Ian Ferguson, concluye que el tratado no es responsable de un aumento o pérdida neta de empleos estadounidenses. Pero, confirma que el TLCAN ha vuelto más competitiva y eficiente a la economía de Estados Unidos.

 

México y China, diferentes

 

La plataforma del candidato republicano pone bajo la misma lupa a México y a China. Sin embargo, el efecto de la relación comercial de estos países con Estados Unidos es diametralmente diferente.

 

Mientras que el déficit comercial de Estados Unidos con México apenas rebasó los 60 mil millones de dólares en 2015,  la cifra comparable con China fue de 367 mil millones de dólares.

 

Además, la producción manufacturera mexicana guarda una estrecha relación con firmas estadounidenses mediante una de las cadenas de suministro más competitivas del mundo. En promedio, un producto de manufactura hecho en México, cruza la frontera con Estados Unidos alrededor de ocho veces antes de llegar al consumidor final.

 

Kansas City Southern, una empresa ferrocarrilera, es un ejemplo de esta relación. El 48 por ciento 

de los ingresos de transporte de carga industrial de la firma provienen de México. Esto le ha permitido crecer su fuerza laboral en 9 por ciento en los últimos cinco años.

 

Lo anterior es una prueba de que el TLCAN también crea empleos al norte de la frontera. Aunque esto no le queda claro a la plataforma económica de Trump, el mercado apuesta por empresas mexicanas que guardan con una estrecha relación con Estados Unidos.

 

Las dos acciones que presentan el mejor rendimiento en el mercado de valores de México en lo que va del año son Peñoles y Cemex.

 

La primera, que registra un avance de 157 por ciento, vende el 73 por ciento de sus productos en Estados Unidos. La segunda, que presenta un rendimiento de 85.7 por ciento, depende directamente del crecimiento del sector de la construcción estadounidense.

 

Trump y el comercio

 

El plan de 7 puntos del candidato republicano para “reconstruir a la economía estadounidense”:

 

1 Retirarse del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP por sus siglas en inglés)

 

2 Designar a negociadores duros e inteligentes que operen en nombre de los trabajadores americanos

 

3 Ordenar al secretario de Comercio identificar todas las violaciones a acuerdos comerciales actuales que dañan a los trabajadores americanos

 

4 Renegociar inmediatamente los términos del TLCAN, retirarse del acuerdo si los socios se niegan a una renegociación y acabar con las maquiladoras mexicanas que eliminan empleos estadounidenses

 

5  Ordenar al Departamento del Tesoro etiquetar a China como un manipulador de divisas

 

6  Instruir al representante de Comercio de Estados Unidos de promover casos contra China en el país y en la Organización Mundial del Comercio

 

7Usar todo el poder presidencial disponible para acabar con las disputas comerciales de actividades ilegales de China.