Termómetros de la economía

Existen indicadores que denotan la realidad económica, pero en la mayoría de los casos los inversionistas necesitan anticipar los riesgos de sus inversiones.

Las calificadoras de valores son un soporte para que se puedan medir las expectativas financieras de las empresas o los gobiernos que emiten deuda o capital, y las condiciones que tienen para cumplir sus compromisos futuros.

Si hay una instancia con capacidad, sin tener la autoridad legal de castigar a una empresa o a un gobierno, son las agencias calificadoras.

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bancos en México sufrieron baja en calificación el jueves pasado.
Se ha cuestionado el papel de estas instituciones por su incapacidad para prevenir la crisis hipotecaria de 2008.

Existen indicadores que denotan la realidad económica, pero en la mayoría de los casos los inversionistas necesitan anticipar los riesgos de sus inversiones.

Las calificadoras de valores son un soporte para que se puedan medir las expectativas financieras de las empresas o los gobiernos que emiten deuda o capital, y las condiciones que tienen para cumplir sus compromisos futuros.

Si hay una instancia con capacidad, sin tener la autoridad legal de castigar a una empresa o a un gobierno, son las agencias calificadoras.

Con sus evaluaciones del desempeño de las empresas emisoras de deuda, toman un rol central en la economía.

Las agencias calificadoras de deuda se crearon para esclarecer información financiera y que los inversionistas puedan tomar mejores decisiones.

De esta manera se puede saber con seguridad el peligro de cierta deuda y no invertir solamente analizando la tasa de retorno.

Constantemente en las noticias se observa cómo las calificadoras principales; Moody’s, S&P y Fitch Ratings amenazan con rebajar la deuda de algunas empresas deterioradas o de países con problemas.

Aunque en los últimos años se ha cuestionado el papel de estas instituciones debido a la incapacidad de prevenir la crisis hipotecaria del 2008 o las industrias en decadencia.

Cuando más las necesitaban…

El papel que jugaron las calificadoras de deudas ha sido considerado como una de las causas involucradas en la crisis financiera del 2008.

Se le critica su falta de rigor en las calificaciones, al tener evaluaciones altas de empresas que finalmente resultaron en bancarrota.

Tanto así que en el reporte de la Comisión de Investigación de la Crisis Financiera determinó como una de las conclusiones que “las fallas de las agencias de calificación de crédito fueron determinantes importantes en el camino a la destrucción financiera”, al considerar que las tres agencias importantes no impidieron el crecimiento del mercado de bonos relacionados al mercado hipotecario, el cual finalmente causó la crisis.

Entre el 2000 y el 2007 hubo 45 mil bonos de deuda hipotecaria con calificación AAA (la más alta que otorgan). Durante el 2006, a dos años de que reventara la burbuja hipotecaria, Moody’s evaluó con la mejor calificación posible a 30 bonos de este mercado por cada día laboral.

La deuda hipotecaria que toda la gente obtenía fácilmente, se volvió imposible de pagar y las calificadoras tuvieron que hacer algo al respecto, claro que ya muy tarde.

Un año después, el 83 por ciento de los bonos tuvieron que ser degradados por el inminente riesgo de mercado.

Parte de la crítica a estas agencias es por las presiones que recibían las calificadoras por parte de las empresas para mantener una alta calificación en su deuda.

Pueden tener problemas de incentivos por la forma en que generan dinero. Una de ellas es porque son las empresas emisoras o los gobiernos los que pagan porque los califiquen y esto crearía conflicto de intereses.

Así como los administradores de los fondos son los que pagan por las calificaciones de los valores ahí invertidos.

Otra vez la alarma…

Junio fue duro para España en muchos sentidos, incluyendo sus calificaciones.

La deuda soberana del gobierno español llegó casi a nivel de bonos basura.

El riesgo implicado por estas calificaciones ha provocado el mayor alza de las tasas de interés de largo plazo que llegó hasta 7.16 por ciento el 18 de junio.

El lunes pasado continuó la dura degradación de calificación en España, esta vez con la industria financiera.

En este caso, 28 bancos españoles fueron degradados. De acuerdo con Moody’s, los bancos están expuestos al mercado hipotecario, por lo que la probabilidad de un rescate externo es alta.

Bankia ya fue rescatado por el gobierno, y los demás bancos peligran. A raíz de esto, Moody’s ya tomó acciones para que los inversionistas estén advertidos. Sin embargo, en caso de que el sistema bancario español no pueda recuperarse pronto, las calificadoras serán cuestionadas sobre qué tanto se tardaron en rebajar las calificaciones.

A México llegó también el golpe de Moody’s al reducir la calificación de 10 bancos con operaciones en el país, entre ellos BBVA Bancomer y Santander, por “el alto grado de exposición del balance general a la deuda soberana local en comparación con las bases de capital de los bancos”.

Con la incertidumbre en los mercados, el papel de las calificadoras es crucial para evitar inversiones que podrían dañar la economía. Por eso, estas empresas deben asumir la responsabilidad de proveer la mejor información.