Adiós a la guerra de Bannon
Stephen Bannon es el hombre que mejor representaba la visión de America First al interior de la administración de Donald Trump. Sin la influencia del exjefe de estrategia de la Casa Blanca no es posible entender por qué este gobierno ha sido tan disruptivo.
Rodrigo Carbajal
Stephen Bannon es el hombre que mejor representaba la visión de America First al interior de la administración de Donald Trump. Sin la influencia del exjefe de estrategia de la Casa Blanca no es posible entender por qué este gobierno ha sido tan disruptivo.
Bannon, un empresario de medios que dirigió el sitio Breitbart News, un portal de internet asociado a la derecha nacionalista, ha sido el factor clave para la toma de decisiones trascendentales como la salida de Estados Unidos del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés) y del Acuerdo Climático de París.
Hoy, Bannon, presionado políticamente por sus adversarios en la Casa Blanca, se encuentra al centro del debate público y mediático en Estados Unidos. El viernes, un reporte del diario The New York Times y un reporte del portal Axios señalaron que el presidente Trump decidió pedir la renuncia de Bannon. Los mercados accionarios estadounidenses celebraron la noticia.
Lo anterior ocurrió luego de que el periodista Robert Kuttner, de la revista The American Prospect, publicó un extracto de una reveladora conversación que sostuvo con el jefe de estrategia de la administración de Trump.
“Estamos en una guerra económica con China, (…) hemos llegado a la conclusión de que ellos están en una guerra económica y nos están haciendo pedazos”, fueron las palabras de Bannon. A su entender, la supervivencia hegemónica de Estados Unidos depende de la implementación de sanciones comerciales agresivas, ya sea mediante acusaciones de dumping de acero y de aluminio o de quejas que eliminen la coerción que ejercen las autoridades chinas sobre la transferencia de tecnología que realizan las compañías estadounidenses en ese país.
“Para mí, la guerra económica con China lo es todo”, sentenció. No es un asunto menor, se trata de las dos mayores economías del planeta. El año pasado, el volumen del intercambio comercial entre Estados Unidos y China fue de 530 mil millones de dólares.
Enfrentamiento en la Casa Blanca
Sin embargo, el riesgo de un enfrentamiento comercial mayor ha quedado neutralizado por la salida de Bannon, identificado con el movimiento de la economía nacionalista. De hecho, en la conversación que sostuvo con The American Prospect, Bannon reconoce que no fue una figura cómoda dentro de la administración: “Peleo todos los días aquí, seguimos peleando. Está el Tesoro y Gary Cohn y Goldman Sachs en cabildeo constante”.
No es la primera vez que se hacen públicos sus roces con Gary Cohn, el director del Consejo Económico Nacional que fue presidente de Goldman Sachs antes de integrarse al equipo de Trump. Para muchos, en este conflicto, aún vigente en la Casa Blanca, se juega el futuro de la visión de mundo del gobierno estadounidense: la globalización cosmopolita, de integración y apertura económica, contra el aislacionismo nativista, que privilegia el proteccionismo comercial.
Bajo el enfoque transaccional de Bannon y de Trump, el rol de Estados Unidos como líder global ha dado lugar a acuerdos, tácitos o explícitos, que le son desfavorables. Su relación con México en el ámbito migratorio, su relación con China en el terreno comercial y su relación con la OTAN en el campo militar son los ejemplos más citados.
El mayor riesgo de America First
Sin embargo, más allá de temas coyunturales e incluso de la posibilidad de iniciar un conflicto comercial con China, las políticas de aislamiento que están en línea con el discurso de America First implican un riesgo de mayor proporción: el desmantelamiento de la arquitectura institucional del sistema financiero internacional.
Benjamin Cohen, profesor de economía política internacional en la Universidad de California, sugiere que, por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, puede considerarse que el dólar dejará de ser el activo de reserva global por excelencia del sistema financiero.
La tesis de Cohen es sencilla: los riesgos geopolíticos inherentes a las decisiones tomadas por la administración de Trump han mermado la confianza de los inversionistas en el dólar, considerado el activo más seguro de los últimos 70 años.
En los primeros 200 días de la administración de Trump, el dólar perdió el 10 por ciento de su valor frente a una canasta ponderada de divisas extranjeras. Cohen atribuye este fenómeno al hecho de que, frente a episodios de aversión al riesgo, el mercado busca activos de resguardo alternativos como el yen japonés o el franco suizo.
El dólar se fortaleció durante la crisis financiera de 2008 e incluso durante la crisis del techo de deuda (en el que S&P recortó temporalmente la calificación AAA de los bonos del Tesoro). No obstante, la visión aislacionista de Trump podría romper con esta condición.
Si bien, la tesis de Cohen aún no se ha vuelto generalizada entre el consenso de analistas y académicos, la postura hace eco en el análisis de riesgos que la firma de consultoría política Eurasia Group realizó en enero de este año. De acuerdo a la firma, la postura de America First y su efecto en el debilitamiento de la arquitectura financiera internacional significa el mayor riesgo geopolítico de 2017: “Un Estados Unidos independiente acelera la fragmentación del comercio global y los flujos de capital”.
Bannon, el mayor ideólogo de una visión que podría poner en jaque al status quo del sistema financiero global, ha salido de la Casa Blanca. Pero, su influencia permanece. Bannon le dijo a The American Prospect que está realizando un esfuerzo para formar una coalición de la izquierda y la derecha radical en torno al tema comercial. El momento no podría ser mejor; se está renegociando el TLCAN. Tal vez sea su acto de despedida.