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Shell se va de ‘shopping’

A un precio estimado de 70 mil millones de dólares en acciones y efectivo, la petrolera anglo-holandesa Royal Dutch Shell anunció ayer haber accedido comprar a la británica BG Group en lo que expertos describen como la mayor adquisición energética en, por lo menos, la última década.

El valor de la operación contemplaría una prima de aproximadamente 52 por ciento sobre el precio promedio de las acciones de BG de los últimos tres meses, mostrando la seriedad del interés de Shell.

A un precio estimado de 70 mil millones de dólares en acciones y efectivo, la petrolera anglo-holandesa Royal Dutch Shell anunció ayer haber accedido comprar a la británica BG Group en lo que expertos describen como la mayor adquisición energética en, por lo menos, la última década.

El valor de la operación contemplaría una prima de aproximadamente 52 por ciento sobre el precio promedio de las acciones de BG de los últimos tres meses, mostrando la seriedad del interés de Shell.

De obtener la aprobación de los reguladores y proceder, la compra expandiría las reservas probadas de petróleo y gas de Shell en 28 por ciento y la convertiría en la tercera mayor empresa energética del mundo por valor de mercado, rebasando a la estadounidense Chevron.

La adquisición también le permitiría a Shell convertirse en la mayor productora de gas natural licuado, un área de la industria en la cual ya goza de liderazgo y que expertos consideran tiene gran potencial de crecimiento, sobre todo en mercados emergentes como China y Brasil.

Pero además de esto, los expertos indican que el acuerdo podría desatar una ola de adquisiciones y fusiones que consolide significativamente la industria energética global, tal y como ocurrió hace 15 años.

¿Quién sigue?

La caída de más de 50 por ciento que los precios del petróleo han experimentado desde el año pasado ha presionado a las empresas energéticas, por lo que los expertos habían especulado sobre si las grandes compañías se lanzarían a la compra de competidores pequeños y medianos que se vieran en aprietos.

Pero la compra de BG por parte de Shell da crédito a especulaciones como la que el diario The Wall Street Journal realizó el año pasado, cuando teorizó que incluso las empresas de mayor tamaño podrían ser arrastradas hacia la consolidación.

Esto se asemeja a lo ocurrido a finales de los noventa cuando una fuerte y prolongada caída en los precios petroleros contribuyó a la creación de un pequeño grupo de empresas que domina el sector energético global desde entonces.

En ese entonces, British Petroleum (BP) compró Amoco y Arco, mientras que Chevron compró a Texaco y Exxon se fusionó con Mobil.

Sin embargo, algunos expertos, como la consultora Wood Mackenzie, dudan que este fenómeno se repita, ya que las finanzas de muchas empresas energéticas se encuentran más presionadas hoy en día.

Es por esto que se señala a ExxonMobil como el mejor candidato a realizar la próxima gran compra, ya que al igual que Shell, tiene un flujo de efectivo saludable y costos relativamente bajos.

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