
¿Qué sigue para la economía mexicana luego de las amenazas de Trump?
Más del 80% de las exportaciones de origen mexicano tienen como destino a los Estados Unidos
Gabriel Nava y Santiago NolascoEl nuevo mandatario estadounidense deja abierta la puerta sobre la serie de aranceles que próximamente impondrá a México, cuestión que plantea tal táctica como un mecanismo de presión constante que utilizará Donald Trump durante su administración.
Llegó la fecha, Donald Trump asumió el cargo de máximo líder político de la economía más grande del mundo, y con ello también la inminente imposición de aranceles, que se espera lleguen a diversos bienes de origen mexicano al inicio del próximo mes.
Al respecto, analistas consultados por Reporte Índigo consideraron que la imposición arancelaria de hasta 25 por ciento en las exportaciones de origen mexicano podría provocar un impacto significativo en la relación comercial que ambos países sostienen, provocando un incremento en los precios para los consumidores, la reducción de la eficiencia económica con la que ha operado la región y hasta intensificar el riesgo de conflictos comerciales.
“En el corto plazo tal acción podría incrementar la volatilidad de los activos financieros locales como el tipo de cambio, la Bolsa Mexicana de Valores o las tasas de largo plazo. En el mediano plazo, provocaría la disminución en la demanda de productos nacionales, lo que desaceleraría la actividad económica”, destacó Ramón de la Rosa, analista económico de Actinver.
Por su parte James Salazar Salinas, subdirector de análisis económico en CI Banco, puntualizó que la magnitud del impacto en la economía mexicana por los aranceles podrá dimensionarse una vez que se clarifique la lista de productos que serán sujetos al pago de tal contribución.
“Las primeras afectaciones negativas serán en las exportaciones. Estados Unidos nos compra el 80 por ciento de las ventas al exterior, entonces claramente esto nos distorsionaría los precios y esto puede provocar que vendamos menos”, dijo.
Además de los aranceles, sostuvo, México tiene una afectación negativa en la inversión local y extranjera.
“Las empresas extranjeras quieren venir a México sabiendo que el país está cerca del mercado más grande del mundo: Estados Unidos; y porque hay un tratado de libre comercio, entonces el arancel eventualmente podría desincentivar algunos planes de inversión o posponerlos”, acotó.
Tales efectos anteriormente descritos podrían provocar una disminución en el crecimiento económico del país que antes de la amenaza ya se estimaba, por parte de los analistas de mercado.
¿Cómo manejar las amenazas arancelarias de Donald Trump?
Ante la estrategia arancelaria de Donald Trump los expertos señalaron a este medio que una respuesta que contemple acciones que desarrollen a la industria mexicana y reduzcan la dependencia respecto a Estados Unidos sería la apropiada.
En ese sentido, Ramón de la Rosa planteó que también sería posible “resaltar que el comercio beneficia a ambos países y hacer equipo con el gobierno y empresarios de Texas, California, Míchigan, ya que en estos estados se concentra cerca del 60 por ciento de la actividad comercial entre ambas naciones”.
No obstante, James Salazar Salinas planteó que México podría poner represalias en materia arancelaria contra Estados Unidos, pero no necesariamente es para contrarrestar el efecto de las contribuciones, sino como una medida de presión para que el gobierno de Trump quite los aranceles, pese a que incluso tal táctica figuraría contraproducente a corto y mediano plazo.
Imponer aranceles es una estrategia inviable
A pesar de que desde la segunda mitad de la década pasada las expresiones proteccionistas y su arista a partir de imposiciones arancelarias han ido en aumento, la experiencia ha expuesto que su costo económico deriva en que tal estrategia resulte inviable.
“El incremento de aranceles iría en contra del espíritu del acuerdo comercial y perjudicaría a ambas economías. Por esta razón, los aranceles no son una propuesta que se haya implementado hasta el momento. Parecería que el mercado asigna mayores probabilidades de ver un acuerdo comercial renovado, que fortalezca la integración regional y que a la vez atienda algunas de las prioridades del gobierno americano”, estimó el analista económico de Actinver.
“A pesar de que sean muy cuidadosos con el establecimiento de aranceles, al final de cuentas implica un aumento en el costo operación, distorsiona la economía y genera pérdidas. Entonces digamos que es perder-perder ese tema de represalias económicas”, concluyó el subdirector de análisis económico en CI Banco