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Pérdidas doradas

El oro, el metal precioso que más se utiliza como instrumento de inversión, a menudo es visto como una manera de protegerse contra la inflación. 

Dentro del mercado del oro, un rol importante es desempeñado por los bancos centrales del mundo, que poseen en sus reservas aproximadamente el 18 por ciento de todo el oro que se ha extraído en la historia de la humanidad.

El oro, el metal precioso que más se utiliza como instrumento de inversión, a menudo es visto como una manera de protegerse contra la inflación. 

Dentro del mercado del oro, un rol importante es desempeñado por los bancos centrales del mundo, que poseen en sus reservas aproximadamente el 18 por ciento de todo el oro que se ha extraído en la historia de la humanidad.

Pero Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed), ha indicado que no entiende el comportamiento de los precios del oro, y que el metal no siempre es una buena protección contra la inflación. 

Si otros bancos centrales vieran al oro con la misma precaución, quizá sus reser

vas internacionales no habrían tenido pérdidas que, del 2011 a la fecha, alcanzan los 545 mil millones de dólares.

A pesar de que el oro ha perdido el 31 por ciento de su valor desde que alcanzó un pico de mil 921.15 dólares por onza en septiembre del 2011, los bancos centrales del mundo adquirirán 350 toneladas adicionales de oro (el equivalente aproximado de 15 mil millones de dólares) este año. 

Esto encima de las 535 toneladas de oro que compraron en 2012, el nivel más alto de compras de oro desde 1964.

Bloomberg reporta que las autoridades de la política monetaria, encargadas de proteger a sus economías de la inflación, a menudo realizan sus operaciones en el mercado del oro en momentos poco oportunos, comprando cuando es más caro y vendiendo cuando es más barato. 

Disminuye su brillo

Los bancos centrales, en conjunto, se convirtieron en compradores netos de oro justo antes de que el metal alcanzara su pico en el 2011, y han adquirido, netamente, 884 toneladas de oro desde entonces, según información del Fondo Monetario Internacional.

Además de comprar cuando los precios estaban en sus puntos más altos, los bancos centrales vendieron su oro cuando los mercados iban cayendo, deshaciéndose de casi 6 mil toneladas entre 1988 y 2008.

El Banco de México (Banxico) no está exento de este fenómeno. De diciembre del 2012 a la fecha, el valor de las reservas internacionales en oro de Banxico pasó de más de 6 mil 636 millones de dólares a más de 5 mil 544 millones de dólares, una caída de 16.46 por ciento en su valor. 

Considerando que la caída en el volumen de las reservas durante el mismo periodo fue de menos de un punto porcentual, la pérdida del valor de las reservas puede atribuirse a la caída en el precio del oro.

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