Hace algunas semanas, en víspera de un viaje por Polonia, Israel y el Reino Unido, el candidato a la presidencia de Estados Unidos, Mitt Romney, tocó un tema sensible: la cultura.
Los comentarios que hizo relacionaban al tipo de cultura con el desempeño económico de Israel y sus vecinos de Palestina, que tienen un ingreso por persona casi dos tercios menores.
Romney no está solo en sus sospechas, pues ha sido también tema de cientos de tesis doctorales y estudios económicos. De hecho, el candidato solo repitió lo que algunos han argumentado por años.
Eduardo Flores