En un viraje importante de prioridades, la sede del poder ejecutivo de la Unión Europea en Bruselas decidió cambiar las reglas y permitir mayor flexibilidad fiscal a los países de la zona euro con el objetivo de reactivar sus economías y reducir el alto nivel de desempleo en la región.
“Gracias al progreso que se ha logrado, ahora tenemos el espacio para reducir el ritmo de la consolidación”, declaró en una rueda de prensa José Barroso, presidente de la Comisión Europea. “Los estados miembro ahora deberán intensificar sus esfuerzos de reforma estructural”.
Rolando Hinojosa