Lejos están los días en los que el comercio fluía de una manera tan sencilla a través de los 2 mil kilómetros de frontera que comparten Estados Unidos y México.
Una combinación de condiciones económicas únicas, como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y salarios a la alza en China, han hecho de la frontera una región con fuertes interdependencias.
Mientras que es evidente la importancia que la economía de Estados Unidos representa para la mexicana, lo mismo sucede también de manera contraria.
Eduardo Flores