La Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) tomó la decisión la semana pasada de continuar con sus planes de estímulo llamados Quantitative Easing (QE), que inyectan 85 mil millones de dólares cada mes a la economía norteamericana.
Esta acción ha sido vista como un respiro inesperado para los mercados emergentes que, de acuerdo a especialistas, deben aprovechar el momento para impulsar las reformas estructurales correspondientes y evitar un futuro estancamiento.
Alejandro Dabdoub