La economía de México ha mostrado ser más resistente de lo previsto gracias a los consumidores mexicanos. La fortaleza del consumo interno compensó la debilidad en las exportaciones y en la producción petrolera, e impulsó el valor del peso a su mejor nivel en cuatro meses.
El producto interno bruto del país (PIB) creció 2.9 por ciento de forma interanual durante el primer trimestre del 2016, según cifras preliminares del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).