A casi ocho años del colapso de Lehman Brothers, las secuelas de la crisis financiera aún se resienten en la economía global. El bajo crecimiento estructural, las tasas de interés en niveles cercanos a mínimos históricos, la inflación anémica en las economías avanzadas y una desaceleración del comercio internacional son marcas de la nueva normalidad del periodo poscrisis.
Rodrigo Carbajal