¿Pagarán en pesos platos rotos?

Los bancos en España están una vez más en apuros, y el sistema financiero mexicano, para mal de los que ahí depositan sus ahorros, podría ser su salvación.

El programa financiero que busca implementar el gobierno de España causará estragos en los balances de los bancos españoles y seguramente los forzará a retirar las ganancias en sus sucursales extranjeras.

Eduardo Flores Eduardo Flores Publicado el
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Mil millones de euros estiman los analistas que podrían necesitarse para el rescate financiero

Los bancos en España están una vez más en apuros, y el sistema financiero mexicano, para mal de los que ahí depositan sus ahorros, podría ser su salvación.

El programa financiero que busca implementar el gobierno de España causará estragos en los balances de los bancos españoles y seguramente los forzará a retirar las ganancias en sus sucursales extranjeras.

Uno de los banqueros más reconocidos de España, Rodrigo Rato, fue abruptamente destituido de su puesto como presidente del banco Bankia, el pasado lunes 7 de mayo, tan sólo horas después de que Mariano Rajoy, el presidente del Gobierno español, admitiera que las cosas no marchaban bien y que se podrían usar fondos públicos para aliviar al sistema financiero.

El caso de Bankia es preocupante ya que señala una deficiencia que podría verse en otros bancos españoles, y finalmente acabaría por afectar a sus sucursales en México.

Es además, el ejemplo de políticas de rescate que han fallado o no han sido suficientes para un sistema financiero que día a día se encuentra con más problemas.

Una subsidiaria de Bankia ya había recibido 4.5 mil millones de euros en prestamos preferenciales y había salido reciente a bolsa, logrando solo una fuerte pérdida para los valientes que invirtieron en ella.

Dos días después de la destitución de Rato, Banco Financiero y de Ahorros (BFA), la empresa matriz de Bankia, fue nacionalizada por el gobierno español, y se espera que éste invierta 10 mil millones de euros, más del doble del valor de la empresa en ella.

La diferencia con otros bancos españoles, como BBVA, es que los gigantes podrían subsidiar sus pérdidas con las ganancias que están obteniendo en mercados emergentes, como México.

De hecho, el Banco Santander, con una importante presencia en México, es el siguiente más expuesto a los riesgos inmobiliarios después de Bankia.

La Caixa, otro banco español en problemas también cuenta con una participación importante en México, mediante sus activos de Inbursa.

El problema fundamental es que a pesar de una crisis inmobiliaria como pocas en la historia reciente, pocos bancos españoles han reportado pérdidas. Esto por que han disfrazado el valor de sus activos, que en muchos casos son inmobiliarios, mediante esquemas de refinanciamiento.

Esto ha preocupado a los inversionistas pues, a pesar de nuevas regulaciones en el sistema bancario, las acciones del gobierno no apuntan a que el sistema financiero esté saludable.

A pesar de la existencia de un fondo de garantías financiado por los propios bancos, éste es pequeño y se está acabando pronto.

A financiarlos

En consecuencia, el gobierno español ha anunciado una serie de medidas que podrían poner en peligro a los bancos más expuestos.

Entre estas está un decreto firmado el 12 de mayo que prevé la creación de sociedad inmobiliarias para que los bancos traspasen sus activos a ellas, y fondos de hasta 28 mil millones de euros para cubrir posibles pérdidas sobre dichos activos.

Además, los bancos que han o recibirán dinero mediante el paquete de apoyo tendrán que ajustarse a medidas dolorosas.

Según el decreto, los bancos que habrán sido ayudados por el fondo, tendrán que vender la totalidad de sus activos inmobiliarios en un plazo de tres años y además vender al menos un 5 por ciento de los activos cada año.

Según analistas, se espera que se necesiten hasta 46 mil millones de euros adicionales a los que ya ha gastado el gobierno español en el sistema financiero.

Dada la precaria situación fiscal, es probable que el hoyo no sea tapado enteramente por el gobierno, y es aquí donde entran en juego las sucursales mexicanas.

En su último informe sobre la estabilidad financiera global, el Fondo Monetario Internacional ya advertía sobre la problemática de sucursales extranjeras en una situación similar.

Ellos argumentan que la retirada de la banca europea en Asia iba a “seguir y ampliarse” y que esto, a gran escala y de manera desordenada, provocaría un corte del crédito en los países asiáticos.

Esto por que las perdidas en sus países natales, obligará a los bancos europeos a retirar las ganancias en sus sucursales. México, como Asia, depende mucho del crédito europeo.

Según datos del Banco de Pagos Internacionales, a diciembre del 2011, el 37 por ciento de los pasivos de bancos españoles pertenecen a sus filiales extranjeras. En otras palabras, el mercado emergente para estos bancos podría ser su salvación contra las medidas de gobierno de Rajoy.

De continuar las reformas en Europa y la limitada posición fiscal del Estado español, los mexicanos podríamos acabar pagando los platos rotos del viejo continente.

Al rescate

— A pesar de nuevas regulaciones en el sistema bancario, las acciones del gobierno no apuntan a que el sistema financiero esté saludable.

— Según el decreto, los bancos que serán ayudados por el fondo tendrán que vender

la totalidad de sus activos inmobiliarios en un plazo de tres años, y vender al menos un 5 por ciento de los activos cada año.

— De acuerdo al Fondo Monetario Internacional, el desapalancamiento de la banca europea ya ha sucedido en episodios históricos similares, como Japón en 1993, Suecia en el mismo año y Estados Unidos en el 2009.

— De acuerdo a datos del Banco de Pagos Internacionales, a diciembre de 2011, el 37 por ciento de los pasivos de bancos españoles pertenecen a sus filiales extranjeras.

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