No escapa al recorte

A pesar de un doloroso programa de austeridad impuesto en los últimos meses, el gobierno de Inglaterra no pudo detener lo inevitable: Fitch Ratings recortó la calificación de su deuda soberana el viernes. 

Esta es la segunda calificadora, de las tres más importantes, en reducir la calificación de deuda del país europeo, al darse después del recorte de Moody’s Inverstor Service en febrero de este mismo año.

Eduardo Flores Eduardo Flores Publicado el
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A pesar de un doloroso programa de austeridad impuesto en los últimos meses, el gobierno de Inglaterra no pudo detener lo inevitable: Fitch Ratings recortó la calificación de su deuda soberana el viernes. 

Esta es la segunda calificadora, de las tres más importantes, en reducir la calificación de deuda del país europeo, al darse después del recorte de Moody’s Inverstor Service en febrero de este mismo año.

La perspectiva a futuro de la nueva calificación: AA+, se mantuvo en estable aunque es un nivel más bajo que el triple A presumido anteriormente por los políticos del país. La calificadora había advertido que de no estabilizar la deuda en un nivel menor a 100 por ciento del PIB y con una tendencia a la baja, traería una baja en su calificación.

En esta ocasión Fitch cita a sus proyecciones de deuda, que han cambiado desde entonces, como una de las razones por la baja. De acuerdo con el comunicado de prensa, la calificadora ahora pronostica un nivel de deuda de 101 por ciento del PIB en el 2016,  y a partir de entonces un descenso gradual hacia el 2018. 

La anterior proyección había estimado que la deuda llegaría a su tope en 97 por ciento del PIB en el 2017, y a partir de entonces bajaría.  La mediana de deuda para la calificación triple A es de 50 por ciento, por lo que incluso bajo el escenario previo, esta lucía bastante generosa. 

Problema 
de crecimiento

Más que problema de deuda, aunque esta todavía es relativamente alta, la deuda como porcentaje del PIB ha incrementado más de lo esperado por el bajo crecimiento de la economía. 

En la última revisión de la calificación, en septiembre del 2012, las estimaciones de crecimiento para el 2013 y 2014 eran de 1.5 y 2.0 por ciento, respectivamente. 

Sin embargo, en esta ocasión se ha reducido el crecimiento esperado a 0.8 y 1.8 por ciento, respectivamente.

Fitch enfatiza que la recuperación económica de la economía inglesa no está pronosticada a darse por completo hasta el 2014. 

Los niveles de deuda actuales básicamente dejan poco espacio para absorber cualquier problema macroeconómico que pudiese afectar a la economía inglesa. 

El poco margen de maniobra ya no es consistente con una calificación triple A, según el comunicado de la decisión. 

Entre los factores que ayudan a que la calificación se mantenga en los niveles más altos del mundo, la calificadora Fitch cita la estabilidad macroeconómica y política del país, así como la recuperación reciente de su sistema financiero. 

Además de ello, juega un papel fundamental la libra esterlina, que permite al Banco de Inglaterra llevar a cabo política monetaria sin la intervención de la Unión Europea, independencia que muchos otros países del euro, como Alemania, quisieran tener hoy en día. 

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