El negocio ganador del caos vehicular

Varias empresas encontraron en la problemática del congestionamiento de la capital una oportunidad para ofrecer servicios bajo la bandera de la movilidad

“Estas plataformas son más atractivas en la oferta de transporte”
Javier MatukEspecialista en tecnología

Salir de casa para llegar a la oficina a las 9:00 de la mañana es una hazaña que millones de mexicanos realizan todos los días en la Ciudad de México (CDMX).

El número de vehículos de motor como autos, camiones y motos que circula en la metrópoli crece año con año.

Al cierre de 2018, alrededor de 5.4 millones unidades se movilizaron en la capital del país, de acuerdo con el Inegi. Esto le ha valido para que sea considerada la ciudad más congestionada del mundo.

Ante esta problemática, desde 2002 el gobierno local inició un debate para hacer menos difícil los traslados en la Zona Metropolitana y el Valle de México (ZMVM) bajo el concepto de movilidad, es decir, la mejora de la demanda de viajes que una población necesita, como la accesibilidad a diversos medios de transporte.

El parque vehícular equivale a 1.3 personas por cada carro que circula en la capital del país

Es así que plataformas tecnológicas que ofrecen servicios de transporte, entre ellas Uber, Cabify, Urbvan, Econduce, Mobike, Vbike y Grin, encontraron una oportunidad para detonar su modelo de negocio entre el caos por los millones de autos que circulan y por la insuficiencia en los servicios de transporte público.

“Muchos de estos esquemas han entrado en las grandes ciudades y responden a la demanda y la necesidad de opciones de traslado para los usuarios”, opina Bernardo Baranda, director para Latinoamérica del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP).

Sin embargo, Baranda manifiesta que aún no existen resultados fehacientes que demuestren que estas Empresas de Redes de Transporte (ERT) ayudan a mitigar los altos niveles de emisiones o los congestionamientos viales.

En este sentido, cifras de TomTom Traffic Index revelan que conductores en CDMX enfrentan un aumento en el tiempo de sus viajes de 99 por ciento entre las 8 y las 9 de la mañana y se eleva hasta 111 por ciento entre las seis y las siete de la tarde.

Para Javier Matuk, especialista en tecnología, las ERT nacen como una alternativa ante la falta de opciones del transporte público en el Valle de México.

“Estas plataformas ofrecen otras soluciones para moverse porque hay lugares en los que operan y no existe tránsito. Aparecieron ante la falta de opciones de un deficiente transporte público”, opina el especialista.

Evolución en México

La historia de las ERT en el país comenzó en 2012 con la llegada de la aplicación Cabify y un año después llegó Uber.

Cabify tiene presencia además de la capital del país, en Guadalajara, Mérida, Monterrey, Puebla, Querétaro y Tijuana. Los datos de la empresa de origen español sobre sus inversiones no son públicas debido a su carácter privado.

Por su parte, la empresa estadounidense Uber tiene presencia en 41 ciudades del territorio nacional.

El mercado mexicano se posiciona como el cuarto más importante para la compañía que dirige Federico Ranero y desde su llegada al país ha invertido 500 millones de dólares.

Gonzalo Peón, director adjunto para México del ITDP, considera que el futuro de estas plataformas dependerá de una regulación efectiva.

El directivo explica que el lado positivo de Uber y Cabify es que promueven beneficios como la reducción de emisiones, congestionamiento vial y viajes más cortos.

Por el contrario, aumenta el tránsito en la urbe y promueven los viajes de los usuarios en solitario.

“Hay que tener nuevas políticas públicas para que estas compañías incentiven modos colectivos de traslado, generen unión con el transporte público y las plataformas de servicios como patines y bicicletas, pero si no se hace de manera adecuada, podemos inclinarnos hacia un escenario negativo”, advierte Peón.

“Las TICS están transformando el mundo de la movilidad, pero no van a modificar la manera en la que se transporta a miles de personas al mismo tiempo”
Gonzalo PeónDirector adjunto para México del ITDP

No obstante, las plataformas van más allá que los servicios de solicitar un auto privado, por lo menos en la capital del país.

Existen otras como Econduce, una empresa que renta scooters eléctricos desde su aplicación móvil. Por ahora, sólo tiene presencia en 13 colonias de las 16 alcaldías de CDMX

A esta industria se suma Urbvan, una compañía de transporte colectivo privado, en sus más de 25 rutas operan camionetas tipo van, por lo que logra trasladar a un mayor número de personas a un destino específico. El costo para usuarios oscila entre 45 y 250 pesos.

Este modelo que promueve un esquema compartido puede resultar el mejor aliado para lograr la reducción de emisiones contaminantes y permitir la liberación de algunas vialidades, de acuerdo con los especialistas de ITDP México.

Asimismo, coinciden en que estos servicios son interesantes, pero aún es muy pequeña la cantidad de pasajeros que cubren.

Otro eslabón de la cadena son las bicicletas colectivas que operan de forma parecida a Ecobici, el sistema del gobierno local y que desde el arranque de su primera fase en 2010 reporta cerca de 55 millones de viajes, la mayoría multimodales, es decir, que conectan en el último tramo a quienes salen de una terminal de autobús, Metro o Metrobús con su destino final.

Para usar una bicicleta Mobike o Vbike, la primera en la alcaldía Miguel Hidalgo y la segunda en Benito Juárez, los usuarios deben descargar una aplicación, realizar el pago de la membresía por hora, mes o año.

A diferencia de Ecobici, estas empresas no cuentan con estacionamientos establecidos, por lo tanto, su apuesta se enfoca en la calidad cívica de los ciclistas que deben colocarlas en zonas designadas.

Los patines del diablo eléctricos y bicicletas complementan la oferta de servicios

Otro jugador en el sector es el recién llegado Grin, la primera plataforma que renta patines del diablo eléctricos en el país.

Esta modalidad en el mercado arrancó operaciones en julio pasado y el costo del servicio es a partir de 15 pesos.

Gonzalo Peón comparte que los patines y bicicletas pueden tener una integración exitosa al sistema de transporte público, ya que amplían las áreas de influencia de muchos puntos estratégicos en las formas de traslado.

“Se concentran en zonas centrales que no son precisamente el origen del viaje y este modelo resulta económicamente más viable para las empresas, pues sería más caro operar en otras áreas”, declara.

El directivo expone que las empresas nacientes y establecidas deberán formar un vínculo con otras apps, transporte público y gobiernos para generar una mayor inclusión.

“Necesitamos explorar otras alternativas que, para ser exitosas, incorporen criterios de equidad para ampliar el acceso a personas que más lo requieren, el reto es crear sinergias entre transporte masivo y sistemas colectivos”.

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