Morir en la informalidad

La industria de los servicios funerarios crece en línea con el número de defunciones en México. Sin embargo, el sector se enfrenta a un importante desafío: la expansión del mercado irregular

“Estas empresas dañan a la industria bien establecida”
Alejandro GarcíaCEO de Funeral Pet

Aunque a nadie le gusta hablar de la muerte, al final todos tienen el mismo destino. El sector de los servicios funerarios en México avanza a pasos agigantados, a pesar de que la informalidad se ha convertido en una guadaña que amenaza su estabilidad financiera.

El mercado de servicios funerarios en el país alcanza un valor de 12 mil millones de pesos, que se distribuyen en más de cinco mil funerarias, de las cuales entre 40 y 50 por ciento son empresas irregulares, de acuerdo con el Consejo Mexicano de Empresas de Servicios Funerarios (Comesef).

El porcentaje que se queda en el mercado informal a nivel nacional equivale a 7 mil 200 millones de pesos y la cifra va en aumento cada año.

+700
mil defunciones se registraron el año pasado en el país

La Parca le dio al negocio fúnebre 703 mil 047 nuevos ‘clientes’ durante 2017, de los cuales 55 por ciento fueron hombres y 45 por ciento mujeres, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Comesef estima que 92 por ciento de las unidades empresariales que integran el sector son operadas por pequeños y medianos empresarios, en tanto que el 8 por ciento restante es manejado por firmas como J. García López y Grupo Gayosso.

En el caso de la pequeña y mediana industria, 80 por ciento corresponde a negocios familiares que emplean a cinco trabajadores, mientras que 12 por ciento son funerarias de carácter medio que tienen en su nómina hasta 12 colaboradores

Se cree que la informalidad es más común en esta clase de negocios, pues si la empresa es de mayor tamaño está sometida a más controles de seguridad. Por el contrario, las pequeñas están fuera del radar de los reguladores del sector y eso les da pie a que promuevan actos de competencia desleal y se lucre con los deudos.

No obstante, Tomas Romero, director jurídico de Comesef, explica que esto no aplica en todos los casos, pues muchas veces los pequeños negocios son familiares o están ubicados en zonas rurales.

“Una empresa grande está mucho más regulada, pero tampoco se puede satanizar a los negocios de menor tamaño porque muchas veces se trata de locales que operan bajo condiciones adversas”, manifiesta.

Entre las prácticas irregulares más comunes están la falta del pago de la revista vehicular anual de las carrozas y transporte de dolientes, permisos generales y la ausencia de un área de Recursos Humanos bien estructurada.

En el mercado nacional, 30 por ciento de las funerarias cumplen parcialmente con todo el reglamento establecido y 20 por ciento cuenta con estándares de calidad y cumplimiento de normas sanitarias.

En la actualidad, la NORMA Oficial Mexicana NOM-036-SCFI-2016 establece las reglas generales a las que se sujetan los integrantes de la industria para poder operar en el país

La informalidad no es la única amenaza para los servicios funerarios que están bien establecidos. El llamado buitreo es otro reto al que deben enfrentarse.

Se le conoce así a la práctica que realizan algunas personas que tienen contactos al interior de agencias del Ministerio Público, hospitales, ambulancias y policías.

Cuando alguien fallece, estos operadores notifican a las funerarias irregulares con las que tienen convenio para que un representante del establecimiento acuda al lugar a ofrecer algún servicio. A cambio, estos personajes obtienen una comisión o remuneración.

Reporte Índigo realizó un sondeo y descubrió que el costo promedio de los servicios funerarios en esta clase de establecimientos va de los 8 mil hasta los 11 mil pesos. Pero el monto puede subir si los familiares escogen ataúd de manera en lugar de uno metálico o incluso si deciden trasladar a su ser querido en alguna de las carrozas disponibles en estos lugares.

Mascotas en la mira

En el mercado informal no sólo operan servicios fúnebres para personas, el segmento de las mascotas también es un blanco fácil.

“Estas empresas dañan a la industria porque no cuentan con instalaciones adecuadas, equipos crematorios o publicidad regulada, todo esto provoca que bajen sus precios, al hacerlo actúan de una forma irrespetuosa”, comparte Alejandro García, CEO de Funeral Pet.

México es el país con el mayor número de perros en América Latina, con aproximadamente 19.5 millones, según el Inegi.

Asimismo, siete de cada 10 hogares cuenta con alguna mascota y de 2000 a 2010 la cifra aumentó 20 por ciento.

La empresa ofrece el procedimiento médico veterinario de la eutanasia, servicio de cremación individual y comunitaria, urnas metálicas, entrega de cenizas a domicilio y el traslado de la mascota.

Alejandro García asegura que Funeral Pet ha encontrado en los animales de compañía un mercado atractivo para expandirse, pues para muchos mexicanos sus mascotas son un integrante más de su familia.

No obstante, es consciente de los síntomas que hacen agonizar a la industria de los servicios funerarios en México.

“El sector en general no dejará de crecer, pero necesitamos hacer que más personas conozcan los servicios formales para que no caigan en las malas prácticas de operadores que sólo buscan un beneficio económico”.

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