Ante la reactivación económica tras la pandemia de COVID-19, el mundo está necesitado de aluminio y México tiene la oportunidad

Momento para el impulso de la industria del aluminio

Ante la reactivación económica tras la pandemia de COVID-19, el mundo está necesitado de aluminio y México tiene la oportunidad para proveer a los países que en este momento requieren del metal que ofrece una alternativa de cuidado al medio ambiente

Las bases de la recuperación económica desde una perspectiva sustentable están forjadas con aluminio.

Además de ser un elemento necesario para diversos sectores estratégicos de la economía global, el aluminio, que puede ser reciclado una y otra vez sin perder sus propiedades originales, se ajusta de forma perfecta en el modelo de Economía Circular.

Con estas características y tras dos años de impactos negativos a la economía por la pandemia de COVID-19, la industria del aluminio tiene la oportunidad no solo de recuperarse, sino de potenciar sus alcances como sectores estratégicos.

“El aluminio es un metal con características físicas y químicas que lo hacen ideal para que las empresas de diferentes industrias cumplan con sus objetivos de reducción de emisiones”
Melissa Ulin LastraGerente de Inteligencia de Mercado en ARZYZ Metals

“Por ser un metal muy liviano, la industria de vehículos eléctricos lo demandará cada vez más; la industria de envases lo usará para sustituir las botellas de PET; en la construcción se utilizará para viviendas que buscan la certificación LEED”, explica Melissa Ulin Lastra, Gerente de Inteligencia de Mercado en ARZYZ Metals.

El modelo circular propone la recuperación de materiales y sustancias que previamente fueron fabricadas con materias primas y su reincorporación al proceso productivo a través de métodos que generen el menor impacto posible para el medio ambiente.

En México hay una alta demanda de este metal y su “circularidad” es ya una actividad indispensable para alimentar industrias como la automotriz, aeronáutica, la construcción y electrodomésticos. El intercambio comercial de desperdicios y desechos de aluminio tuvo un impacto económico de 914 millones de dólares, de acuerdo con información de Data México.

Además, el reciente cierre de actividades en China, principal exportador mundial de aluminio, a causa de otro brote de COVID-19, abre la posibilidad al mercado mexicano para abastecer de esta materia a diversos países.

De acuerdo con la especialista, el empleo de este metal sería de beneficio económico para la región y existe una alta demanda que México podría suministrar impulsando su producción .

“Es un producto muy utilizado en diferentes industrias, por lo que un abastecimiento seguro de éste hará que continúen los flujos operativos de las industrias que lo utilizan como materia prima; al haber una actividad industrial activa, el resultado esperado es un crecimiento económico de los países.

“La demanda en general de productos se activó más rápidamente que la producción de estos, por lo que las empresas manufactureras no se han dado abasto para cubrir tal demanda”, expone la doctora Melissa Ulin Lastra.

La especialista, además señala que se espera que el déficit de aluminio continúe los próximos años, a menos que disminuya la demanda, ya que, aunque haya proyectos de expansión de capacidad, es más tardado ponerlos en marcha.

Compromisos ambientales del aluminio

En el mundo existe una gran inquietud económica sobre los efectos de llegar a sufrir una crisis derivada del cambio climático, con advertencias muy concretas de una nueva recesión si no se atienden los compromisos globales ambientales.

Es por esto que el aprovechamiento y aplicaciones del aluminio cobran una gran importancia capital tanto en materia económica de las naciones como para los objetivos ambientales. En el caso mexicano, es necesario un incremento en la inversión para la fabricación de productos de aluminio de valor agregado.

“Sí hay potencial, lo que falta es que haya inversión para desarrollar más a la industria productiva de productos de aluminio de valor agregado, ya que, si estos se producen en el país, dejaremos de depender tanto de las importaciones y con esto también habrá una mayor generación de empleos”, afirma.

La experta recuerda que en México se han anunciado proyectos de nuevas plantas productivas para manufacturar productos de valor agregado principalmente, por lo que se espera que en los próximos años México tenga una mayor producción de este metal.

“México no es productor de aluminio primario, pero sí lo es de aluminio secundario. Por la capacidad de las fundiciones en el país, los nuevos proyectos que éstas tienen de expansión, y por la basta cantidad de chatarra de aluminio que se genera en el país, la cual es el insumo para producir aleaciones de aluminio, existe gran potencial para que México se ubique entre los principales productores de aluminio secundario en el mundo”, considera la especialista.

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