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México, terreno fértil para el mercado orgánico

Gracias a la tendencia de un mayor consumo de productos orgánicos en el país y márgenes de ganancias más amplios, las empresas dedicadas a este giro han encontrado una mina de oro en un mercado integrado por consumidores cada vez más conscientes de su alimentación

[kaltura-widget uiconfid=”38045831″ entryid=”0_ftckpzr6″ responsive=”true” hoveringControls=”true” width=”100%” height=”75%” /] Lo orgánico está de moda. La oportunidad de comercializar productos libres de pesticidas, químicos, semillas modificadas genéticamente y otras sustancias, ha encontrado en México un campo fértil para crecer.

Además, una sociedad más consciente de los beneficios que brinda esta clase de productos ha ayudado a impulsar el crecimiento de la industria orgánica en los últimos años.

Datos de Euromonitor International muestran que de 2012 a 2017 el valor de este mercado creció 50 por ciento, al cerrar el año pasado en 43.9 millones de dólares, cifra que se espera aumente en los próximos cinco años.

43.9
millones de dólares fue el valor del mercado orgánico en México el año pasado

“No es lo mismo la carne de un animal que come alimentos procesados y con pocos nutrientes, a la de uno que no necesariamente está toda su vida en el pasto, pero que, al final, se está alimentando de una forma más natural”, explica Emma Suárez, nutrióloga y health coaching.

Otro de los grandes beneficios de la industria orgánica es que ayuda a contrarrestar la inequidad que existe en el campo mexicano, pues, quienes incursionan en el sector han ayudado a eliminar a los intermediarios para negociar directamente con los pequeños productores.

En México, 5.5 millones de personas son trabajadores agrícolas, las cuales ganan en promedio 18.50 pesos por hora laborada, salario insuficiente para acceder a una canasta básica, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

5.5
millones de personas trabajan en el campo mexicano

Los principales ganadores de esta actividad económica son los intermediarios, quienes en muchas ocasiones pagan sólo cuatro pesos el kilogramo de algunas frutas y verduras, mismas que en el mercado incrementan su valor hasta en un 400 por ciento.

En la actualidad, Grupo Herdez domina el segmento orgánico nacional, con una participación del 34.5 por ciento, le siguen Nestlé, con 5.2 por ciento y Grupo Cuadritos, con 4.6 por ciento, de acuerdo con Euromonitor International.

Aires de Campo, el rey de lo orgánico en México

Grupo Herdez es líder en el sector de alimentos orgánicos en México. Su entrada al mercado fue en 2011 con la adquisición del 50 por ciento de la firma Aires de Campo.

Hoy, el negocio fundado en 2001 por Guadalupe Latapí, cuyo propósito era crear una red de productores orgánicos que pudieran producir y desarrollar nuevos productos, comercializa desde mermeladas, amaranto, arroz, hasta huevo y carne de pollo libre de cualquier sustancia química añadida por el hombre.

“Aires de Campo nace de la necesidad de atender un mercado que existía en México, pero que ninguna empresa había volteado a ver: el orgánico”, comparte Paola González, gerente general de mercadotecnia de Aires de Campo.

González explica que fue esa característica la que los llevó a tomar la delantera de la industria y también gracias a que cada vez más consumidores se han subido a esta ola de vida saludable.

Un buen termómetro para medir la popularidad del mercado verde ha sido la llegada de nuevos competidores.

“Cuando Aires de Campo se asoció con Herdez había muy pocos competidores, unos cinco, pero, año a año se han sumado cada vez más lo que refleja el auge del segmento”, dice la gerente general de mercadotecnia.

Aunque más jugadores en el mercado podrían significar que la rebanada del pastel de la empresa, que en la actualidad dirige Enrique Hernández Pons, se ha reducido, Paola asegura que esto no ha impedido que sus ingresos sigan creciendo a doble dígito de manera anual.

El negocio trabaja con una red de más de 82 proveedores orgánicos, entre los que se encuentran ranchos familiares, cooperativas campesinas y medianas empresas agrícolas.

Hasta el año pasado, la facturación fue de 15.1 millones de dólares según datos de la propia González y Euromonitor. “Nuestra participación es mínima en los ingresos del Grupo. Apenas el año pasado Aires de Campo representó ganancias para Herdez”.

Grupo Cuadritos, un negocio que se renueva

La empresa mexicana comenzó operaciones en la ciudad de Celaya, Guanajuato, en 1961. Su principal giro estaba dedicado a la producción, distribución y comercialización, maquila y exportación de productos alimenticios.

Durante casi 60 años, Grupo Cuadritos se ha consolidado en el mercado nacional gracias a la producción de aderezos, cremas, leches, quesos, entre otros.

Sin embargo, la tendencia en el consumo de productos orgánicos ha hecho que el negocio mire hacia esta clase de alimentos, impulsada por la producción de leche y quesos a través de sus marcas GUD y Bové.

El portafolio de sus productos verdes crece a un ritmo promedio de 30 por ciento anual, en contraste con las demás divisiones, las cuales lo hacen a una velocidad de 8 por ciento.

“El año pasado, crecimos 35 por ciento en volumen y el apartado de leches, 7 por ciento”, precisa Raúl Katthain, director general de Grupo Cuadritos.

El aumento en el consumo de sus productos orgánicos ha llevado al negocio ha recibir jugosas ofertas, sin embargo, el directivo considera que ante una posible compra por parte de gigantes como Grupo Lala o Alpura, el negocio verde primero debe fortalecerse, antes de soltar un porcentaje de la operación.

“En un futuro podremos crecer fácilmente 400 o 500 veces más y después considerar algunas propuestas, aunque al final representaríamos una parte muy pequeña dentro de su negocio”, añade Katthain.

Las ventas de cuadritos se realizan 60 por ciento a través del canal de autoservicio y el 40 por ciento restante se hace directamente con pequeños comercios, como cafeterías gourmet.

Aunque la demanda de los alimentos orgánicos por parte de los consumidores aumenta cada día, para Raúl Katthain garantizar la calidad de sus productos es primero.

“No podemos crecer al ritmo que el mercado nos demanda porque descuidaríamos la calidad y no podríamos ser orgánicos. A pesar de eso, seguimos innovando y añadiendo nuevos productos”.

Consumo saludable, ¿al alcance de todos los bolsillos?

Aunque los alimentos verdes generan un impacto positivo a la salud de los consumidores, así como al cuidado de la vida animal y vegetal, sus costos pueden ser hasta 40 por ciento superior a los productos convencionales, lo que supone un reto para la industria.

“Uno de los grandes retos para los productores pequeños es el costo por certificación”, menciona Leslie Gatica, hija de la fundadora de Prorgamex (actual proveedor de Aires de Campo) y encargada del área de ventas.

El elevado precio de los orgánicos se debe a su producción en menor escala, la forma artesanal de su elaboración y el costo del certificado anual ante la Sagarpa, que asciende a los 20 mil pesos por división de artículo.

Aun cuando esto puede ser un limitante para llegar a un mayor mercado, Emma Suárez, nutrióloga y health coaching, recomienda consumir estos productos, principalmente la leche, el huevo y la carne, y adquirirlos en línea para no gastar una fortuna en alimentación.

“Al final, es una inversión a largo plazo que se hace en beneficio de la salud. Estoy consciente de que no todos pueden comprar productos orgánicos, pero mi recomendación sería que al menos se acercaran a productores locales, que muchas veces no cuentan con una certificación, pero su proceso también es orgánico”.

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