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¿México peor que Brasil?

Las recientes declaraciones de Luiz Inácio Lula da Silva, expresidente de Brasil, alimentan la rivalidad histórica por el liderazgo económico de América Latina que protagonizan México y ese país sudamericano.  

Actualmente, los dos gigantes de la región representan diferentes proyectos de desarrollo.

La economía brasileña aprovechó un boom de demanda de materias primas para promediar tasas de crecimiento de casi 5 por ciento entre 2004 y 2008.  

"Me fui a enterar (de los fundamentos económicos mexicanos) y todo es peor que en Brasil"
Lula da SilvaExpresidente de Brasil
Brasil ha sido incapaz de sostener sus altas tasas de crecimiento de antaño, en particular por una baja en la actividad económica de China, su principal destino
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Las recientes declaraciones de Luiz Inácio Lula da Silva, expresidente de Brasil, alimentan la rivalidad histórica por el liderazgo económico de América Latina que protagonizan México y ese país sudamericano.  

Actualmente, los dos gigantes de la región representan diferentes proyectos de desarrollo.

La economía brasileña aprovechó un boom de demanda de materias primas para promediar tasas de crecimiento de casi 5 por ciento entre 2004 y 2008.  

En el 2010, ese país creció 7.5 por ciento, superando con creces la media mundial afectada por la crisis financiera.  

Esto permitió que, bajo la presidencia de Lula da Silva, 28 millones de brasileños salieran de la pobreza extrema, y otros 30 millones se incorporaran a la clase media, señala Pablo Gentili, director de Flacso Brasil, organización dedicada a la investigación de ciencias sociales en América Latina.

El combate a la pobreza ha sido el talón de Aquiles de la política económica mexicana, según reportes del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) y de la Comisión Económica para América Latina (Cepal).  

La Cepal reporta que del 2011 a 2012 la pobreza en México aumentó de 36.3 por ciento a 37.1 por ciento. 

En Brasil, la pobreza se redujo de 20.9 a 18.6 por ciento en el mismo periodo.

Sin embargo, Brasil ha sido incapaz de sostener sus altas tasas de crecimiento de antaño, principalmente por una baja en la actividad económica de China, su principal destino de exportaciones.  

En el 2013 creció apenas 2.3 por ciento, y el Fondo Monetario Internacional estima que la perspectiva de crecimiento para este año es de 1.8 por ciento.

Brasil vive actualmente una coyuntura de galopante inflación que obligó al banco central a aumentar gradualmente la tasa de interés de referencia. 

El último incremento se realizó a principios del mes de abril, subiendo la tasa 25 puntos base hasta 11 por ciento.  

Esto se ha traducido en una caída en la entrada de flujos de capital de 13 mil 936 millones de dólares en enero de 2014, a 9 mil 945 millones de dólares en abril  pasado.

En cambio, Banco de México tomó la decisión de recortar su tasa de interés de referencia en 50 puntos base la semana pasada, a 3 por ciento.

Las autoridades consideran que la baja inflación otorga espacio para llevar una política monetaria más laxa que estimule el crecimiento. Esta medida contrasta con la política monetaria restrictiva de Brasil.

Problemas estructurales

Los retos de Brasil no están arraigados únicamente en sus fundamentos macroeconómicos: deterioro de balanza en cuenta corriente, crecimiento de deuda externa, caída de inversión extranjera directa, etcétera.  

El Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés) considera que Brasil tiene la peor carga regulatoria del mundo, solo superado por Venezuela.  Además, la nación se ubica en un pobre lugar 71 (de 148) en el ranking de infraestructura del WEF. México se encuentra en el lugar 64 de dicho ranking. 

En lo que respecta al ranking de facilidad para hacer negocios que elabora el Banco Mundial, México está en la posición 53, esto es, 63 lugares por encima de Brasil.

Por apoyar a la ahijada

Por Alejandro Dabdoub

La declaración del expresidente brasileño no tardó en causar controversia en los medios de comunicación, que tomaron la noticia como un ataque en contra de México.

Sin embargo, las principales intenciones de Lula se dirigían a brindar apoyo a su sucesora, la presidenta Dilma Rousseff, quien ha visto caer su popularidad en los últimos meses.

En ese sentido, el expresidente afirmó que la economía de Brasil no retrocederá y que se convertirá en una de las cinco principales del mundo.

Agregó que México no puede compararse con su país porque muestra indicadores económicos peores y se encuentra lejos de ocupar el lugar de Brasil como el “nuevo” país en ascenso.

“Me fui a enterar (de los fundamentos económicos mexicanos) y todo es peor que en Brasil”, dijo Lula en una conferencia organizada en Brasil por el periódico español El País .

“Lo que hacen mejor, nosotros ya lo hicimos con Petrobras hace 20 años. No hay ningún indicador comparable a los nuestros”.

Rousseff, apadrinada política de Lula, ha sufrido un revés en su popularidad ante los malos indicadores económicos y la polémica del sobregasto incurrido por convertirse en la sede del Mundial de futbol.

Analistas coinciden que las elecciones de octubre, cuando Dilma busque la reelección, se podrían complicar con las protestas actuales, sobre todo si Brasil no hace un buen papel en la Copa del Mundo. 

Sin embargo, Lula afirmó que se trata solo de ataques de los medios y que todo en su país marcha bien.

“Los que creen que Brasil retrocederá están equivocados. No habrá retroceso. Lo que hacen con Dilma solo es similar a lo que hacían con (Hugo) Chávez en Venezuela”.

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