Mercados financieros aún no confían en AMLO
Los analistas aún muestran un grado de desconfianza sobre las decisiones del presidente López Obrador a un año de su triunfo en las elecciones. En el horizonte el panorama luce desalentador, a pesar del optimismo del mandatario
Nayeli Meza OrozcoLos mercados financieros siguen nerviosos. A un año de la fiesta que se vivió por la histórica victoria en los comicios del presidente Andrés Manuel López Obrador el balance es desigual.
Mientras que la moneda mexicana se ha fortalecido más de un 4 por ciento desde el triunfo del político tabasqueño, el principal índice de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) acumula una caída de 10.13 por ciento.
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El IPC (S&P/BMV IPC) borró 4 mil 868 puntos desde el 1 de julio de 2018 y en la actualidad (cierre del lunes) se ubica en 43 mil 438 unidades, como resultado de diversos factores internos y externos.
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Por ahora, los analistas se mantienen escépticos ante la amenaza de los conflictos comerciales, la desaceleración económica global y una posible imposición de aranceles por parte de Estados Unidos en el futuro, aun cuando el presidente Trump aseguró que dará tregua a México, sus últimas acciones hacen dudar sobre el cumplimiento de su palabra.
Otros factores que se relacionan directamente con el Gobierno federal son la aplicación y seguimiento del Plan Nacional de Desarrollo, así como la falta de reglas de operación de los distintos programas sociales que ha decidido poner en marcha.
Alfredo Huerta, director de estrategia de mercados en Ad Value Asesoría de Inversiones, explica que el último año fue caótico para el mercado bursátil nacional y el escenario para el mediano y largo plazo no es muy alentador.
A un año del triunfo del presidente López Obrador el saldo en los mercados es negativo. Los dos elementos que dan cierta calma es que exista una estabilidad macroeconómica por parte del gobierno y una calificación de grado de inversión positiva por el lado de las calificadoras, pero en este momento no existe ninguno
La economía arrastra un proceso de desaceleración, aunado a una inversión pública muy baja respecto al Producto Interno Bruto (PIB), la cual es de poco más de 2 por ciento. Pero la inversión privada también se ha contraído a causa de la incertidumbre provocada por las decisiones políticas y la falta de Estado de Derecho.
Dentro de los temas internos pendientes están la presentación de un plan de negocios para Pemex, que permitiría que las calificadoras dieran tregua a la administración morenista, además de la ratificación del T-MEC en Estados Unidos y Canadá.
Respecto al último punto, agosto es considerado por los analistas como el mes límite antes de que los tiempos electorales en ambos países hagan que cualquier acuerdo se logre hasta 2020.
Escasa participación en los mercados
En enero pasado, el equipo hacendario de la Cuarta Transformación debutó en los mercados globales con una emisión de bonos a 10 años por 2 mil millones de dólares, en la que participaron inversionistas de América, Asia, Europa y Medio Oriente.
A inicios de abril, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público realizó una emisión de deuda, a través de la cual se colocaron mil 500 millones de euros a siete años con vencimiento en 2026, así como mil mde a 20 años con vencimiento en 2039.
A pesar de que la administración federal ha tenido muy poca participación en los mercados internacionales, Alfredo Huerta asegura que es consecuencia de un tema cíclico y adelanta que esto podría cambiar durante este año, aunque los empresarios están a la expectativa de que se les brinden certezas de que sus operaciones están garantizadas durante el presente sexenio.
“El gobierno va a actuar en los mercados financieros en función de las condiciones propias que tiene que ver con el tema de la deuda. Tiene algunos vencimientos que va a tener que sustituir, entonces estaremos viendo una mayor participación en los próximos meses”.
