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Limitan el sueño mexicano

La noticia de que cinco mexicanos más se unieron a la lista de la gente más rica del mundo, de acuerdo con la revista Forbes, puede funcionar como alarma para la economía mexicana, debido a la naturaleza de la fortuna de estas familias. 

Este año, además de considerar a Carlos Slim como el hombre con más riqueza en el planeta, la revista enumera a otras 14 fortunas mexicanas.

Algunos de ellos están por primera vez en la lista: Eva Gonda, viuda de Eugenio Garza Lagüera, José y Francisco Calderón Rojas, Max Michel Suberville, Rufino Vigil y Juan Gallardo.

1.4
mil millones, Max Michel Suberville
Saber que existen fuertes barreras para entrar a determinada industria puede desmotivar el deseo de desarrollar nuevos productos o servicios

La noticia de que cinco mexicanos más se unieron a la lista de la gente más rica del mundo, de acuerdo con la revista Forbes, puede funcionar como alarma para la economía mexicana, debido a la naturaleza de la fortuna de estas familias. 

Este año, además de considerar a Carlos Slim como el hombre con más riqueza en el planeta, la revista enumera a otras 14 fortunas mexicanas.

Algunos de ellos están por primera vez en la lista: Eva Gonda, viuda de Eugenio Garza Lagüera, José y Francisco Calderón Rojas, Max Michel Suberville, Rufino Vigil y Juan Gallardo.

En una primera lectura, se podría argumentar que el incremento en la riqueza de estas familias se traduce en mejor estado de sus empresas y, por tanto, crece la inversión y el empleo. En parte esto es verdad, sin embargo, hay algunos puntos importantes que deben ser tomados en cuenta. 

Millonarios de abolengo

Los nombres mexicanos en la lista son de familias con grandes empresas dominantes en sus mercados desde hace mucho tiempo, y empresarios que obtuvieron concesiones del gobierno. Esto denota dos cosas: falta de movilidad social y los beneficios del compadrazgo político. 

Sería necesario empezar diciendo que es difícil imaginar a un multimillonario mexicano que haya empezado su emporio con una idea que surgió en un dormitorio de la universidad, o después de regresar de un viaje espiritual. 

Esto no quiere decir que los mexicanos no tengamos la creatividad y el intelecto de empresarios como Mark Zuckerberg o Steve Jobs, quizás la diferencia proviene en las características del mercado económico. 

En uno de los famosos anuncios que el banco HSBC utiliza en sus aeropuertos hay un slogan que dice (traducido): “Casi dos tercios de los multimillonarios hicieron su fortuna desde cero…”.

Esta definitivamente no es la tendencia en México. A pesar de que cada vez existen más personas innovando en diferentes sectores, no hemos tenido al multimillonario (listado en Forbes) que haya generado su riqueza a partir de una idea o concepto que revolucione esa industria en particular. 

Esto no quiere decir  que necesariamente la innovación venga por medio de tecnología digital como Facebook, Microsoft o Apple; por ejemplo, Ingvar Kamprad, fundador de Ikea, creó un concepto de muebles baratos y fáciles de armar. 

Aunque pueda parecer como una simple idea, revolucionó el mercado de muebles, haciendo temblar al resto de la industria bien posicionada. De paso, se convirtió en uno de los hombres más ricos del mundo, por algunos años estuvo en los primeros lugares de la lista de Forbes. 

Esto puede servir como alerta para distintos sectores. La falta de incentivo de innovar debido a la dominancia en algunos sectores puede perjudicar a México en el largo plazo. 

Tanto los dueños del duopolio cervecero, como el de telecomunicaciones, minería y el dueño de la empresa predominante en telefonía celular se encuentran en la lista. Esto desmotiva a los emprendedores de estas industrias a innovar para seguir creciendo. 

Saber que existen fuertes barreras a la entrada puede desmotivar el deseo de desarrollar nuevos productos o servicios. Nadie está dispuesto a invertir tanto tiempo en investigación si los mercados son imposibles de atacar. 

Desigualdad en todos 
los sectores

No siempre es fácil visualizar la cantidad de dinero que tiene el hombre más rico, o de la gente que le sigue, por lo que hacer unos simples ejercicios mentales puede bajar a la tierra el concepto. 

Por ejemplo, si comparamos la riqueza de Slim (calculada por Forbes) con el resto de los mexicanos en la lista, es casi la misma. Slim tiene 73 mil millones de dólares, la suma de los siguientes 14 mexicanos más ricos es de 75 mil 600 millones. 

Así que, aunque las 14 personas más ricos que le siguen tienen fortunas envidiables, el abismo entre ellos y Slim sigue siendo bastante amplio. Por ejemplo, Slim tiene un poco más de 56 veces que el último mexicano en la lista, Juan Gallardo Thurlow. 

Esto se debe en parte a la forma en la que los empresarios han hecho crecer sus fortunas familiares. Teniendo una macroempresa, invierten dinero en otras que puedan complementarse y de esta forma ir generando mayor dinero. 

El ejemplo más claro es el de Ricardo Salinas Pliego. Después de conseguir la licitación de TV Azteca, desarrolló una institución que recibe dinero de remesas para familias en México. 

Después de recibir el dinero, la gente tiene la opción de abrir cuentas en Banco Azteca y de comprar bienes en Elektra. Todo esto sin tener que salir de la sucursal. En caso de que haya baja de publicidad, Elektra paga spots publicitarios de TV Azteca. 

Así el dinero fluye entre las empresas del mismo dueño y los ricos se hacen más ricos, sin que se surjan jóvenes con ideas multimillonarias. 

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