Leer y votar

A 10 meses de haber partido de Monterrey a Varsovia, cuando mis amigos europeos me preguntan sobre mi perspectiva acerca de México algunos esperan escucharme decir que es un país violento, corrupto, pobre, con políticos incompetentes y finalmente un país sin educación.

Para sorpresa de muchos mi respuesta es totalmente diferente. Ya que México, para mí, ante la situación en la que se encuentra solo indica que es un país lleno de oportunidades.

Oportunidades de mejorar en temas tales como la educación, política y economía.

A 10 meses de haber partido de Monterrey a Varsovia, cuando mis amigos europeos me preguntan sobre mi perspectiva acerca de México algunos esperan escucharme decir que es un país violento, corrupto, pobre, con políticos incompetentes y finalmente un país sin educación.

Para sorpresa de muchos mi respuesta es totalmente diferente. Ya que México, para mí, ante la situación en la que se encuentra solo indica que es un país lleno de oportunidades.

Oportunidades de mejorar en temas tales como la educación, política y economía.

Aprovechando el tema de las elecciones presidenciales me gustaría tocar el tema de la política y hacer una breve relación entre la política, los hábitos de  lectura y este primero de julio.

Recientemente terminé un libro de Daniel Kahneman llamado “Thinking, Fast and Slow”, en éste el autor hace referencia a un estudio que me llamó mucho la atención, en donde se probó que estamos biológicamente predispuestos a rechazar candidatos que carecen de atributos que nosotros valoramos.

Es decir, el estudio mostró que los candidatos perdedores evocaron fuertes señales de una respuesta emocional negativa.

De tal forma que una de las conclusiones fue que el efecto de una cara agradable en las votaciones es tres veces más grande en votantes poco informados y televisivos, que otros que están mayor informados y miran poco la televisión.

Es importante agregar que México forma parte de este estudio, al igual que Alemania y Australia. Y en base a lo que he visto en los periódicos, esto parece una realidad evidente en estas elecciones.

Por tal motivo que una manera importante de mejorar lo que se conoce como el voto informado e inteligente (al menos en México), es precisamente cambiando los hábitos de lectura del mexicano, aumentar su deseo por estar informado y reducir la dependencia del mexicano al televisor.

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