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Le bajan la calificación

Nuevo León sufrió una caída más en materia de su calificación crediticia, pero no es la primera vez. 

La calificadora de riesgos Standard & Poor’s redujo la calificación del estado de A pasó a A-. Además, se mantiene una perspectiva negativa con posibilidad de una nueva reducción.

En caso de que el estado no pueda reducir sus cuentas de deuda entre 12 y 18 meses, la calificación empeoraría. 

Nuevo León sufrió una caída más en materia de su calificación crediticia, pero no es la primera vez. 

La calificadora de riesgos Standard & Poor’s redujo la calificación del estado de A pasó a A-. Además, se mantiene una perspectiva negativa con posibilidad de una nueva reducción.

En caso de que el estado no pueda reducir sus cuentas de deuda entre 12 y 18 meses, la calificación empeoraría. 

Lo preocupante es que el endeudamiento ha ido creciendo a paso acelerado desde hace un década. Esto ha hecho que las principales compañías calificadoras: Moody’s, Standard and Poor’s y Fitch Ratings tomen cartas al asunto. 

Al tener una serie de reducciones, el costo de pedir prestado aumentó debido a que los inversionistas exigen tasas de retorno más altas debido al incremento del riesgo en el crédito del estado. 

Sin una restricción clara sobre la capacidad de incrementar la deuda, el Gobierno Estatal se ha endeudado al parecer a niveles discrecionales.  Con falta de transparencia se ha emitido deuda sin dejar en claro en qué proyectos de inversión se repartirían los fondos. 

El emitir deuda y utilizarlo para gastos operativos, que puede incluir desde salarios de empleados o bienes inmuebles para los mismos, traen muy pocos beneficios de corto plazo (si no es que nulos) al estado, y grandes costos de largo plazo. 

Este tipo de medidas de endeudamiento son las que terminan en un incremento de impuestos en el futuro: el ejemplo más claro es el pago de tenencia que se creó a partir de las Olimpiadas de México 68. 

Meter freno

Así que hace falta que tanto la ciudadanía como el Congreso del Estado tomen cartas al asunto para controlar la deuda emitida por el gobierno. 

De no ser así, los jóvenes terminarán pagando las acciones realizadas por el gobierno actualmente.

Puede entenderse la necesidad de dinero para obras públicas, como la reconstrucción tras el paso de la tormenta “Alex”. Sin embargo, al ver la ineficiencia en los procesos, se debe cuestionar el uso de recursos. 

Ahora sí que como alumno que ya está reprobado desde la mitad del año escolar, Nuevo León tiene que buscar una solución para solventar de manera estable las deudas y recuperar una mejor calificación crediticia. 

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