La única opción

Ante la situación actual, todo aparenta que la única salida para salvar a Europa se encuentra en el camino de los eurobonos.

Las soluciones actuales del Banco Central Europeo no serán suficientes para contener la crisis financiera que vive el continente.

El plan de recapitalización de bancos que se pactó la semana pasada en la cumbre de la Unión Europea estipula el apoyo financiero que se le otorgará a España para salvar a sus bancos.

5.95
Por ciento es el valor de bono a 10 años de Italia
"Para el Banco Central Europeo las acciones son y seguirán orientándose a mantener la estabilidad de los precios en la Eurozona"
Mario DraghiPresidente del BCE

Ante la situación actual, todo aparenta que la única salida para salvar a Europa se encuentra en el camino de los eurobonos.

Las soluciones actuales del Banco Central Europeo no serán suficientes para contener la crisis financiera que vive el continente.

El plan de recapitalización de bancos que se pactó la semana pasada en la cumbre de la Unión Europea estipula el apoyo financiero que se le otorgará a España para salvar a sus bancos.

El problema es que el plan depende de un supervisor del sistema bancario que debe ser escogido antes que finalice este año. Es decir, sería muy difícil que el apoyo para España venga este verano.

Esto forzará al país ibérico a pedir más dinero prestado para contener las pérdidas de su banca, lo cual aumentará todavía más las tasas de interés, quizás hasta un nivel insostenible.

Aunque el BCE y el Banco Central de China bajaron sus tasas de interés la semana pasada, esto no tuvo un impacto positivo en los mercados financieros por la percepción de que las medidas tomadas no lograrán alcanzar una estabilidad económica en la región europea.

Una posible salida es la introducción de los eurobonos, pues vendrían a estabilizar los mercados financieros y el sistema bancario en el corto plazo.

Estos son bonos emitidos por la Comunidad Europea en conjunto, pero pagados en diferente proporción dependiendo del tamaño económico de cada país.

Los bonos también podrían mejorar la gobernanza de la zona económica europea con la meta final de salvar al euro.

Desde el inicio de la Unión Europea se estipuló la unidad monetaria sin unión fiscal, lo que causó que naciones con menos disciplina fiscal se aprovecharan de las facilidades monetarias.

Objetivos de los eurobonos

La posible emisión de deuda en común servirá para diferentes propósitos.

En principio, se buscará incentivar a la prudencia de quien emita deuda, pues no será solo su riesgo soberano que estará en juego, sino el de toda la región.

A cambio de ello, recibirá mayor protección contra “shocks” de interés y liquidez en los mercados internacionales.

Desde la perspectiva del inversionista, comprar un bono emitido por toda la Zona Euro reduce la probabilidad de default y, por lo tanto, genera mayor estabilidad y liquidez.

Hay 3 principales objetivos que se tendrían en mente a la creación de los eurobonos: primero, se reducirían los costos de pedir prestado para países en problemas. Ya que la zona estará compartiendo el riesgo fiscal de emitir deuda en conjunto, también se tendría que compartir una misma disciplina fiscal.

Segundo, traería estabilidad financiera a la región, especialmente en los tiempos de mercados volátiles.

Finalmente, se fortalecería el compromiso por parte de los miembros de la Unión Europea para crear una coalición a largo plazo que promueva la seguridad financiera y el desarrollo económico.

Con tal premisa, se podría entablar a tales bonos como una alternativa a los bonos del Tesoro de Estados Unidos, que se toman como una base de comparación de poco riesgo.

A largo plazo, esta estrategia traería un menor costo de préstamo para toda la zona europea.

Los riesgos

Algunos países, notoriamente Alemania, se oponen a la creación de los bonos, pues esto implicaría una serie de riesgos adicionales.

La razón más fuerte es que la creación de los eurobonos no le daría a Alemania control de la política fiscal de todos los países, que solo estarían comprometidos a manejar una política disciplinada y responsable.

Esto abre la puerta al llamado “riesgo moral”, es decir, que países en problemas fiscales se aprovechen de la oportunidad de emitir deuda a un precio bajo, y después dejar el pago a los alemanes.

Las alteraciones estructurales que se planean con este nuevo proyecto también son un problema.

El costo de la deuda para países en problemas bajará para su alivio, mientras que el costo de los países responsables aumentará.

Tal circunstancia limita el interés de Alemania en apoyar esta propuesta, pues no será beneficiado al ver sus costos de préstamo alzarse por comprometerse a pagar la deuda de otros países.

Si se efectúa, la emisión de deuda en común con el denominado eurobono ayudaría a crear una estabilidad financiera en la región euro en el corto plazo, conseguida en gran parte por el apoyo de los países que mejor se han comportado en los últimos años.

Sin embargo, se abre la puerta al riesgo moral pues las naciones endeudadas podrán aprovecharse de los menores costos y ver solo por sus propios intereses de corto plazo.

Propuesta Creativa
Por Eduardo Flores

Roger Bootle y su equipo de Capital Economics ha ganado un atractivo premio de 250 mil libras otorgado al mejor plan para lidiar con los efectos de la salida de algún miembro de la Zona Euro.

Bootle recomendó concentrarse estrictamente en la inflación.

Según el plan, el país que salga de la zona deberá caer en moratoria en gran parte de su deuda e introducir una moneda nueva.

La conclusión de la propuesta es que el efecto neto sería positivo para el crecimiento.

Dentro de la propuesta también se recomiendan pasos para que los daños colaterales sean mínimos.

Entre éstos, que los principales funcionarios se reunan en secreto un mes antes de la salida.

Después, tres días antes se haría el anuncio a socios de la Eurozona y organismos internacionales.

Según la propuesta, el euro se mantendría en el país para pequeñas transacciones por un periodo relativamente corto, mismo en el que se someterá al país a un estricto régimen de metas de inflación y duras reglas fiscales supervisadas por expertos independientes.

Además de Bootle,  algunos de los principales economistas del mundo presentaron propuestas, entre las que se eligieron cinco finalistas.

Los jueces dijeron que el plan era la “solución más creíble” a la problemática que surgiría si un Estado miembro decidiera abandonar la zona del euro.