La promesa 
estancada

El crecimiento de las economías emergentes se encuentra estancado. El grupo de los BRICS, que hace referencia a los países de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, continua decepcionando con la pérdida de su crecimiento económico.

A pesar de que China sigue siendo el líder de estos países emergentes, no está exenta de la pérdida de impulso económico. Comparado con las tasas de crecimiento de países como Indonesia, Tailandia y Vietnam, es claro que el gigante asiático no cumple con las expectativas.

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El crecimiento de las economías emergentes se encuentra estancado. El grupo de los BRICS, que hace referencia a los países de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, continua decepcionando con la pérdida de su crecimiento económico.

A pesar de que China sigue siendo el líder de estos países emergentes, no está exenta de la pérdida de impulso económico. Comparado con las tasas de crecimiento de países como Indonesia, Tailandia y Vietnam, es claro que el gigante asiático no cumple con las expectativas.

Por su parte, el peor del grupo es India, a quien el economista británico Jim O’Neill, creador del acrónimo de los BRICS, ahora llama el país más débil y la más grande decepción.

Brasil y su alta inflación

A pesar de que diversas economías emergentes presentan tasas bajas de crecimiento, Brasil lleva 5 trimestres a la baja registrando en los dos últimos años un crecimiento entre el 1.3 y 2.7 por ciento. 

Las cifras han llevado a una decepción y el país se ha enfrentado a una calificación negativa por las evaluadoras crediticias, depreciando su moneda, el real, a su nivel más bajo desde el 2009. 

Uno de los problemas más graves es la alta tasa de inflación que el Banco Central de Brasil no ha podido controlar. Y debido al bajo crecimiento se espera que la tasa de desempleo aumente.

Los pronósticos son que aumente la tasa de interés de referencia y se reduzca el crecimiento esperado para los próximos dos años. 

Durante el primer trimestre del año se registró un crecimiento del 0.5 por ciento, muy inferior al 0.9 por ciento esperado.

Los síntomas sugieren políticas de mercado más flexibles en temas laborales y reformas para disminuir la barrera de entrada a algunas ramas.  

Es necesario que la presidenta Dilma Rouseff combata intereses económicos poderosos, algo difícil justo antes de las próximas elecciones. 

Rusia con baja población

A diferencia de los otros países de los BRICS, la población de Rusia no está creciendo, lo que puede ser un freno importante al desarrollo. 

De acuerdo con estimaciones del Banco Mundial, hoy el país tiene 3.5 por ciento menos población que en 1992, haciendo difícil aprovechar cualquier “bono demográfico”, como es el caso de México.

Pero no solamente se trata de menos personas. También afecta la fuerte dependencia de la economía en exportaciones hacia otros países de Europa, la baja productividad y la rigidez del mercado laboral.

El presidente Vladimir Putin aceptó que la economía crecerá tan solo 2.4 por ciento este año, contra el 3.6 por ciento que se había esperado a principios de año. 

La OCDE es aún más pesimista, pronosticando un crecimiento de 1.8.

Al momento de crear el acrónimo BRICS, se pensaba que la transición del socialismo al capitalismo haría mucho por desatar el potencial energético y de capital humano de Rusia, pero la realidad hasta hoy ha sido que el país continúa lidiando con lo peor de ambos sistemas, sin desatar el crecimiento que corresponda con las expectativas.

India sufre depreciación

Las esperanzas de crecimiento del país asiático continúan a la baja después de que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) estableciera las perspectivas de su crecimiento “por debajo de la tendencia”. 

Aunque la mayoría de las principales economías del mundo presentan mejoras moderadas, India no consigue mantenerse a las expectativas del mercado. 

Este domingo cayó el valor de la rupia a un nivel mínimo histórico, por lo que el Banco de Reserva está obligado a recortar las tasas de interés. Entre las causas encontramos un déficit de cuenta corriente sin precedentes y el más lento crecimiento económico de la última década. 

El gobernador del Banco de India espera que la depreciación avive la inflación y aumente el costo de la deuda en moneda extranjera.

Hace un mes, la OCDE redujo la expectativa de crecimiento de India del 5.9 por ciento al 5.3 por ciento, lo que representa uno de los índices más bajos de los últimos años.  Especialistas opinan que si no se realizan las reformas estructurales necesarias, el país podría estar limitando más la inversión y el potencial de su crecimiento.

China 
con desaceleración

Aunque la mayoría de los analistas prevé que China se convertirá en la primera potencia económica del mundo durante este siglo, los últimos datos sugieren que está enfrentando dificultades para lograr su objetivo.

Durante el 2012, su tasa de crecimiento fue la más baja de los últimos 13 años, y los analistas advierten que incluso podría llegar a fallar en su objetivo de 7.5 por ciento para este año.

Las exportaciones alcanzaron durante mayo su nivel de crecimiento más bajo en casi un año, y la inflación e inversiones fueron menores a las esperadas.

Sumadas con las cifras de menor productividad industrial y menores ventas minoristas, parece ser que China está llegando a un periodo de mayor lentitud. Aunque el crecimiento es mucho mayor al que se observa en Estados Unidos y Europa, su desaceleramiento no es insignificativo, ni parece apuntar a factores meramente cíclicos.

Para recuperar dinamismo, necesitará reformas profundas y no solo medidas a corto plazo, como lo sería una reducción de sus tasas de interés, algo que los expertos afirman solo alimentaría la burbuja inmobiliaria que existe en el país desde el 2008.

Sudáfrica 
en el desempleo 

Sudáfrica se ha visto afectado por la crisis de deuda en Europa, pues el mercado más importante para sus exportaciones continúa demandando pocos productos y eso se ha traducido en resultados económicos preocupantes.

Tras la crisis financiera del 2008, en ningún trimestre se ha registrado crecimiento superior a una tasa de 4.6 por ciento y la tasa de desempleo ha rondado el 25 por ciento desde un fuerte incremento a comienzos del 2010, manteniéndose con poco cambio desde entonces. 

Si se contabilizan a las personas que han dejado de buscar empleo, la tasa sube a un 37 por ciento, una cifra digna de los peores momentos en la economía de Europa.

Además, los sindicatos exigen alzas exorbitantes en sueldos, lo que desanima a muchos inversionistas.

Un reporte de la OCDE y el Banco Africano de Desarrollo catalogan a Sudáfrica en el lugar 48 de las 52 economías con más prospectos de crecimiento en la región.

En el caso de Sudáfrica se unen factores económicos mundiales y problemas sociales locales que detienen el crecimiento y ponen en duda su lugar entre el selecto grupo de los BRICS.