La fiesta del peso

La moneda mexicana experimentó una racha positiva la cual terminó por factores externos que presionaron la canasta de divisas. En el corto plazo, el comportamiento del peso podría ser volátil

El peso mexicano está por vivir una resaca. Tras una racha favorable, el riesgo de que la moneda mexicana se enfrente a un periodo de volatilidad se incrementa en medio de un contexto en que la desaceleración económica global es la mayor preocupación de los mercados.

El 20 de marzo fue un día de fiesta, ya que el dólar se ubicó en 18.90 pesos, el nivel más bajo en lo que va de este sexenio. El fortalecimiento del peso frente al dólar fue resultado del anuncio de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) que mantuvo sin cambios su tasa de referencia, a un rango de entre el 2.25 por ciento y 2.5 por ciento.

Sin embargo, en la sesión del viernes pasado el miedo invadió a los participantes del mercado, hecho que derivó que disminuyeran sus posiciones en las monedas emergentes, incluida la mexicana.

En la última jornada de la semana pasada, el dólar se ubicó en 19.13 unidades alejando al peso de su desempeño favorable con el que acumuló una apreciación de 2.54 por ciento.

19.10
pesos por dólar es el promedio en que se mantendrá el tipo de cambio

“La fiesta del peso está por concluir porque podríamos estar cerca de ver movimientos en el mercado que metan una mayor presión a las monedas emergentes”, declara Alfredo Huerta, director de estrategia de mercados en Ad Value Asesoría de Inversiones.

Los factores externos que influyeron en el descalabro del peso la semana pasada fueron que la actividad de manufacturas en Estados Unidos se enfrió inesperadamente en marzo, una señal preocupante para la economía.

También el indicador PMI de manufactura adelantado para marzo de Alemania se ubicó en 44.7 puntos, su peor nivel desde agosto de 2012, que da señales de una contracción en la actividad manufacturera.

Además, la extensión del Brexit a la primera ministra de Reino Unido, Theresa May, hasta el 12 de abril por parte del Consejo Europeo presionó a la canasta de las emergentes.

Todo esto provocó un incremento de la aversión al riesgo en los mercados financieros globales ante la expectativa de que la economía mundial esté entrando en una fase de bajo crecimiento.

El director de estrategia de mercados prevé que el corto plazo el tipo de cambio se mantendrá 18.90 y 19.30 pesos por dólar, aunque la decisión de política monetaria del Banco de México para su siguiente reunión sea más dovish, en sintonía con la Fed.

En días pasados, el presidente Andrés Manuel López Obrador argumentó que el fortalecimiento del peso estuvo relacionado con las políticas que se han impulsado, pero Alfredo Huerta asegura que esta situación responde a otros factores no a una coyuntura de la economía mexicana como tal.

“El tipo de cambio se benefició por temas de rendimientos de inversiones, no por un tema de solvencia. Las instituciones redujeron la estimación de crecimiento y eso generó incertidumbre”

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