La economía olvidada

Las industrias creativas son un músculo importante para el desarrollo de México, pero su crecimiento se ha dado de manera silenciosa ante la falta de apoyos y poca difusión sobre el potencial que tienen estos negocios

“Debemos confiar en el talento de las industrias creativas mexicanas”
Stella AguirreFundadora de Audiciones Latinas

México es millonario en talento. El motor de la economía ya no sólo funciona con manufacturas y petróleo. Desde hace años, un elemento ilimitado se convirtió en parte fundamental del desarrollo del país aunque se ha mantenido lejos de los reflectores y de la agenda del gobierno: la producción creativa.

La economía naranja, nombrada así por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), es un sector de bienes y servicios basados en la propiedad intelectual que abarca a las artes visuales y escénicas, cine, editorial, moda, videojuegos, software, televisión, entre otros.

Las industrias creativas mexicanas tienen un mayor impacto económico que otros sectores, como el agrícola, ya que generan aproximadamente 3.6 por ciento de los empleos totales del país, y aportan el 7.4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, con altas probabilidades de alcanzar el 12 por ciento en los próximos años, de acuerdo con estimaciones del BID.

Estos negocios han transitado desde lo artesanal hasta lo industrial y de lo físico hasta lo digital posicionado a México en el primer lugar de exportaciones de toda la región de América Latina y el Caribe, en tanto que a nivel mundial se ubica en el puesto 18.

En 2014, el valor de las exportaciones creativas nacionales fue de 4 mil 763 millones de pesos, cifra que ascendió a 5 mil 233 millones de dólares al cierre de 2017.

Los principales destinos fueron Estados Unidos, con 86.7 por ciento; Canadá, con 1.6 por ciento, y Luxemburgo, con 0.9 por ciento.

Stella Aguirre, fundadora de Audiciones Latinas, considera que la mayor fortaleza de la economía naranja son las mentes que están detrás de ella, aunque no ha sido fácil sacar adelante al sector en un país en el que estos temas no son prioritarios en contraste con otros.

“México está parado en una intención de crear un mapa de ruta para las industrias creativas, pero no existe una ley o institución enfocada exclusivamente en atender a este nicho. Afortunadamente el potencial de los creativos mexicanos es enorme y esto ha permito trazar un camino exitoso”, explica la CEO de la plataforma mexicana que conecta al talento artístico profesional de habla hispana con reclutadores del gremio.

La creatividad como motor de innovación contribuye en la creación de una economía competitiva a nivel mundial basada en el conocimiento

A nivel nacional, existen alrededor de 10 millones de creativos y esta población naranja representa el 10 por ciento de los habitantes de toda Latinoamérica. De ahí que la región sea considerada con una de las más atractivas para la Inversión Extranjera Directa (IED) en este rubro.

En el universo naranja del país destacan una infinidad de negocios, como La Lonja MX, que es un mercado itinerante que promueve la cultura contemporánea mexicana y reúne a los mejores diseñadores y productores locales.

7.4
por ciento del PIB nacional aportan las industrias creativas

Otro ejemplo en el mundo de la moda es la marca de ropa Merma Negra la cual fomenta el comercio justo, la política de género y la equidad.

En el terreno digital está Ánima Estudios, que se ha consagrado como el estudio de animación con más experiencia y conocimiento en América Latina, mientras que en los servicios creativos está Startupismo, una metodología creada por Fric Martínez de 20 pasos para convertir una idea en negocio y que es dirigido a cualquier persona interesada en el mundo emprendedor.

Carlos Sánchez, director general del estudio de doblaje Caaliope, opina México se ha convertido es una plataforma idónea para la producción creativa de bienes y servicios dirigidos al mercado de habla hispana, gracias a la variedad de locaciones de talla mundial con las que cuenta y en las que produce obras audiovisuales, así como las instalaciones que dispone para producciones de cine y televisión.

5,233
mdd fue el monto de las exportaciones creativas en 2017

“La tecnología con la que cuenta México es de calidad universal, el problema es que no somos tan observados porque la creatividad va enfocada a otro tipo de audiencias. Estamos en el lado estético, sin embargo, somos igual de importantes que otras industrias de uso rudo”, precisa el también miembro del Consejo de Empresas Mexicanas de la Industria del Doblaje (CEMID).

Sabor agridulce

La economía creativa es un concepto relativamente nuevo que surgió en algunos países industrializados durante la década de 1990. Desde entonces se ha expandido a diferentes latitudes convirtiéndose en el sector con más alto crecimiento a nivel global.

Un análisis de PriceWaterhouse- Coopers revela que los líderes de la producción naranja son China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Alemania y Singapur.

Stella Aguirre considera que aun cuando en México esta economía crece a pasos agigantados, los jugadores de la industria no cuentan con el respaldo de las autoridades, situación que los obliga a valerse por sí mismos.

“Los mexicanos creativos no podemos esperar a que el gobierno venga a darnos dinero, lo que hemos logrado ha sido gracias al esfuerzo y las facilidades de cada uno y eso ha convertido al país en un referente. Tengo esperanza de que en algún momento las instituciones públicas confíen en el talento de los mexicanos”, agrega

En los últimos años, España, Chi- le y Colombia han puesto especial atención a este rubro. El caso de Colombia sobresale porque durante décadas la economía sudamericana estuvo basada en la producción del café y del petróleo, sin ninguna transformación, pero hasta hace poco se derrumbó el paradigma.

Al momento de revisar el mapa de la República Mexicana es notoria la concentración de proyectos e iniciativas regionales en la Ciudad de México y Jalisco, pero en Nuevo León y Querétaro figuran algunas sólo de manera incipiente.

Carlos Sánchez explica que esto es resultado de la ausencia de una política pública que inhibe una mayor difusión de las industrias creativas, además de que los estigmas alrededor de esta rama persisten.

“Se debe entender que el valor de la economía naranja no está únicamente en lo económico. Estas industrias deben estar acompañadas por iniciativas que permitan competir con otras áreas para derribar el pensamiento de que se trata sólo de un pasatiempo”.