La batalla 
por la carne

Después de varias controversias al respecto, la ley estadounidense de Etiquetado por País de Origen (COOL, por sus siglas en inglés) nuevamente está causando problemas en la industria de la carne, y amenaza con avivar la disputa que México y Canadá sostienen con Estados Unidos ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).

La ley estadounidense en cuestión pedía originalmente que se especificara el lugar de donde se obtuvo la carne, en el caso de los productos de res, puerco y cordero. 

Después de varias controversias al respecto, la ley estadounidense de Etiquetado por País de Origen (COOL, por sus siglas en inglés) nuevamente está causando problemas en la industria de la carne, y amenaza con avivar la disputa que México y Canadá sostienen con Estados Unidos ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).

La ley estadounidense en cuestión pedía originalmente que se especificara el lugar de donde se obtuvo la carne, en el caso de los productos de res, puerco y cordero. 

La ley COOL, vigente desde el 2002, fue extendida el 2008 para incluir otros productos, como frutas, vegetales y nueces. 

Los países vecinos de Estados Unidos argumentaron entonces ante la OMC que dicha ley daba una ventaja comercial a los ganaderos estadounidenses, por encima de sus competidores mexicanos y canadienses.

En noviembre del 2011, después de lanzar una investigación en el asunto, la organización decidió a favor de la validez del reclamo de México y Canadá, e indicó que las reglas de etiquetado estadounidenses son demasiado estrictas y no sirven un objetivo legítimo. 

El fallo de la OMC sostuvo que dicha ley era inconsistente con las reglas que Estados Unidos debe seguir por ser miembro de la organización, y que el país debía modificar su regulación para cumplir con sus obligaciones internacionales.

Después de que EU apeló la decisión y el fallo emitido se mantuvo en el 2012, se alteró la ley, supuestamente para cumplir con las recomendaciones de la OMC.

Cambios sin mejoría

 Pero la nueva versión es aún más restrictiva, en la opinión de México y Canadá. 

La nueva ley requiere especificar dónde nació, creció y se sacrificó el ganado, y elimina la posibilidad de mezclar carne de ganado de Estados Unidos y México bajo una sola etiqueta.

La Secretaría de Economía apuntó además que la regulación crea distorsiones comerciales, ya que aumenta los costos para el sector ganadero mexicano de forma innecesaria y daña las exportaciones mexicanas.

Por lo tanto la SE ha asegurado que seguirá defendiendo los intereses de México ante la OMC, llegando incluso a imponer restricciones comerciales a Estados Unidos hasta que cumpla con sus obligaciones. Sin embargo, es importante notar que para la resolución de disputas, la OMC requiere que se siga un largo proceso de negociación antes de poder imponer medidas como estas.

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