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Instituciones opacas

CFE, ISSSTE e IMSS son las entidades con el mayor número de Unidades Compradoras en riesgo de corrupción, según el IMCO

“CompraNet está incompleto porque no funciona como herramienta de vigilancia”
IMCO

Las entidades del gobierno con poca transparencia en procedimientos de compras públicas son la Comisión Federal de Electricidad (CFE), el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

“En México, la regla es que ‘le doy el contrato porque confío en él’ y eso se tiene que supervisar para evitar que ocurran más prácticas de corrupción”, destacó Manuel J. Molano, director general adjunto del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), durante la presentación del Índice de Riesgos de Corrupción: el Sistema Mexicano de Contrataciones Públicas.

En el caso de la CFE, la empresa hizo contratos (entre 2012 y 2017) por 424 mil 466 millones de pesos. Cifra que representó el 19 por ciento del total de todas las dependencias y entidades, explicó Max Kaiser, director de Anticorrupción del IMCO.

En este sentido, el especialista detalló que la Comisión concentra a 91 de las 500 Unidades Compradoras (UC en adelante) más riesgosas del listado elaborado por el Instituto. Esas Unidades representan el 25 por ciento de las UC al interior de la empresa y sus contratos suman el 70 por ciento del monto de toda la entidad. Por su parte, las 10 más riesgosas concentran el 28 por ciento del monto contratado.

Por Unidad, la Gerencia de Abastecimientos tiene la mayor calificación de riesgo al interior de la dependencia, le siguen DCO Zona Jiquilpan; Departamento Regional de Abastecimientos y Zona de Distribución Fresnillo.

Respecto a l ISSSTE, el organismo realizó contratos por 147 mil 627 millones de pesos en los últimos cinco años. Esto representó el 7 por ciento del monto total de todas las dependencias y entidades.

El Instituto concentra a 46 de las 500 UC más riesgosas. Esas Unidades representan el 53 por ciento de las UC al interior del ISSSTE y sus contratos suman el mismo porcentaje del monto de toda la dependencia. Las 10 más riesgosas concentran el 44 por ciento del monto contratado.

La Jefatura de Servicios de Adquisición de Medicamentos sostiene la calificación de mayor riesgo en el ISSSTE.

Por su parte, el IMSS hizo contratos por 401 mil millones de pesos, lo que representa el 18 por ciento del monto total de todas las dependencias y entidades. Además, concentra a 42 de las 500 UC más riesgosas.

Esas 42 UC representan el 38 por ciento de las Unidades al interior del Instituto y sus contratos suman el 72 por ciento del monto de toda la dependencia. Las 10 más riesgosas concentran el 60 por ciento del monto contratado.

“En conjunto, las tres entidades con más Unidades Compradoras entre las 500 más riesgosas del índice suman casi un billón de pesos de recursos públicos gastados en contrataciones públicas”, aseguró el director de Anticorrupción del IMCO.

La más beneficiadas

El estudio revela que tres instituciones concentran el 56 por ciento del gasto público de la Administración Pública Federal en procedimientos de contratación.

La CFE es la que más ha recibido, al sumar 424 mil 125 millones de pesos; por debajo le sigue el IMSS con 399 mil 994 millones de pesos y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) con 328 mil millones de pesos.

De los 129 mil 411 proveedores distintos que han ganado un procedimiento de contratación en los últimos cinco años, los primeros dos mil 512 proveedores (1.9 por ciento del total) representan el 80 por ciento del monto asignado a procedimientos de contratación pública.

Un dato que destaca en el reporte del IMCO es que los proveedores más contratados los reciben por adjudicación directa. Summa Company tiene 4 mil 107 contratos (el 100 por ciento fueron adjudicados de manera directa); Grupo Fármacos Especializados cuenta con 3 mil 109, mientras que Farmacéuticos Maypo 2 mil 934.

Los especialistas evidenciaron que a mil empresas se les asignó por adjudicación directa el 71 por ciento de los contratos, es decir, por el método menos competitivo. Solamente el 22 por ciento de los contratos asignados a estas compañías fue licitado públicamente.

“La poca competencia genera una relación que no nos gusta que haya entre proveedores y gobierno, ya que no se tiene acceso a otras alternativas y también se pierde la innovación a través de mejores tecnologías con alguien que lo podría hacer diferente”, explicó Max Kaiser.

Las mil empresas ganaron dos de cada tres propuestas que presentaron, mientras que el resto de los proveedores obtuvó la ventaja en la mitad de las veces.

El 43 por ciento del monto que recibieron las empresas fue adjudicado a sólo 10 unidades compradoras, destaca el reporte.

Cambio de sexenio… y de ganadores

Kaiser detalló que durante el cambio de sexenio se percibe un fenómeno inusual en las contrataciones públicas.

Las 100 empresas que resultaron ganadoras en 2012 pasaron de ostentar el 43 por ciento del monto total adjudicado, a obtener un 20 por ciento en 2016.

Mientras que los proveedores más ganadores en 2016 pasaron de tener el 16 por ciento del monto total en 2012 a tener 51 por ciento, es decir, un incremento de 218 por ciento de su participación.

Cabe destacar que las 73 empresas con mayores montos adjudicados de 2016, (que no figuraban en las empresas con mayores montos adjudicados en 2012), pasaron de menos del 2 por ciento del monto total adjudicado a tener poco más del 32 por ciento.

A estas empresas se les adjudicaron menos de 6 mil millones de pesos en 2012, pero en 2016 consiguieron contratos que sumaron 127 mil millones.

Al momento de obtener contratos, la investigación del IMCO descubrió que las empresas afortunadas tienen menos problemas para obtener contratos.

En 2016, este grupo de proveedores ganó 66 por ciento de los contratos por adjudicación directa.

Manuel J. Molano, director general adjunto del IMCO, insistió en la importancia de tener una administración pública más ordenada. “Nos damos cuenta que las relaciones personales sí importan al momento de tomar decisiones en el gobierno.

Resulta muy curioso que esto coincida con el ciclo político, es evidente que son decisiones que se toman con un fin en particular.

Es urgente reafirmar las medidas de transparencia y confianza”.

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