La oportunidad perdida de Mexico en el G20

La cumbre de líderes se realizó sin la presencia del mandatario mexicano, una oportunidad que pudo aprovechar para fortalecer vínculos con Europa y buscar más aliados para enfrentar la amenaza de la Casa Blanca

México se perdió de una gran oportunidad. En momentos en que la migración, la desaceleración económica global y el libre comercio se ubican como las prioridades en la agenda del Grupo de los 20 (G20), el presidente Andrés Manuel López Obrador prefirió darles la espalda a los líderes y no acudir al último encuentro que se realizó en Japón.

La participación del mandatario mexicano en la cumbre pudo haber sido la oportunidad perfecta para coronar el primer año tras su victoria en las elecciones federales.

El político también hubiera tenido a su favor la coyuntura para destacar el papel que jugaron las autoridades mexicanas en las negociaciones con Estados Unidos en el tema arancelario y la recién ratificación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

Sin embargo, el inquilino de Palacio Nacional optó por seguir la Doctrina Estrada y mantener una postura neutral respecto a los temas que en este momento preocupan a las mayores economías del mundo.

En su representación acudieron el canciller Marcelo Ebrard y el secretario de Hacienda Carlos Urzúa, quienes estuvieron presentes en sesiones plenarias y saludaron a jefes de Estado.

Stephanie Henaro, integrante del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (Comexi), considera que la decisión del presidente López Obrador sería entendible si fuera otro contexto, pero en este momento el factor Trump puede desequilibrar la balanza.

Se desaprovechó la oportunidad para que México pudiera fortalecer sus vínculos con los países de Europa para generar un contrapeso frente a la amenaza del gobierno estadounidense. La ausencia del presidente fue un hecho lamentable porque es el G20, no el G19
Stephanie HenaroIntegrante de Comexi

López Obrador anunció que no viajaría a Japón porque no deseaba verse involucrado en una “confrontación directa” entre Estados Unidos y China.

Además, aseguró que la política interna era más importante que la exterior, por ello era mejor que se quedara a solucionar los temas que ocupan la agenda nacional a la fecha.

El canciller entregó una carta a los integrantes del G20 cuyo tema central fue la crisis migratoria que se vive en las fronteras del norte y sur del país a causa de la desigualdad y pobreza en los países de Centroamérica.

En la misiva, el mandatario escribió que su gobierno ya se encuentra trabajando con diversas agencias de la ONU y en la creación de un plan para dar empleos formales a los migrantes, así como ofrecer refugio y atención médica en lo que se resuelve su situación legal.

Ebrard se convirtió en la cara del gobierno mexicano frente al extranjero cuando el 31 de mayo tomó un avión a Washington para encabezar la negociación con funcionarios estadounidenses y evitar la aplicación de aranceles a las importaciones mexicanas por parte de la Casa Blanca.

La inclinación del mandatario hacia su perfil provocó rumores sobre una anticipada carrera rumbo a las elecciones federales de 2024 en México.

A los pocos días de que el político tabasqueño confirmó que no asistiría a la cumbre en Osaka, uno de los funcionarios del país asiático consideró que esta noticia era desafortunada, aunque el gobierno nipón confía en que se podrá establecer un diálogo constructivo con la segunda mayor economía de América Latina.

Victor Valdivia, presidente de Kratos Consultores, asegura que la decisión del presidente mexicano no fue una sorpresa, ya que López Obrador no ha salido del país desde 2017 y parece no tener la intención de hacerlo en el corto plazo.

El mayor problema con esta clase de anuncios es que México manda una señal negativa a los gobiernos, los mercados y a las empresas que podrían invertir en el país. En la agenda nacional hay temas que se relacionan con el mundo y es importante atenderlos
Victor Valdiviapresidente de Kratos Consultores

Conflictos entre líderes del G20

En el Grupo de los 20 participan países con el mayor volumen de exportaciones a nivel mundial y la cumbre representa una importante oportunidad para establecer un diálogo con socios comerciales y organismos internacionales.

No obstante, desde hace años la relación entre algunos de los líderes no va como miel sobre hojuelas. El tema que acaparó los reflectores durante el encuentro el fin de semana fue la guerra comercial entre Estados Unidos y China, aunque Rusia llegó a la celebración de nueva cuenta como el invitado con el mayor número de roces con el resto de los miembros.

Otro de los temas que estuvo presente fue el brexit y los esfuerzos del Reino Unido por reforzar su imagen frente al grupo y el mundo en general.

Stephanie Henaro comparte que esta clase de encuentros propician un acercamiento entre los países y dan certidumbre económica aunque también opina que se debe promover un crecimiento equitativo.

“Es complicado que en el G20 se puedan resolver los problemas que en este momento amenazan a la estabilidad política y económica del mundo, puede ser un buen inicio para lograrlo, pero son necesarios más esfuerzos, además de la voluntad de todos los líderes”.

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