Financiamiento en tiempos de Internet

La época cuando los bancos eran las únicas instituciones capaces de otorgar el acceso monetario a un emprendedor para llevar a cabo su negocio se está quedando atrás.

Gracias a tecnologías de comunicación, particularmente el Internet, se ha logrado más integración financiera.

Un ejemplo importante de este mercado es la empresa Kickstarter, la cual tiene sus oficinas en la ciudad de Nueva York.

La época cuando los bancos eran las únicas instituciones capaces de otorgar el acceso monetario a un emprendedor para llevar a cabo su negocio se está quedando atrás.

Gracias a tecnologías de comunicación, particularmente el Internet, se ha logrado más integración financiera.

Un ejemplo importante de este mercado es la empresa Kickstarter, la cual tiene sus oficinas en la ciudad de Nueva York.

Desde su nacimiento hace un poco más de tres años, han logrado la recaudación de fondos para más de 30 mil proyectos, sumando una cantidad de dinero de 350 millones de dólares, entre 2.5 millones de personas.

La dinámica es simple; el dueño del proyecto presenta su planificación y la cantidad mínima para empezar su producto.

Si se recauda suficiente dinero para completar la cuota, directamente se direcciona el dinero de las tarjetas de crédito de los inversionistas a una cuenta de Amazon del creador del proyecto.

Periódicamente se anuncian avances del producto, hasta la fecha de finalización.

Si no se recauda el dinero mínimo que la persona publica en la empresa, simplemente no se lleva a cabo el proyecto y no se le cobra ningún monto a ninguna persona.

Adiós al banco

Este tipo de empresas se diferencian de los créditos bancarios en dos aspectos cruciales. El primero es el conocimiento específico del proyecto en el cual estás depositando tu dinero. A través de un banco, el cliente simplemente deposita el dinero y el mismo banco decide a quién otorgar un crédito dependiendo de sus capacidades para pagarlo de vuelta.

En cambio en este tipo de empresas por Internet, la gente decida aportar a los proyectos de su preferencia.

Ya sea por apoyar una causa de interés personal (música, teatro, cine, etc.), o por que se tenga algo de conocimiento de la persona que está gestionando el proyecto y se le quiera financiar.
El segundo aspecto es el desinterés en obtener algún tipo de beneficio por la inversión colocada en el proyecto.

Generalmente las inversiones que se llevan en el mercado financiero no se deciden por las creencias de la bondad de un proyecto, sino simplemente se invierte en las empresas que generan mejores rendimientos. En cambio acá, reciben de retorno sólo lo que depositaron.

Definitivamente no es el mercado para todas las personas, pero es un intento serio por cambiar la cultura financiera.

Además de que da oportunidad de crecimiento a personas que se esfuerzan por profundizar en aspectos culturales de sus comunidades.

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