Un porcentaje significativo, alrededor del 70%, de los individuos pertenecientes a la Generación Z, que engloba a jóvenes de edades comprendidas entre 13 y 28 años, ha adquirido prendas de vestir de segunda mano en algún momento. Foto: Pexels

¿Están contados los días del Fast Fashion? Los GenZs tienen la última palabra

Las decisiones de compra de los jóvenes parecen estar muy enfocadas con el impacto ambiental de los productos y servicios que adquieren, por ello las grandes marcas empiezan a dar un giro en lo que ofrecen

Este 2023, Zara inició operaciones en una plataforma para que sus clientes vendan prendas de marca pero de segundo uso; H&M inauguró espacios en sus tiendas para la venta de su ropa previamente utilizada y anunció la inversión en plataformas de resale; y desde 2020 Levi’s tiene en su portal modelos en venta que ya habían sido usados.

Más que una suma de esfuerzos para reducir el impacto ambiental que genera la industria de la moda, la tendencia de marcas globales para sumarse al secondhand está impulsada por los nuevos hábitos de consumo más sustentables, sobre todo de los centennials.

Al menos 70 por ciento de los integrantes de la Generación Z, jóvenes de entre 28 y 13 años, han comprado en algún momento ropa de segundo uso bajo la premisa de evitar el impacto ambiental que genera la maquila de ropa nueva, advierte Ana Orvañanos, Country Manager de Go Trendier, la aplicación de compra y venta de este tipo de prendas que opera en México y Colombia desde hace siete años.

“En las encuestas previas que hemos hecho uno de los incentivos más importantes (para comprar secondhand) es el ahorro que implica, pero hemos empezado a ver un cambio y ahora la principal razón para comprar ropa de segunda mano es porque se trata de un modelo de consumo más responsable”, explica la ejecutiva en entrevista con Reporte Índigo.

El aumento en el interés por este segmento del fashion ha impulsado el crecimiento anual a doble dígito de la plataforma que actualmente tiene 7.6 millones de personas registradas, 90 por ciento de ellas mujeres, y ha generado ventas de cuatro millones de prendas, aunque para el 2020 el saltó fue a triple dígito.

Para Orvañanos este crecimiento apunta a que “los días del fast fashion estén contados” y la moda “será sostenible o no será”.

Se calcula que a nivel mundial el mercado de la moda de segunda mano tendrá un valor de 350 mil millones de dólares para 2027 y 33 por ciento de los compradores serán millennials en tanto que 28 por ciento serán parte de la generación Z, de acuerdo con un estudio de ThredUp 2023.

“Los grandes tiburones de esta industria están poniendo el ojo en esta tendencia porque están viendo el cambio de modelo de consumo, los consumidores son mucho más conscientes, también la legislación se está poniendo cada vez más estricta con las empresas en Europa, en donde se empieza a exigir que h los mismos productores de ropa, de electrodomésticos se hagan responsables de los desechos de sus productos”, explica.

Impacto de moda

Cada año, la producción de ropa a nivel global utiliza 93 mil millones de metros cúbicos de agua, desecha al mar medio millón de toneladas de microfibra y genera más emisiones de carbono que todos los vuelos y envíos marítimos internacionales juntos, en resumen: la industria de la moda es la segunda más contaminante sólo después del sector energético.

La producción de moda rápida también conocida como el fast fashion es el modelo dominante de producción actualmente y responsable de una amplia gama de efectos ambientales negativos, de acuerdo con la ONU.

“La naturaleza de la industria de la moda toca muchas variables que pueden afectar al medio ambiente como la producción, el sistema de riego para generar más algodón que gasta mucha agua, la generación de C02 para producir ropa en Bangladesh, por ejemplo, y luego llevarla a todo el mundo.

“Más del 20 por ciento del inventario de los últimos años de las grandes marcas de fast fashion nunca se vende, incluso en outlets por más que lo ponen en total liquidación no se vende y terminan en vertederos y tenemos problemas como el vertedero en el desierto de Atacama, en Chile”, explica Orvañanos.

La ejecutiva de GoTrendier señala que existen cálculos que advierten que si la industria textil no da un giro en la forma de su producción, en 2030 habrá 50 por ciento más de emisiones de CO2 que las que se cuentan actualmente.

De acuerdo con el Resale Report 2023 de ThredUp, el fashion tiene un severo problema de sobreproducción con más de 100 mil millones de prendas cada año para una población de ocho mil millones de personas.

Pero el reporte también señala que las generaciones más jóvenes consideran que pueden reducir su huella ambiental al hacer decisiones de compra más sustentables, por ejemplo, 61 por ciento de los centennials y millennials se consideran conscientes a nivel ambiental y enfocados en la sustentabilidad.

Tomando en cuenta estos cambios de consumo, hasta un tercio de los retailers de ropa apuntan a que si la recompra de productos de moda es exitoso estarían dispuestos a cortar la producción de nuevas prendas y se calcula que para 2027 podría reducir en ocho por ciento la producción de nuevas prendas, de acuerdo con datos de ThredUp.

Pese a la responsabilidad que muestran los consumidores más jóvenes en torno a la compra de la vestimenta que usan, las piezas que más se compran en Go Trendier son marcas de fast fashion entre ellas Zara, Forever 21, Bershka, H&M y Shein.

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