EPN: La mesa está servida

Una vez más nuestro país se enfrenta con una oportunidad histórica para lograr situarse como una de las 10 economías mas importantes del mundo.

México ha cambiado. Ha enfrentado con éxito la crisis financiera del 2009, pero no ha encontrado la fórmula para reducir la desigualdad económica que ha generado 12 millones de nuevos pobres y un empleo informal del 30 por ciento de la población económicamente activa.

Los anuncios más esperados estarán en el ámbito de las reformas energéticas, donde el gobierno tiene la oportunidad, como nunca antes, de crear el nuevo modelo energético para Pemex.

Una vez más nuestro país se enfrenta con una oportunidad histórica para lograr situarse como una de las 10 economías mas importantes del mundo.

México ha cambiado. Ha enfrentado con éxito la crisis financiera del 2009, pero no ha encontrado la fórmula para reducir la desigualdad económica que ha generado 12 millones de nuevos pobres y un empleo informal del 30 por ciento de la población económicamente activa.

Así que las propuestas que empezaremos a conocer desde hoy nos darán la pauta de lo que podremos esperar para el fin de año, y la viabilidad que tendrán las reformas que México necesita con urgencia, sobre todo en materia energética, fiscal, laboral y educativa.

Los inversionistas internacionales dieron su respaldo al presidente electo y la tasa de riesgo país alcanza su nivel más bajo en los últimos años, lo que nos permitirá seguir recibiendo inversión foránea.

El reto es convertir la inversión de portafolio en inversión de capital a largo plazo.

Lo urgente

Los anuncios más esperados sin duda estarán en el ámbito de las reformas energéticas, donde el gobierno tiene la oportunidad, de crear el nuevo modelo energético para Pemex, que lo enfrente al mercado competitivo internacional, dirigir la empresa hacia una cultura meritocrática y romper con los yugos sindicales.

Los retos que enfrenta el próximo gobierno es la creación de las fuentes generadoras de energía que nos permitan ser autosuficientes.

En materia de energía se necesita estar a la par con los costos de los países industriales con los que competimos.

Uno de los grandes errores sería caer en la tentación de simplemente ofrecer subsidios en este sector.

Explotar los yacimientos de gas natural y la recuperación de nuestras reservas petroleras es una decisión impostergable, y el tiempo apremia.

La generación de energía eólica y disminuír la importación de gasolina deben ser prioridad en las políticas económicas a implementar.

En las finanzas

En materia de política monetaria hemos logrado el reconocimiento internacional al respetar las decisiones tomadas en forma autónoma por la junta de gobierno del Banco de México, y es vital no solo mantenerlas, sino reforzarlas.

En diciembre debe estar lista la propuesta del candidato para sustituir al doctor José J. Sidaoui, quien por calendario tendrá que dejar su puesto de subgobernador del Banco Central durante ese mes.

La decisión de la política cambiaria depende de la co   misión de cambios en la que intervienen, además del gobernador del Banco Central y dos subgobernadores, el secretario de Hacienda junto con un subsecretario y otro funcionario de la misma dependencia.

El manejo cambiario adecuado es fundamental en la dirección de política económica que se quiera establecer.

Se deben evaluar los pros y contras de alcanzar un dólar barato en función de su influencia en el intercambio comercial.

La entrada de dólares a nuestro país ha dado seguridad a los inversionistas, pero un dólar barato ha repercutido en nuestra industria, sobretodo aquella orientada a la exportación.

Por su parte, el desbalance en las importaciones de bienes, particularmente provenientes de China, ha generado pérdida a los productores nacionales y, con ello, la caída en la generación de empleos.

Otro gran reto es impulsar el crecimiento y aquí también se enfrentan alternativas que implicaran riesgos.

Optar por estimular el crecimiento a través del gasto público es una fórmula que cobró facturas en sexenios anteriores, así como financiarse con deuda externa.

Hoy tenemos la gran oportunidad de generar riqueza con inversiones privadas o con proyectos de coinversión público privada.

Los ojos de los inversionistas están puestos en México. El modelo de crecimiento que ofrecieron los países que conforman el grupo de los BRIC, (Brasil, Rusia, India y China) se encuentra hoy en un bache provocado por el ciclo de crecimiento de años anteriores.

Para retomar su rumbo tienen que hacer ajustes, esto es algo que México debe de aprovechar, debemos de ofrecer ventajas para producir aquí en lugar de China o Brasil, podemos potenciar la ventana que nos ofrece la recomposición de la industria automotriz.

Una vez más está la oportunidad de potenciar todos los polos de desarrollo que hemos creado para la industria turística, entre otras.

Como nunca antes, tenemos la oportunidad de poner nuestras condiciones al capital extranjero, siempre es bienvenido, pero ya hemos recibido el suficiente dinero que solo busca un diferencial en tasa de interés y una seguridad para su inversión.

Es tiempo de buscar los fondos que tomen riesgo junto con nosotros, o lo inviertan en el plazo que lo necesitamos. Es primordial fortalecer nuestra banca, no solo para que dé crédito al consumo, lo que se requiere es financiar proyectos productivos de nuestro país.

Nuestro mercado de capitales requiere un cambio de fondo, no debemos de tener una Bolsa Mexicana de Valores que fomente la especulación.

Su misión es fomentar la capitalización de empresas mexicanas y no ser un vehículo para invertir en el extranjero; si existe una exención fiscal para las inversiones en bolsa debe de ser porque apoya el financiamiento de las empresas mexicanas.

El periodo de transición, que viviremos a partir de hoy y hasta el 1 de diciembre, es demasiado largo para los tiempos actuales, debemos de conocer las propuestas desde ya.

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