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Dos caminos para el TLCAN

La huelga de GM en Canadá demuestra que en ese país también existen condiciones para el florecimiento de un movimiento populista contrario al libre comercio. No obstante, el gobierno de Trudeau ha pintado su línea roja: se seguirá el modelo del comercio progresista, no el de la agresividad de Trump

“El medio decisivo de la política es la violencia”
Max Weber Economista alemán

Unifor, el mayor sindicato de Canadá, decidió que el momento ideal para llamar a huelga a una de las plantas automotrices más productivas del país era en medio de la tercera ronda de negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que se lleva a cabo precisamente en Ottawa.

Los trabajadores canadienses de la planta de General Motors en Ingersoll, Ontario han asumido una postura que se adhiere a la narrativa que llevó a Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos: países como México son la razón tangible por la cual el empleo manufacturero de los países industrializados ha caído de manera sostenida en las últimas décadas.

De acuerdo al Centro de Investigación de Política Automotriz de la Universidad de McMaster, ocho de las nueve plantas automotrices anunciadas para la región TLCAN entre el 2011 y el 2016 se han construido en México.

Los bajos costos laborales, los incentivos que otorgan los gobiernos estatales a las armadoras y el marco legal en materia comercial han hecho de México el destino de inversión automotriz por excelencia.

Sin embargo, en cierta medida, esto ha ocurrido a expensas de la clase trabajadora de Estados Unidos y Canadá. El Centro de la Universidad McMaster calcula que 53 mil trabajadores canadienses del sector automotriz perdieron su empleo entre el 2001 y el 2014.

La huelga pone de relieve las fuerzas económicas subyacentes que han despertado a los movimientos populistas en las economías avanzadas. Pese a que el gobierno de Trudeau es esencialmente progresista, esto no implica que Canadá esté fuera del rango de influencia de corrientes políticas con un marcado sesgo proteccionista, nativista y antiinmigración.

Los defensores del libre comercio argumentan que las políticas de integración global suelen ser políticamente dañinas porque sus costos son evidentes y focalizados, mientras que sus beneficios son dispersos. En términos netos, aseguran que tienen efectos positivos.

No obstante, esto no soslaya la realidad política de la fuerte dislocación que han generado cambios abruptos como la creciente automatización del empleo manufacturero y la profundización de la globalización.

El gobierno de Justin Trudeau no puede ignorar el hecho de que, como país industrializado, existe un grupo sustancial de la clase trabajadora que puede ser capitalizado políticamente por un movimiento populista que continúa ganando adeptos en las democracias occidentales.

La huelga en la planta de General Motors en Ingersoll, donde se produce la camioneta Equinox, es una anomalía. Los sindicatos no habían hecho un llamado al paro de labores desde 1996, dos años después de que se firmó el TLCAN.

“El comercio te lleva al crecimiento (…) y hemos llegado a un acuerdo con los ciudadanos de que perseguiremos políticas a favor del crecimiento de las cuáles todos se beneficiarán (…) así que necesitamos virar hacia una nueva agenda de comercio progresista”
Justin TrudeauPrimer ministro de Canadá

El dilema de Trudeau

El dilema para el gobierno de Trudeau es claro.

Por un lado, Canadá requiere respaldar públicamente a México respecto a la necesidad de mantener el status quo, particularmente en relación a cualquier cambio al Capítulo 19, que corresponde al mecanismo de resolución de controversias del TLCAN.

Por otra parte, cuenta con todos los incentivos políticos para apelar a los intereses inmediatos de la clase trabajadora, naturalmente sesgada hacia una posición afín a la implementación de medidas proteccionistas. Esto se ha validado mediante lo que la prensa canadiense denomina una alianza de facto entre Trudeau y Jerry Dias, quien dirige Unifor, el sindicato  más importante de Canadá.

En su visita a México en el marco de la segunda ronda de negociación del TLCAN, Dias emitió una dura crítica contra la política salarial del Estado mexicano. Citado por el diario El País, declaró que es éticamente cuestionable preservar un modelo económico que sistemáticamente mantiene a su clase trabajadora en la pobreza.

La expresión revela la ambivalencia del gobierno de Trudeau: necesita de México, pero también necesita mantener a la clase trabajadora canadiense satisfecha. El primer ministro ha encontrado un modelo alternativo al estilo de confrontación que caracteriza a la administración de Trump, el modelo del comercio progresista.

El comercio progresista canadiense

Trudeau espera resolver las inquietudes de Unifor presionando a México a asumir estándares laborales y medioambientales de mejor calidad, incluyendo un alza sustantiva en el salario mínimo.

El consenso de analistas argumenta que la alternativa del comercio progresista de Canadá es mejor a la opción nuclear de Trump, que implica utilizar un enfoque transaccional y ejercer la mayor influencia posible desde una postura de agresividad pública para extraer concesiones en la renegociación del TLCAN.

Para ambos casos, México ha decidido responderle a sus socios comerciales con el típico argumento tecnocrático de que la política salarial es un tema interno y de que el status quo comercial ofrece beneficios netos a la región (ganancias de competitividad) que justifican el deterioro de comunidades industriales en Estados Unidos y Canadá.

Se trata de un mensaje con un potencial disruptivo para la clase trabajadora dentro y fuera de México, particularmente ahora que las elecciones en México y Estados Unidos están a la vuelta de la esquina.

“Nuestros miembros pueden llegar a cero dólares la hora y aún así no podríamos competir con México”
Dan BorthwickPresidente del sindicato canadiense Unifor Local 88, en entrevista para Bloomberg
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Empleos del sector automotriz se perdieron en Canadá entre el 2001 y el 2014, de acuerdo a un centro de investigación de la Universidad de McMaster
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Plantas automotrices anunciadas para la región TLCAN entre el 2011 y el 2016 se construyeron o se están construyendo en México