Desastre invaluable
La temporada de incendios forestales llega para arrasar no solo con los sembradíos, bosques y pastizales, también calcina la salud y la economía mexicana
Viviana BranEn términos de naturaleza, las pérdidas económicas son difíciles de cuantificar.
Con regularidad, los impactos ocasionados por incendios forestales se subestiman, ya que no solo se pierden recursos naturales, fauna o sembradíos, los daños también repercuten a las comunidades aledañas, los empleos, la salud y la economía de México.
Cecilia Izcapa Treviño, directora de análisis y gestión de riesgos del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), asegura que los incendios pueden valuarse solo cuando hay daños directos a la infraestructura, casas habitación o equipamiento urbano, pero si se habla de vegetación, es muy difícil asignarle un valor a las pérdidas.
Existen dos temporadas por año en donde la cantidad de incendios aumenta, por ello es necesario que se conozcan para concientizar sobre la cadena de riesgos que pueden ocasionar. La primera temporada inicia en la zona centro, norte, sur y sureste del país, entre los meses de enero y junio y la segunda ocurre al noreste, entre mayo y septiembre.
Entre el 1 de enero y el 9 de mayo, la Ciudad de México ocupó el tercer lugar al registrar 445 incendios forestales, por debajo del Estado de México que enumeró mil 174, y Michoacán 464.
Hasta el momento, los siniestros han afectado una superficie de dos mil 772 hectáreas, principalmente de vegetación herbácea y arbustiva, el arbolado adulto de los bosques se mantiene intacto.
Las alcaldías con mayor número de incidentes en lo que va del año son: Milpa Alta (37 por ciento), Tlalpan (31 por ciento) y Xochimilco (6 por ciento), de acuerdo con la información de la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
Los incendios se pueden originar por dos causas, una natural y otra provocada. La primera es que durante la temporada de calor no hay lluvias y al ser las temperaturas muy altas, la vegetación seca actúa como combustible y origina el problema.
La segunda, es que 90 por ciento de los incendios de acuerdo con el Cenapred son causados por el hombre ya sea a través de descuidos, vandalismo, imprudencias provocadas, quemas agropecuarias no controladas, fogatas y la quema de basura.
Cecilia Izcapa argumenta que una zona que resulta afectada no solo se enfrenta a la pérdida de vegetación o animales, también a la del suelo, el recurso más valioso, sobre todo si se trata de un espacio para la agricultura.
“Los suelos son el tema más preocupante porque necesitan de muchos años para recuperarse. Si se pierde la cobertura vegetal se genera erosión, si se genera erosión no se puede sembrar, y si no se puede sembrar el ecosistema cambia”.