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Debaten en EU exportar petróleo

El boom energético en Estados Unidos no solo ha reducido en 47 por ciento sus importaciones mexicanas de petróleo en la última década, también podría llevar a la eliminación de la prohibición estadounidense sobre la exportación de crudo.

Aunque Estados Unidos aún es un importador neto de petróleo, pues importa alrededor del 40 por ciento del petróleo que consume, el aumento en su producción energética ha tenido como consecuencia una caída de casi 24 por ciento en su importación de crudo del 2005 al 2013.

340,000
empleos es la creación anual promedio de empleos que se daría en el sector energético estadounidense si se pusiera fin a la prohibición de exportación petrolera

El boom energético en Estados Unidos no solo ha reducido en 47 por ciento sus importaciones mexicanas de petróleo en la última década, también podría llevar a la eliminación de la prohibición estadounidense sobre la exportación de crudo.

Aunque Estados Unidos aún es un importador neto de petróleo, pues importa alrededor del 40 por ciento del petróleo que consume, el aumento en su producción energética ha tenido como consecuencia una caída de casi 24 por ciento en su importación de crudo del 2005 al 2013.

Y ahora un nuevo reporte de la consultora IHS señala que ponerle fin a su prohibición de exportación de crudo traería diversos beneficios para Estados Unidos.

Se estima que esto traería una nueva ola de inversión en el sector energético estadounidense.

Entre el 2016 y el 2030, estos beneficios incluirían un aumento promedio en su producción petrolera de 1.2 millones de barriles diarios, un aumento de 1.3 billones de dólares en los ingresos anuales de su gobierno, la creación de 340 mil empleos al año en promedio, y una modesta caída de ocho centavos por galón en sus precios de gasolina.

Prohibición obsoleta

La prohibición a la exportación de crudo, introducida en 1975, fue diseñada para apoyar los controles de precios de petróleo utilizados por Estados Unidos en los 70.

Pero IHS estima que se volvió redundante cuando estos controles fueron abolidos en 1981.

La prohibición restringe severamente la exportación petrolera de Estados Unidos, excepto por ventas hacia Canadá, que han crecido recientemente, pero solo representan el 3 por ciento de la producción estadounidense de crudo. 

El resto de la producción estadounidense debe refinarse en su propio territorio.

Pero, según reporta el Financial Times, las refinerías ahora indican que el aumento en la producción estadounidense de hidrocarburos ha desplazado a las importaciones de crudo ligero, e incluso ha rebasado las capacidades de refinación de su industria.

Este exceso de crudo ligero amenaza con reducir aún más los precios del petróleo estadounidense, que actualmente son en promedio siete dólares por barril más bajos que los del petróleo Brent, que se usa como referencia en el comercio internacional. 

El aumento en esta diferencia, previsto por IHS, presionaría financieramente a ciertas empresas petroleras estadounidenses.

Oficiales gubernamentales en Estados Unidos indicaron que esto ha llevado a un nuevo estudio de la situación, con el objetivo de determinar cómo sería posible cambiar las reglas, aunque advierten que el proceso sería políticamente complicado.

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