De mal portado… a ejemplo a seguir

Mientras la actividad económica internacional se ve envuelta en un momento de incertidumbre ante perspectivas negativas de crecimiento en prácticamente todas las regiones, México resalta al ser la excepción.

Después de la crisis económica surgida en México en 1994, siguió un proceso lento de reestructuración de los fundamentos macroeconómicos que regían al país.

Al forjar las metas económicas en torno a una estabilización de la tasa de inflación y tasas de interés, se pudo realizar la tarea de introducir certidumbre al mercado financiero nacional.

Mientras la actividad económica internacional se ve envuelta en un momento de incertidumbre ante perspectivas negativas de crecimiento en prácticamente todas las regiones, México resalta al ser la excepción.

Después de la crisis económica surgida en México en 1994, siguió un proceso lento de reestructuración de los fundamentos macroeconómicos que regían al país.

Al forjar las metas económicas en torno a una estabilización de la tasa de inflación y tasas de interés, se pudo realizar la tarea de introducir certidumbre al mercado financiero nacional.

Con un banco central independiente, México pudo manejar una política fiscal enfocada en la estabilidad presupuestal con la propuesta de financiar el déficit en el mercado y mantener el valor adquisitivo del peso.

Con tales certezas económicas proveniente del sector interno, se ha generado un circuito de estabilidad que apoya a los hogares y emplea al sector empresarial de mayor crédito, al entablar un sistema financiero que puede atender a las demandas del mercado.

A mayor consumo

La diferenciación positiva de la actividad económica del país ha impresionado con una estabilidad de crecimiento, en un momento de estimaciones negativas para los mercados internacionales.

El crecimiento trimestral del país se mantiene entre el .7 y el 1.3 por ciento, lo que da para un crecimiento anual del 3.7 por ciento.

Lo destacable de tal estabilidad económica es cómo el crecimiento percibido es en su mayoría derivado de un aumento en la demanda privada, consumo de hogares e inversión empresarial, que en conjunto acaparan más del 60 por ciento del crecimiento trimestral.

También, a diferencia de la mayoría de los países desarrollados, se ha notado un significante crecimiento en el consumo por parte de las viviendas en los últimos dos años.

En concordancia, la creación de empleos formales se estima en un crecimiento del 4.6 por ciento anual desde el 2010.

Con esas bases macroeconómicas estabilizadas, es posible dejar la preocupación de lado y evadir el riesgo de no contar con un ambiente económico exterior favorable para fungir como motor económico del país.

La banca segura

Hoy en día México ha adquirido una estabilidad y rendimiento de su sistema bancario que hace dos décadas no se podría soñar.

Cuando en Europa se estiman situaciones financieras que ponen en riesgo la posibilidad de capitalización de parte de los bancos, la actitud conservadora de los bancos en México ha moldeado un esquema redituable para los bancos establecidos.

Se puede estimar que en México existen cinco bancos que controlan alrededor del 75 por ciento del mercado, mas ante su actitud precavida, han encontrado maneras de disminuir el riesgo de inversión.

Tales bancos gozan un promedio del 14.18 por ciento de rendimiento de capital en el último año.

En gran parte, tal ganancia se produce por una postulación conservadora en cuanto a préstamos y créditos que recientemente se ha liberado.

Para el tercer trimestre del año, solo un tercio de las firmas mexicanas tienen acceso a préstamos bancarios, con tasas de interés en tarjetas de crédito por encima del 40 por ciento y tasas de depósito inferiores a la tasa de interés.

Aún así, se está notando un crecimiento de préstamos a un nivel de 15 por ciento anual, auspiciando una liberación de liquidez hacia un mercado demandante de crédito.

La importancia de un sistema bancario sólido y rentable con un alto nivel de capitalización y un riesgo crediticio controlado es particularmente significante cuando se toman en consideración las características del ambiente externo de la actualidad.

Hoy en día el sistema financiero mexicano supera el nivel del 10 por ciento requerido por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, al establecerse en un nivel del 15.7.

Tal estabilidad señala que las tasas de interés han sido reducidas por los bancos.

Certidumbre fiscal

De igual forma, la situación fiscal del país a nivel federal se mantiene como una base de seguridad y confianza para el mercado financiero nacional.

La significante certidumbre en cuestión a la política fiscal y el cumplimiento de los objetivos del déficit y limitación federal de deuda es un fuerte elemento de la solidez de la economía mexicana.

México goza una deuda pública controlada, en especial en referencia a otros países semejantes.

Para el último trimestre, 79 por ciento de la deuda del gobierno federal se encontraba en control de acreedores internos y solo poco más del 20 por ciento en manos externas.

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