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Copa del mundo TLCAN

La elección de México, Estados Unidos y Canadá como sedes del Mundial de 2026 aviva la esperanza de que el Tratado de Libre Comercio pueda llegar a buen puerto, sin embargo, los tres países están en medio de una disputa comercial que podría complicar la organización

“La organización del Mundial 2026 evidenciará que hay una complicada relación comercial”
Arlene Ramírez-UrestiInternacionalista del Tec de Monterrey, campus Toluca

La noticia llegó en medio de una tensa calma. México, Estados Unidos y Canadá recibieron la noticia de que se convertirían en los anfitriones del Mundial de 2026, en momentos en que la región se enfrenta a diferencias políticas por la modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

A pesar de la delicada situación entre los socios comerciales, tal vez una Copa del Mundo compartida pueda ayudar a sanar las desgastadas relaciones y hacer que los socios comerciales miren más allá de sus propios intereses.

“En este momento las condiciones son complejas, pero esta sede tripartita coadyuvará a estrechar los lazos de amistad y diplomacia entre los países miembros del TLCAN”, dice Arlene Ramírez-Uresti, especialista en relaciones internacionales del Tecnológico de Monterrey, campus Toluca.

Sin embargo, la también maestra en diplomacia reconoce que gran parte del éxito en la organización del Mundial dependerá de que el presidente Donald Trump muestre la suficiente voluntad política para que, a pesar las diferencias, la mayor fiesta deportiva se pueda realizar sin contratiempos, aunque para ese entonces él ya no estaría al frente del gobierno estadounidense.

Por su parte, Brenda Valdés, académica del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), considera que, al menos en este caso, la política no influirá en el deporte, sobre todo al tomar en cuenta la actual coyuntura.

“En marca país les beneficiará, también en la creación de negocios alrededor de la industria millonaria que representa el futbol, pero, el TLCAN y el Mundial son dos canales diferentes”, afirma Valdés.

La idea de una Copa del Mundo en territorio TLCAN no es nueva. En 2010, el entonces embajador de México en Estados Unidos, Arturo Sarukhan, propuso la candidatura con la idea de mostrar que la relación entre los socios había madurado. Pero, todo cambió con la llegada del republicano a la Casa Blanca.

“El hecho de que los países compartan el torneo en 2026 podría ser una oportunidad para “saldar las heridas en la narrativa pública que Trump ha generado, particularmente contra México”, dijo el diplomático citado por Reuters.

TLCAN, a contrarreloj

Por ahora, las negociaciones del acuerdo se encuentran estancadas, en tanto que México y Canadá han respondido a la imposición de aranceles de Washington.

La relación entre los países no puede ser tomada a la ligera. Entre 2005 y 2016, la Inversión Extranjera Directa de México en Estados Unidos creció cuatro veces al llegar a 17 mil millones de dólares, de acuerdo con la Secretaría de Economía (SE).

De igual forma, desde que el tratado entró en vigor, en 1994, el comercio entre los tres países se cuadriplicó. En la actualidad, al menos 40 de los 50 estados norteamericanos dependen del comercio con México.

Si Estados Unidos abandona el acuerdo se pondrían en riesgo 1.1 billones de dólares de comercio

Aun con los pronósticos en contra, el gobierno mexicano ha mostrado un optimismo moderado sobre un posible cierre del acuerdo antes de que concluya este año, a pesar de las tensiones con su socio comercial al otro lado de la frontera norte por temas arancelarios y migratorios.

“Las conversaciones a nivel técnico continúan, no se han interrumpido y como expresó el secretario (Ildefonso) Guajardo hace unos días, en el mes de julio se tendrá la próxima reunión a nivel ministerial para continuar con el trabajo de renegociación del TLCAN”, aseguró Luis Videgaray, secretario de Relaciones Exteriores, ayer en conferencia de prensa.

En sintonía, el gobierno canadiense cree que aún es posible llegar a buen puerto con la renegociación, aunque está preparando una lista de represalias en contra de Estados Unidos que se harán efectivas a partir del 1 de julio.

“Es posible alcanzar un acuerdo modernizado en el que ganen todos y que beneficie a los tres socios del TLCAN, por lo que seguimos trabajaron duro y con paciencia para lograr este resultado”, dijo la ministra Chrystia Freeland a legisladores en el Comité de Comercio de la Cámara de los Comunes.

No obstante, el tiempo se agota. Los equipos negociadores tienen una fecha límite: el 15 de julio vence el plazo máximo para que el tratado pueda ser enviado a revisión a la Cámara Alta del Congreso de Estados Unidos.

Para Brenda Valdés, del CIDE, los tiempos legislativos tan ajustados presionarán para que los equipos negociadores presenten avances en julio, aunque, adelanta, un TLCAN 2.0 será posible hasta 2019.

“Existen muchos temas en los que ninguno de los socios ha querido ceder, principalmente los que están relacionados con el sector automotriz. Por ello, será muy difícil que lleguen a un acuerdo en el corto plazo”, manifiesta la especialista en relaciones internacionales.

Un análisis del diario The Wall Street Journal advierte que si Estados Unidos decide abandonar el acuerdo se pondrían en riesgo 1.1 billones de dólares de comercio entre los países miembros, además de 840 mil millones de dólares de inversión en la industria automotriz, alimentos y agricultura.

Un gol millonario

La Copa del Mundo de 2026 cambiará el paradigma del futbol. El plan de la primera postulación trilateral será el más grande en la historia ya que contempla más ciudades, más partidos y por ende, más ganancias para la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA).

“Ese Mundial le dejará importantes ganancias a la FIFA, además de que hará historia, pues será el primero que se realizará en tres países”, precisa Misael Mora, digital manager para México de Rankia.

La Copa tripartida creará 40 mil empleos y generará más de 5 mil millones de dólares en actividad económica en el corto plazo, de acuerdo con un análisis de The Boston Consulting Group (BCG), una firma de consultoría de gestión global.

El estudio prevé que cada ciudad anfitriona obtendrá entre 160 y 620 millones de dólares en actividad económica. Eso se traduce en un beneficio neto de aproximadamente 90 a 480 millones después de tomar en cuenta los posibles costos públicos.

De manera general, el beneficio neto para la región sería de 3 mil a 4 mil millones de dólares.

Según el Comité de propuestas de América del Norte, una de las grandes ventajas de la propuesta es que los tres países ya cuentan con una infraestructura preconstruida lo que reduciría el costo del alojamiento.

Según el Comité de propuestas de América del Norte, una de las grandes ventajas de la propuesta es que los tres países ya cuentan con una infraestructura preconstruida lo que reduciría el costo del alojamiento del complejo panorama por el que atraviesan en este momento.

“El Mundial que viviremos en un par de años estará lejos del fantasma del FIFA Gate y contará con un importante respaldo financiero, esto puede ayudar a que los tres países se den cuenta de que son capaces de lograr más si trabajan juntos en lugar de confrontarse”.

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