China también es importante
La discusión del TLCAN ha hecho a un lado al dragón chino cuyas inversiones en México se han alejado en este sexenio. La cancelación de proyectos clave hicieron que los empresarios asiáticos perdieran la confianza en el país y su gobierno
Nayeli Meza Orozco“México se queja de China, pero no propone nada en concreto”
China representa un gran reto para México. Un cambio de administración abre la puerta para que el dragón vuelva a mirar de nueva cuenta a su socio comercial. La cancelación del Tren México-Querétaro y del proyecto Dragon Mart en Quintana Roo provocó que los empresarios asiáticos dieran un revés a México y anunciaran que, al menos hasta el cierre de este sexenio, no realizarían inversiones de gran relevancia en el país.
La incómoda situación borró gran parte de los avances que México había conseguido en la construcción de una relación bilateral con la segunda mayor economía del mundo.
“La discusión del TLCAN ha hecho que México no le brinde a China la atención que requiere. El país asiático está haciendo las cosas de manera diferente a lo que el gobierno mexicano está acostumbrado a concretar con el resto de sus socios”, dice Enrique Dussel Peters, Coordinador del Centro de Estudios ChinaMéxico (Cechimex) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Dussel Peters destaca que otro de los problemas es que México ha ignorado al gigante asiático en términos administrativos. Prueba de ello es que la Cancillería cuenta con una Subsecretaría para América Latina y el Caribe, pero sólo tiene una Dirección General para Asia-Pacífico, de la cual China es parte.
Es urgente y necesario establecer una ruta clara para concretar las relaciones económicas bilaterales
El interés por las materias primas y otros sectores, como las infraestructuras y los servicios, ha hecho que China ponga mayor atención en América Latina dejando atrás a México. En los últimos años, el gigante ha pasado de tener un papel secundario en la región para convertirse en un actor principal.
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Entre 2010 y 2016, China invirtió cerca de 90 mil millones de dólares en los países de Latinoamérica, esto es casi cuatro veces más que la cantidad invertida entre 2003 y 2009, de acuerdo con el último monitor de la Red Académica de América Latina y el Caribe sobre China (Red ALC-China).
Brasil encabeza la lista de los países de la región con el mayor capital de China con 54 mil 849 millones de dólares, equivalentes a 48.2 por ciento de la inversión total, Perú obtuvo 12 mil 372 millones (12.3 por ciento) de Inversión Extranjera Directa (IED), Argentina se ubicó como el tercer mayor receptor de inversión china con 10 mil 587 millones (10.5 por ciento), en tanto que Cuba logró colarse en la cuarta posición con 5 mil 800 millones (5.8 por ciento).
México se ubicó hasta la séptima posición con 3 mil 212 millones de dólares de IED proveniente de China, que equivale al 3.2 por ciento de la inversión realizada por el dragón en toda la región durante seis años.
3 mil 212
En el mismo periodo, 235 empresas chinas invirtieron 113 mil 662 millones de dólares en América Latina, muestran cifras de Red ALC-China.
Enrique Dussel Peters advierte que las oportunidades de inversión están completamente desaprovechadas. “En el corto plazo, China se convertirá en la economía más importante del mundo y en la más dinámica en términos económicos y si México no responde, el país asiático seguirá haciendo negocios con el resto de América Latina, menos con nosotros.”
El Coordinador de Cechimex considera que un factor que ha impedido que nuestro país aproveche al máximo la relación con el mercado asiático es que se ha convertido en el puente de bienes con Estados Unidos.
México, en cambio, no ha sabido aprovechar los procesos productivos con su socio. En 2017, nuestro país registró un déficit comercial con China superior a los 60 mil millones de dólares.
En tanto que la relación importación-exportación fue 12 a uno. Esto quiere decir que de 12 mercancías que entraban al mercado mexicano, nuestro país sólo enviaba una a China. “El gobierno mexicano no tiene idea de qué hacer con este socio. No hay una agenda en el mediano ni largo plazos que nos indique un rumbo a seguir”, reconoce Dussel Peters y, agrega que, “es imperativo que los partidos políticos den una respuesta en términos muy concretos sobre qué camino seguir con este tema”.
El poder del dragón
Iliana Santibáñez, directora del departamento de Derecho y Relaciones Internacionales del Tecnológico de Monterrey, explica que el riesgo de perder por completo el interés de China sólo por darle prioridad al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) implicaría el bloqueo a una economía con un Producto Interno Bruto (PIB) que creció 6.9 por ciento en 2017.
“La importancia de tener a China como socio está en que México puede diversificarse hacia otros mercados. El dragón asiático ha logrado mantener un equilibrio entre su sistema político comunista y una apertura de mercado atractiva para el mundo”, comenta Santibáñez.
China y México se enfrentan a incertidumbres externas y a las tareas de reestructuración interna
Este 2018, China celebrará 15 años de mantenerse como el segundo socio comercial de México. Especialistas coinciden en que si el TLCAN termina, nuestro país puede contar con un importante aliado que ayudaría a reducir la dependencia con Estados Unidos, su principal socio comercial.
Sin embargo, si nuestro país continúa descuidando la relación con el dragón se corre el riesgo de perder un mercado cuya población está integrada por mil 300 millones de potenciales consumidores (cifra hasta 2016).
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Aunque China es una atractiva puerta de entrada al mundo, Iliana Santibáñez reconoce que mantener una relación y hacer negocios con empresarios chinos puede tener un alto costo político, debido a que Estados Unidos es el primer socio de México.
“La relación con China es muy importante, pero, México debe irse con cuidado y mantener el equilibrio”, manifiesta la directora del departamento de Derecho y Relaciones Internacionales del Tec de Monterrey.
Se cree que la relación con China ayudaría a disminuir la dependencia que tiene México con Estados Unidos, pero la realidad es que nuestro país dio ese paso desde hace años. Cifras del Banco de México (Banxico) muestran que en 1999, un 81 por ciento del comercio total de México se realizó con Estados Unidos. Para 2017, casi 20 años más tarde, la cifra cayó al 62 por ciento, es decir que, ha habido una dramática caída en la participación estadounidense en el comercio exterior de México.
“China es un mercado muy atractivo. No importa que se tenga el TLCAN, siempre hay que mantener las relaciones abiertas”
Los especialistas consultados coinciden en que las dimensiones del comercio que tienen México y Estados Unidos no serán sustituidas por ningún país, pero reconocen que sí es importante buscar otras fuentes que, en caso de un colapso del TLCAN, puedan mantenernos a flote. Enrique Dussel Peters propone no centrar sólo la discusión en el Tratado de Libre Comercio, “también hay que dar espacio para negociar sobre qué podemos ganar con China para compensar lo que se pueda perder con la salida de Estados Unidos del acuerdo”.
