China apuesta 
por Latinoamérica

Para algunos países latinoamericanos, China es más que un valioso socio comercial. El gigante asiático se ha convertido además en un importante prestamista. 

En los últimos años, China se ha convertido en una de las principales fuentes de financiamiento para la región. 

Tan solo del 2005 a la fecha, China ha otorgado más de 87 mil millones de dólares (mmdd) en préstamos destinados a Latinoamérica, principalmente para financiar proyectos de infraestructura y energía. 

91 %
del total de los préstamos fue recibido por los gobiernos de Venezuela, Brasil, Argentina y Ecuador
Entre los préstamos otorgados 
por China a Latinoamérica, dominan los destinados a proyectos 
de infraestructura que requieren 
de productos como hierro, aluminio y cobre, cuyo mercado acapara la producción china
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Para algunos países latinoamericanos, China es más que un valioso socio comercial. El gigante asiático se ha convertido además en un importante prestamista. 

En los últimos años, China se ha convertido en una de las principales fuentes de financiamiento para la región. 

Tan solo del 2005 a la fecha, China ha otorgado más de 87 mil millones de dólares (mmdd) en préstamos destinados a Latinoamérica, principalmente para financiar proyectos de infraestructura y energía. 

Los países que más dinero han recibido en los últimos ocho años han sido Venezuela, con 44.5 mmdd; Brasil, con 12.1 mmdd; Argentina, con 11.8 mmdd, y Ecuador, con 9.3 mmdd. 

En conjunto, estos países concentran el 90 por ciento del total del dinero prestado, y más del 55 por ciento del número de préstamos otorgados. 

México, en la séptima posición, ha recibido mil millones de dólares, provenientes de un préstamo en abril del 2009 destinado para el desarrollo de la infraestructura de telecomunicaciones.

Para Latinoamérica, el 2010 fue el año con la mayor suma de préstamos en la última década, pues el monto de los préstamos chinos ascendió a 37 mmdd. La cifra es mayor a la suma total de los préstamos para la región que hicieron el Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco de Exportación e Importación de los Estados Unidos en el mismo año.

Las cuentas chinas

Cuando las fuentes tradicionales de financiamiento se topan con sus límites, China está ahí para tomar oportunidades. 

La base de datos del Diálogo Interamericano, creada por la Universidad de Boston y la Universidad Tufts, apunta que los bancos chinos proveen financiamiento a un grupo de países diferentes a los escogidos por las instituciones financieras internacionales. 

Así, China le otorga préstamos a Argentina, Ecuador y Venezuela, países que tienen dificultades para encontrar préstamos en el mercado global.

Un claro ejemplo de la diferencia en magnitud de los préstamos chinos contra los de otras instituciones se presentó en el 2009, cuando China y Brasil firmaron un acuerdo para permitirle al Banco de Desarrollo de China (BDC) y a la petrolera Sinopec prestarle a la paraestatal brasileña Petrobras 10 mmdd a cambio de hasta 200 mil barriles de crudo al día por diez años. El préstamo es casi equivalente a todo el financiamiento otorgado por el Banco Interamericano de Desarrollo a Latinoamérica en 2008, que fue de 12.2 mmdd.

Entre las instituciones chinas que se encuentran otorgando préstamos, el BDC es por mucho quien más dinero ha prestado, con una suma de 69.3 mmdd entre el 2005 y el 2012. 

Algunos de los otros acreedores chinos presentes en la región son la Administración Estatal de Divisas, las petroleras PetroChina y Sinopec, los bancos comerciales ICBC y Banco de Construcción de China, y la compañía paraestatal de inversiones Grupo CITIC. 

Oportunidad dorada

Aunque las cantidades de dinero otorgadas y el número de préstamos han descendido en los últimos dos años, China continúa inyectando cantidades significativas de dinero a Latinoamérica. Pero, ¿qué busca el dragón asiático en la región, y qué ventajas le ofrece a sus socios latinoamericanos?

Para China, Latinoamérica representa una oportunidad doble. Por un lado, puede usar el impulso al desarrollo de estos países para incrementar el consumo de los productos que exporta, al mismo tiempo que obtiene recursos necesarios para mantener su gigantesca producción andando.

De los préstamos otorgados por China a Latinoamérica, un monto de 44.9 mmdd fue destinado a proyectos de infraestructura, sobre todo en Venezuela y Argentina. 

Estos proyectos requieren de productos como hierro, aluminio y cobre, y todos ellos son productos cuyo mercado es acaparado por la producción china. 

Según un reporte de Bank of America Merrill Lynch, China representa más del 60 por ciento del mercado de hierro y alrededor del 45 por ciento del mercado de aluminio. 

Así, al impulsar estos proyectos, China fomenta el incremento en el precio de sus propios productos y el crecimiento de su economía.

Además, a través de sus préstamos, China obtiene recursos energéticos que necesita para alimentar su industria doméstica. 

No es por nada que la segunda mayor cantidad de préstamos sea destinada al sector energético latinoamericano, con un monto de 19.7 mmdd destinado a países petroleros como Brasil, Ecuador, Venezuela y Argentina. Dos tercios del total de los préstamos intercambian dinero por petróleo, como en el caso brasileño. 

Estos acuerdos aseguran un suministro de petróleo para China y una fuente de exportaciones para los países latinoamericanos, ya que frecuentemente se pacta una cantidad de petróleo mayor a la necesaria para pagar el préstamo. 

Por ejemplo, Venezuela accedió en el 2010 tomar un préstamo de 20 mmdd por parte del BDC. Para pagarlo, a un valor de 110 dólares por barril, Venezuela requeriría mandar 50 mil barriles al día. 

Sin embargo, Venezuela se comprometió a enviar entre 200 y 300 mil barriles al día, y así puede argumentar que solo parte de la venta de ellos será deducida para cubrir el interés del préstamo, mientras que el resto pertenecerá a Venezuela.

Aunque países como Perú, Colombia, Chile y México tienen recursos naturales que son de interés para China, casi no han recibido financiamiento. 

En parte esto se debe a que instituciones financieras internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional dominan el financiamiento para estos países y son acreedores más atractivos para ellos.

Para Latinoamérica, el financiamiento chino representa una oportunidad para generar crecimiento y desarrollo a través de la inversión duradera en infraestructura. 

Pero con la tendencia de los préstamos yendo en descenso, la pregunta ahora es cuánto más durará la bonanza.

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