Chile: lecciones del desarrollo

El viernes pasado, el Ministro de Desarrollo Social Chileno, Joaquín Lavín, anunció que la tasa de personas en pobreza se había reducido de 15.1 por ciento a 14.4.

Se trata de una tendencia presente desde 1990, cuando se empezaron a recoger datos de pobreza en la nación andina, pues la tasa se ha venido reduciendo desde su punto inicial de 38.6 por ciento.

Es el síntoma de una economía manejada responsablemente. El PIB se incrementó en 6 por ciento el año pasado y 6.1 en el 2010.

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Sitio de Chile en el ranking de libertad económica de Heritage Foundation
"(Chile) es un ejemplo del éxito de combinar mercados 
con regulación apropiada”
Joseph StiglitzPremio Nobel de Economía

El viernes pasado, el Ministro de Desarrollo Social Chileno, Joaquín Lavín, anunció que la tasa de personas en pobreza se había reducido de 15.1 por ciento a 14.4.

Se trata de una tendencia presente desde 1990, cuando se empezaron a recoger datos de pobreza en la nación andina, pues la tasa se ha venido reduciendo desde su punto inicial de 38.6 por ciento.

Es el síntoma de una economía manejada responsablemente. El PIB se incrementó en 6 por ciento el año pasado y 6.1 en el 2010.

Incluso para este año, donde las condiciones no se ven muy favorecedoras, Chile tendrá una de las tasas de crecimiento más altas del continente: 4.7 por ciento, según estimaciones del gobierno.

¿A quién le deben 
el repunte?

Por supuesto que un logro tan trascendente no llega solo ni de la noche a la mañana.

Tanto los políticos de derecha que están en el gobierno, como los de tendencia de izquierda que han manejado al país en tiempos pasados, atribuyen el logro a sus respectivas políticas.

Pero los políticos no tienen que discernir por mucho, pues a pesar de lo que la cultura popular y muchos afirman, las políticas económicas que Chile ha implementado en el pasado son, en esencia, de corte neoliberal.

Desde la caída de Pinochet en 1990, Chile ha elegido a 5 gobiernos diferentes, todos cambiando poco las políticas económicas implementadas por el dictador.

De hecho, el presidente actual, Sebastián Piñera, encaja en el perfil derechista a la perfección: un empresario con posgrado en la Universidad de Harvard y cuya fortuna se estima en más de 2 mil 400 millones de dólares.

En el índice de libertad económica, que pondera una serie de consideraciones importantes para las políticas neoliberales, Chile ocupa el séptimo lugar a nivel mundial, incluso por encima de Estados Unidos y México, que ocupa el lugar 54.

Este índice lo publica la fundación Heritage, una de las más influyentes en Washington y cuyas inclinaciones son de derecha económica.

Incluso Joseph Stiglitz, Premio Nobel de economía y fuerte crítico de la derecha económica, describe a Chile en su libro “Globalización y sus Descontentos” como una excepción a los resultados adversos del libre mercado en países en desarrollo.

El liberalismo chileno también es evidente en su apertura comercial con el mundo.

Según datos de la Organización de Estados Americanos, Chile es el país con más tratados comerciales de todos sus miembros.

El país también ha servido como ejemplo para otros. Un caso es la reforma de pensiones de 1991 que impulsó a otros países a privatizar sus sistemas de pensiones.

Ejemplo para México

Y aun bajo crisis, si se compara con México, Chile ha salido menos lesionado.

En un estudio académico auspiciado por el Buró de Investigación Económica de Estados

Unidos, una organización de economistas independientes, se encuentra que Chile se recuperó de sus episodios de crisis más rápidamente que México.

Entre estas razones, según los expertos, resaltan las reformas bancarias y las privatizaciones que se habían hecho en Chile previo a la crisis y que se realizaron en México hasta décadas después.  Los autores concuerdan, según la evidencia empírica: solo las reformas explican de manera significativa las diferencias entre México y Chile en sus respectivas crisis.

Mientras que Chile estuvo dispuesto pagar los costos de reformar a su economía, y dejar quebrar empresas que eran ineficientes, como paradojicamente dicta la lógica liberal, México las mantuvo a flote mediante intervenciones públicas, lo que solo terminó por prolongar la crisis.

Alineado a la derecha

Hasta sus problemas más recientes hablan de un Chile mucho más derechista que lo que muchos están dispuestos a aceptar.

Las huelgas estudiantiles que estallaron hace algunos meses no se quejaban de un gobierno que hiciera mucho, como sucedería en un estado de izquierda, sino porque no hacía nada.

El sistema educativo en Chile es mayoritariamente privado, lo que ha hecho que se mantenga competitivo a nivel mundial, pero ha excluido a muchos de poder estudiar.

Ciertamente Chile tiene sus problemas, pero es preciso reconocer que se trata de una economía que ha funcionado mejor que la de cualquier otro país de América Latina en las últimas décadas.

Su ingreso por persona es mayor a cualquier otro país de la región y consistentemente supera a México tanto en resultados educativos como en índices para iniciar negocios.

Es importante reconocer que la continuidad en la buena política económica ha sido logro de tanto izquierdas como derechas.

Ambos fueron sabios en mantener las buenas políticas económicas de administraciones pasadas, incluso si estas fuesen, en el ámbito económico, más identificadas como liberales que socialistas.

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CRECIMIENTO El tema pendiente

El nuevo milenio fue testigo del crecimiento inercial de la economía nacional, de una tasa promedio de 2.2 por ciento desde 2001; por lo que es un asunto sin resolver de la política económica del país. 

La tendencia no fue diferente para el segundo trimestre del año, cuando la economía se desaceleró ligeramente por el menor avance en el sector servicios, de acuerdo a cifras preliminares que publicó el INEGI. 

CRECIMIENTO Dentro de lo esperado

El INEGI reportó que el producto interno bruto (PIB) creció 2.8 por ciento a tasa anual en el primer trimestre de 2017, lo que llevó a la Secretaría de Hacienda a elevar su estimación de crecimiento económico para el año a un rango de 1.5 a 2.5 por ciento, desde un rango de 1.3  a 2.3 por ciento.

Al respecto, Mario Correa, economista en jefe de Scotiabank México, explicó en entrevista para Reporte Indigo que observa  contrastes en la actividad económica del país.