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Cerca del abismo

Grecia se acerca cada vez más hacia el abismo. La percepción de inversionistas, oficiales gubernamentales y analistas es que el escenario de default se vuelve cada vez más probable.

El domingo pasado, funcionarios griegos sostuvieron una reunión con sus acreedores para negociar la liberación de 7.2 mil millones de euros de un fondo de rescate. Las pláticas colapsaron en menos de 45 minutos.

Grecia se acerca cada vez más hacia el abismo. La percepción de inversionistas, oficiales gubernamentales y analistas es que el escenario de default se vuelve cada vez más probable.

El domingo pasado, funcionarios griegos sostuvieron una reunión con sus acreedores para negociar la liberación de 7.2 mil millones de euros de un fondo de rescate. Las pláticas colapsaron en menos de 45 minutos.

Ayer, el mercado bursátil de Grecia perdió 5 por ciento de su valor y los bonos griegos registraron un alza en su prima de riesgo, tendencia que fue replicada en los bonos de otros países de la periferia europea como España, Portugal e Italia.

El comisionado alemán para la Unión Europea declaró que había llegado el tiempo para prepararse para un estado de emergencia.

Las posturas de Grecia y sus acreedores se han endurecido y parecen dirigirse hacia caminos opuestos.

Alexis Tsipras, primer ministro griego, ha radicalizado su discurso al decir que las exigencias del exterior responden a cuestiones políticas y que los fondos de pensiones son intocables.

Las demandas de los acreedores exigen un recorte de estos fondos y un aumento al impuesto al valor agregado. Esto con la finalidad de que el país alcance un superávit fiscal primario de 1 por ciento.

Grecia intentará alcanzar un acuerdo el siguiente jueves en la junta de ministros de finanzas de Europa. Asimismo, Tsipras se reunirá con sus homólogos europeos el 25 de junio, cinco días antes de que expire el acuerdo de rescate de 245 mil millones de euros.

Temor a una corrida bancaria

Grecia necesita tener acceso a los fondos de rescate para realizar un pago de 1.5 mil millones de euros al Fondo Monetario Internacional este mes.

En caso de no cumplir con esta obligación, analistas esperan que se catalice una catástrofe financiera de la cual Grecia no podrá recuperarse.  La pérdida total de confianza en Grecia significaría la debacle de su sistema bancario, obligando a las autoridades a imponer controles de capital para mantener recursos dentro del país.

El miedo a la imposición de controles de capital podría provocar un “corralito” donde la gente busca desesperadamente sacar sus ahorros del banco, exacerbando la crisis bancaria, descapitalizando el sistema financiero y llevando a la economía real hacia una recesión profunda.

El portal Reuters reportó que ayer se retiraron 440 millones de euros de los bancos griegos. Especialistas calculan que se han retirado entre 200 y 250 millones de euros diarios en las últimas semanas. Datos oficiales señalan que el nivel de depósitos del sistema bancario está en su nivel más bajo desde septiembre de 2004. 

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Hace un año la coalición de izquierda radical griega conocida como Syriza y liderada por el joven político Alexis Tsipras ganó las elecciones y tomó el poder en enero de 2015. 

Cuando asumieron sus posiciones los líderes de Syriza fueron vistos por los griegos como salvadores. En poco tiempo ese entusiasmo se desvaneció y se les tachó primero de inexpertos, luego de radicales y finalmente de traidores. Hoy por hoy la gente los considera “más de lo mismo”.